El último informe sobre tendencias de consumo elaborado por el Ministerio de Agricultura muestra un aumento del gasto de vinos blancos en los hogares españoles, mientras que baja el gasto en vinos tintos.
Con todo, aun sigue gastándose más y se consume más vino tinto que blanco. Así, más del 65% del vino que se consume en los hogares españoles es tinto, frente a un 29% que es blanco. Los vinos rosados suponen el 5% restante.
En 2023, el consumo de vinos tinto se redujo más de un 5% y el gasto un 2%. Mientras, en el caso de los blancos, aunque también hubo una bajada del consumo de vinos blancos de casi el 5%, el gasto en este tipo de vinos se incrementó en más de un 2% en este año.
Los españoles están consumiendo más vinos rosados y este tipo de vinos fueron los únicos que experimentaron un incremento de la demanda (+ 3%) y del gasto (11%).
Así, pese a que el consumo de vino se redujo en el 2023 un 4,5% en los hogares españoles, hubo un incremento de la facturación, debido principalmente al aumento del precio medio del 5%, de tal manera que el precio medio se situó en los 3,37 euros por litro.
Los españoles dedicaron poco más de un 1% del presupuesto de alimentación y bebidas para comprar vino, por lo que hubo un gasto per cápita de 23 euros por persona al año y un consumo de 6,9 litros por persona al año.
El mercado es de los vinos ligados al territorio
Actualmente, el mercado es principalmente de vinos ligados al territorio, es decir, comercializados bajo una Denominación de Origen (DOP) o una Indicación de Origen Protegido (IGP). Este tipo de vinos representan casi el 60% del mercado, mientras que los vinos sin estas identificaciones suponen el 41% del volumen de litros comercializados. En valor, más del 80% del gasto está centrado en este tipo de vinos producidos bajo una DOP o IGP.