Los ganaderos de Ourense se quedan solos ante la peor sequía en décadas

Con una cosecha de hierba hasta un 70% inferior, con pastos agostados un mes antes de lo normal y con problemas para asegurar el agua para el ganado, las explotaciones ganaderas del Oriente de Ourense afrontan el peor verano en décadas. Denuncian el abandono y la falta de apoyo por parte de la Xunta y del Ministerio.

Los ganaderos de Ourense se quedan solos ante la peor sequía en décadas

Los pastos en esta zona se han agostado un mes antes de lo normal

Las algo más de 200 explotaciones ganaderas de los ayuntamientos de la montaña oriental de Ourense (Viana do Bolo, Vilariño, A Veiga o A Gudiña) afrontan solas los estragos de la peor sequía que se recuerda en años. La ganadería, junto con la castaña y con la apicultura, es uno de los pocos motores económicos de la zona y la que frena la despoblación y el abandono del rural. Pero este año está siendo especialmente duro, y sin que se vislumbren medidas de apoyo por parte de la Xunta y del Ministerio, a pesar de la tractorada celebrada en el mes de mayo en Viana do Bolo.

Meteogalicia: “Es la primavera más seca en la zona de la serie histórica”

Según datos de Meteogalicia, en esta primavera llovió en esta zona menos del 50% de lo normal, convirtiéndola en la más seca de la serie histórica, que va desde el año 1983. Por poner un ejemplo, en el mes de marzo llovió menos del 40% del promedio, en abril sólo el 10% de lo que viene siendo habitual y aunque en mayo las precipitaciones se acercaron al promedio, no compensaron la fuerte sequía que se arrastra en esta comarca desde el pasado verano. En junio, los datos de Aemet indican que llovió tan sólo el 20% de un año normal.

“Y las predicciones indican que no va a haber lluvias significativas a corto y medio plazo, como mucho chubascos tormentosos, pero nada más”, señala María Souto, de Meteogalicia.

La falta de precipitaciones junto a unas temperaturas anormalmente altas se están traduciendo en que la producción de hierba -la base de la alimentación del ganado en esta zona- cayó drásticamente: un promedio de un 70% en la hierba seca y con los prados agostados un mes antes de lo habitual. A esto se le une la pérdida de la cosecha de centeno, el cereal con el que ceban a los terneros y los corderos, debido a las heladas. Lo más grave aun puede estar por llegar: la falta de agua para el ganado, que ya empieza a escasear en algunas zonas.

He aquí algunos testimonios:

Xoán, ganadero de ovino: “La administración nos tiene totalmente abandonados”

Xoán es un joven ganadero de 25 años que decidió incorporarse este año al frente de un rebaño de 300 ovejas. La suya fue una decisión vocacional, ya que su familia no era ganadera. “Soy de Vilariño de Conso y siempre me gustó la ganadería. Cuento con el apoyo de mi familia y después de formarme en Sergude, haciendo el ciclo de Gestión de Explotación Agropecuarias, decidí incorporarme este año”, explica.

Sin embargo, la sequía le está poniendo las cosas muy difíciles. “Este año está viniendo muy fastidiado pues en la vida se recuerda una sequía como esta. Teníamos que ensilar unos 200 rollos y hacer unas 300 alpacas y no llegaremos ni al 30%”, reconoce.

Ante este panorama va a tener que recurrir a comprar forraje, “prácticamente al precio que pidan”, y a reducir cabaña ganadera.

Xoán, que en estas semanas colgó en las redes sociales un vídeo para denunciar la situación de los ganaderos de esta zona, critica que “el gobierno de la Xunta nos tenga totalmente abandonados a nuestra suerte”. “A los bancos sí que los rescatan o a las concesionarias de las autopistas, pero a los ganaderos que estamos manteniendo vivo el medio rural y produciendo alimentos de forma sostenible y limpiando el monte nos dejan abandonados ante este desastre climatológico”, denuncia.

Gregorio, ganadero de A Gudiña: “Cuento recoger un 75% menos de hierba”

Gregorio es un ganadero de O Canizo, una aldea del ayuntamiento de A Gudiña. Sus 70 vacas de carne de raza Limousin pastorean unas 120 hectáreas, tanto de prado como de monte bajo, desempeñando una labor esencial para prevenir los incendios forestales.

Sin embargo, este año asegura que “la sequía nos dejó sin pastos prácticamente un mes antes de lo normal, y al no llover en primavera el rendimiento de la hierba, tanto para ensilar en verde como para hierba seca, bajó hasta un 75%”.

En su caso se le une también los daños de las heladas, que echaron a perder las 10 hectáreas de centeno que tenía sembradas, y con las que se autoabastecía de paja para los camas y de grano para el cebo de los novillos. “Somos una zona muy desfavorecida, el precio que nos pagan por los becerros es 40 céntimos menos por kilo que en 2013, y en un año tan malo como este sería preciso que la Administración nos echara una mano, por ejemplo en el tema de las cotizaciones a la Seguridad Social”, asegura este ganadero.

María Páez, ganadera de Viana: “No nos da para pagar también seguro de hierba”

María Páez tiene una pequeña ganadería de 25 vacas de carne de razas autóctonas en Viana do Bolo.

Los efectos de la sequía los resume con una cifra: “Segué la hierba en dos fincas, en la que en el año pasado había cogido 19 rollos este año cogí 7, y en otra 4, cuando el pasado año recogí 11. Es decir, un 70% menos”.

En su caso también la helada le estropeó el centeno, pero un problema que prevé será el agua para el ganado durante el verano. “Las fuentes en el monte y en los prados ya secaron, cuando eso solía pasar en agosto, y hay compañeros que se la están llevando a las vacas en cisternas”, explica.

En cuanto a los seguros de hierba, cuya contratación en Galicia es anecdótica, María Páez reconoce que “si además del ganado tuviera que asegurar los pastos y la hierba, la ganadería dejaría de ser viable”. Propone cómo alternativa “un seguro combinado de explotación y razonablemente económico, que también cubra la hierba, pero para eso la administración debería incrementar su subvención a los seguros”, que en la actualidad está en alrededor de un 40%, cuando la normativa europea permite aumentar el porcentaje hasta el 65%.

“Es triste que a estas alturas del año no viniese junto a nosotros nadie de la Administración para conocer nuestra situación”, concluye.

María Páez segando un prado con un 70% menos de hierba que lo normal:

Una idea sobre “Los ganaderos de Ourense se quedan solos ante la peor sequía en décadas

  1. Manuel González abril

    Cuánto tiempo hay qué tenerlo bien claro que el ganado pueda ir al monté para pastoreo y sabiendo que no hay hierba es decir pasto para los animales y luego está viéndose los montes qué mandose es la pescadilla que se muerde la cola

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