Los ganaderos españoles pierden un céntimo en cada litro de leche que producen

Los costes medios de las explotaciones lácteas en España se sitúan en 36,26 céntimos y los ingresos en 35,21, según el avance de un estudio que maneja el Ministerio de Agricultura. El informe se encuentra en proceso de revisión

Ganaderia Xuiz sala de muxido leite

El precio de la leche en origen debería subir casi un céntimo en litro para cumplir con lo establecido en la Ley de la Cadena Alimentaria, dado que el precio medio que cobran a día de hoy los productores lácteos españoles no cubre sus costes reales de producción. Es la principal conclusión que se desprende de un estudio elaborado por la consultora Prodescon S.A. para el Ministerio de Agricultura. El estudio, que fue entregado en el mes de diciembre, está en las últimas semanas en proceso de revisión, con aportaciones de las distintas partes implicadas, y se espera que concluya en breve.

Este informe, encargado por el Observatorio de la Cadena Alimentaria y presentado el pasado mes de diciembre, fija en 36,26 céntimos el coste total de producción del litro de leche en España y en 35,21 céntimos los ingresos medios de las ganaderías, resultado de sumar al precio de la leche (32,35 céntimos) otros ingresos de las explotaciones, como los relativos a la venta de terneros, novillas de recría o vacas de desvieje.

Las ganaderías y las industrias pierden dinero, en tanto para los supermercados el beneficio es mínimo

Según el análisis de ingresos y gastos en cada fase de la cadena (producción, transformación y comercialización), las ganaderías y las industrias estarían perdiendo dinero. En concreto, las granjas 0,95 céntimos en cada litro de leche producido y las industrias 0,84 céntimos. El único eslabón con beneficios sería la distribución, con 0,05 céntimos.

Con datos de 46 ganaderías de las principales zonas productoras de leche de España, este estudio actualiza los datos sobre costes de producción, dado que las últimas cifras oficiales existentes datan del año 2017.

Contratos en el campo

En plena época de negociación de los contratos lácteos entre ganaderos e industrias (que están poniendo sobre la mesa en algunos casos ofertas que congelan e incluso reducen los precios de los contratos firmados la pasada primavera) los productores disponen de este modo de un dato objetivo para exigir el cumplimiento de la legislación en lo relativo a la cláusula que obliga a que los precios pagados en origen a agricultores y ganaderos cubran sus costes de producción.

El sector productor siempre ha defendido que el precio se ha de revalorizar en cadena desde el campo hasta el punto de venta final, a fin de que todos los eslabones de la cadena cubran costes y no de forma inversa, de arriba a abajo, desde el lineal de venta al ganadero. 

El Proyecto de Ley por el que se modifica la Ley 12/2013, de 2 de agosto, de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria se encuentra en estos momento en su trámite parlamentario en el Congreso una vez aprobado por parte del Consejo de Ministros en su reunión del pasado 3 de noviembre de 2020, pero la modificación relativa a los costes de producción está ya en vigor desde febrero de 2020.

Un estudio basado en una muestra de 46 granjas

El objetivo final de este estudio encargado por el Ministerio era «identificar y configurar la cadena de valor correspondiente a la línea de producto leche de vaca líquida, envasada y de larga duración», tal como se establece en la Ley de la Cadena Agroalimentaria, para dar cumplimiento de esta forma a la modificación relativa a los costes de producción introducida en la Ley el pasado mes de febrero de 2020 vía Real Decreto (Real Decreto-ley 5/2020, de 25 de febrero, por el que se adoptan determinadas medidas urgentes en materia de agricultura y alimentación), que impone la obligatoriedad de la inclusión del coste de producción como factor para el establecimiento de los precios en los contratos agrarios.

El estudio, al que ha tenido acceso Campo Galego y que no se ha hecho público hasta el momento, al tratarse de un informe preliminar abierto a aportaciones, fue encargado hace un año por el Ministerio, que lo recibió el mes de diciembre pasado para su evaluación por parte de los integrantes del Observatorio de la Cadena Alimentaria, en el que están representados, al igual que ocurre en la Comisión de Seguimiento del Acuerdo Lácteo, además de la Administración, sindicatos agrarios, cooperativas, industrias y cadenas de distribución.

La modificación de la Ley para contemplar los costes de producción la adoptó el Ministerio a principios de 2020 a raíz de las protestas de agricultores y ganaderos en distintas partes de España por los bajos precios en origen

Para la elaboración del informe se toma «una muestra suficientemente representativa», configurada por 46 explotaciones ganaderas ubicadas en Galicia, Asturias, Cantabria, Navarra, País Vasco, Castilla y León, Andalucía, Cataluña y Murcia; 6 industrias lácteas fabricantes (ninguna de ellas ubicada en Galicia), que representarían el 60% de la fabricación total nacional (el 50% en el caso concreto de la leche líquida); y un centenar de empresas de distribución, por lo que «los resultados obtenidos permiten configurar una Cadena de Valor suficientemente representativa de la actividad», asegura el estudio.

Precios en supermercados e industrias

Al analizar los lineales de los supermercados y tiendas de alimentación, en el caso de la leche líquida UHT el precio medio de venta al público (PVP) se sitúa en 75,1 céntimos por litro (promedio de los tres tipos de leche más habituales: entera, semidesnatada y desnatada), de los que 6,83 euros serían ingresos para Hacienda en forma de IVA y los restantes 68,27 céntimos lo percibido por el minorista. El precio pagado al fabricante es de 53,95 céntimos y el precio de la leche en origen abonado al ganadero 32,35 céntimos, según los datos del estudio, presentado el pasado diciembre.

Por lo tanto, en cuanto a la conformación del precio final a lo largo de la cadena de valor, la ratio PVP/precio en origen sería de 2,32, es decir, el consumidor pagaría 75,1 céntimos por el litro de leche que el ganadero vende a 32,35 céntimos, con una revalorización de más del 100%. La secuencia de incremento de valor sería la siguiente:

  • Precio pagado al ganadero: 32,35
  • Precio pagado al fabricante: 53,95
  • Precio del minorista antes del IVA: 68,27
  • Precio que paga el consumidor por el producto final: 75,1

¿Leche, producto reclamo en los supermercados?

El informe analiza de forma separada los ingresos y gastos del resto de eslabones de la cadena además del de Producción, es decir, la rama de Transformación Industrial y la de Distribución, y concluye que «los márgenes que se obtienen en cada una de ellas son muy reducidos, por lo que cualquier pequeña variación de las circunstancias en las que se generan los correspondientes ingresos o costes puede tener una significativa repercusión en la modificación o alteración de dichos márgenes finales».

En más del 90% de las tiendas y supermercados las ventas de leche representan menos del 2% de los ingresos totales

Una de las quejas recurrentes de los ganaderos es el uso de la leche como producto reclamo en los supermercados y grandes superficies. Es habitual también que las industrias fabricantes descarguen parte de sus responsabilidades en la supuesta presión a la baja en la conformación de los precios finales que ejercen las cadenas de distribución. Estamos ante una presión que, según los fabricantes, acaba trasladándose a toda la cadena y afectando negativamente, en último término, a los productores.

Lo que queda claro en el informe es la escasa importancia de la leche en las cuentas de los supermercados, pues en más del 90% de los casos las ventas de leche representan menos del 2% de los ingresos totales de la tienda, por lo que no se trataría de un producto fundamental para la rentabilidad de la misma.

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La alimentación del ganado supone el 55% de los costes de producción de las granjas

Vacas en producción en una explotación de la provincia de Lugo

Del análisis en detalle de los ingresos y gastos de las 46 explotaciones estudiadas se desprende que el mayor coste de producción se corresponde con la alimentación del ganado, que se lleva 20 de los 36 céntimos que cuesta producir un litro de leche en España. Además, tres de cada cuatro euros gastados en alimentación son destinados a comprar insumos fuera de las explotaciones y solo uno se corresponde con forrajes propios, lo que denota un bajo nivel de autosuficiencia.

Tres de cada cuatro euros gastados en alimentar al ganado son destinados a comprar insumos fuera de las explotaciones y solo uno se corresponde con forrajes propios

La alimentación de las vacas, terneras y novillas no sólo representa el mayor gasto en las ganaderías, sino también teniendo en cuenta la totalidad de la cadena láctea. El siguiente sería el de costes de personal, sumados de ganaderías, industrias y distribución (15,22 céntimos por litro de leche); y el tercero el coste de envases y embalajes (10,29 céntimos), seguido de los gastos de transporte y logística de toda la cadena (7,07 céntimos).

En conjunto, de cada euro gastado por el consumidor en compra de leche en el supermercado, más de una cuarta parte (26,76%) lo acabará recibiendo un proveedor de alimentación animal de las granjas, en tanto que una quinta parte (20,27%) se destinará a pago de salarios del personal que trabaja en toda la cadena (ganaderos, empleados de las explotaciones, trabajadores de las plantas y fábricas pertenecientes a las industrias, transportistas y personal de las tiendas y supermercados).

Los gastos veterinarios suponen el 10% de los costes de producción de cada litro de leche, incluyendo reproducción y tratamientos

Hacienda recibe, en concepto de IVA, 6,83 céntimos de cada litro de leche comercializado, en tanto que 3,65 céntimos se destinan a sanidad y reproducción de los animales de las granjas. De este gasto, equivalente al 10% de los costes totales de las explotaciones, un tercio se dedica a genética y recría y el resto a gastos veterinarios, donde más de la mitad de estos costes van para pagar distintos medicamentos y tratamientos de enfermedades.

Sin tener en cuenta las subidas de pienso y fertilizantes de este año

El estudio de costes presentado por la consultora Prodescon en diciembre representa una «fotografía fija» del sector productor de leche en el momento de toma de datos, a finales del 2020, por lo que no tiene en cuenta, por ejemplo, la importante subida del precio de los piensos aplicada por la mayoría de las empresas fabricantes a principios de este año, así como el incremento de costes que se están produciendo también en las últimas semanas en fertilizantes químicos o plásticos de ensilado.

Según se desprende de la información incluida en el informe, las ayudas de la PAC estarían sosteniendo en estos momentos la viabilidad de las explotaciones

A diferencia del Estudio de Costes y Rentas de las Explotaciones Agrarias (ECREA) correspondiente al año 2017, este informe presentado en diciembre no incluye datos desagregados para las distintas comunidades autónomas, entre las que existen diferencias notables tanto en el precio medio percibido por los ganaderos por la venta de la leche, como en materia de costes de producción.

Así, el estudio fija el precio medio de venta del litro de leche en 32,35 céntimos, equivalente al valor promedio anual pagado en 2020 a los ganaderos españoles por industrias, cooperativas u otros primeros compradores, sin tener en cuenta variaciones por zonas o comunidades (Galicia, siendo la mayor productora de leche de España, se encuentra entre las peor pagadas, según los informes FEGA, con hasta 3 céntimos de diferencia en litro a respecto de comunidades vecinas como Asturias).

El estudio de costes de 2017 incluía datos desagregados por comunidades autónomas. En el caso de Galicia establecía los gastos en 38,98 céntimos por litro de leche y los ingresos medios en 35,65 céntimos

A diferencia del 2017, no se tienen en cuenta tampoco otros ingresos de las explotaciones, como serían los derivados de los pagos de la PAC u otras subvenciones. En lo que se refiere al capítulo de gastos, no se tienen en cuenta tampoco posibles diferencias y variaciones en función de la superficie agraria disponible o la productividad de la tierra en la generación de forrajes con las que alimentar al ganado, lo que podría generar distorsiones en los datos entre comunidades.

Esta es la estructura de costes en granja que incluye el estudio presentado el pasado mes de diciembre:

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