El grupo de investigación Proyectos y Planificación (PROEPLA) del Campus Terra de la USC analizó la evolución de la distancia entre los puntos de origen de los incendios y las edificaciones en España y California entre 2007 y 2015.
El estudio, publicado en la revista Forest y titulado ‘Analysis of Trends in the Distance of Wildfires from Built-Up Areas in Spain and California (USA): 2007–2015’, abarca el análisis de más de 100.000 fuegos. Los resultados muestran una tendencia a que en algunas áreas los incendios comienzan más cerca de las zonas urbanizadas.
En España, en el 10,5% de la superficie estudiada, se detectó un acercamiento significativo de los focos de fuego a las casas. En California, esta tendencia afecta al 4% del territorio. Los resultados demuestran que los incendios de origen humano presentan un patrón de agregación espacial, mientras que los de causas naturales son más aleatorios.
El estudio también revela que en España, el 83% de los incendios durante el verano son provocados por personas, mientras que el 12% son de origen desconocido. En este último grupo, se detectó un incremento significativo de la cercanía a las viviendas, especialmente en el norte de Asturias. Por su parte, los rayos originan un 4% de los fuegos, con especial incidencia en la zona de los Pirineos.
En California, los incendios humanos representan el 36% en verano, mientras que los de origen desconocido superan el 50%, también con acercamiento a las áreas edificadas. Los rayos provocan el 12% de los fuegos en el estado norteamericano.
Investigación pionera
Manuel Marey Pérez, Óscar López Álvarez y Luis Franco Vázquez, autores de la investigación, explican que esta “es única en el sentido de que compara las tendencias de incendios en dos regiones geográficamente distantes con similitudes y diferencias en su relación con el fuego”.
Además, indican que “hasta donde sabemos, este tipo de análisis no tiene precedentes científicos”. Los estudios anteriores se enfocaron en patrones amplios, tanto a nivel global como continental o subcontinental, sin ahondar en la evolución de la relación entre las áreas afectadas por los fuegos y las zonas edificadas.
El análisis de los resultados mostró que no hubo regiones donde los incendios se habían alejado significativamente de los edificios. Esto apoya parcialmente la idea de que los incendios están invadiendo las zonas edificadas, «lo que destaca la necesidad de que nos preparemos para vivir con el fuego», según los investigadores.
Añaden que su contribución permite identificar “patrones de comportamiento más detallados que expliquen la relación entre el fuego y la infraestructura humana”, un aspecto no suficientemente estudiado en regiones como España y California.
En el caso de los incendios forestales en España causados por motivos humanos, se observó que tendían a ocurrir más cerca de las edificaciones en áreas poco afectadas por el fuego. En estas zonas tienen orígenes relacionados con la negligencia, “que pueden dar lugar a un cierto carácter aleatorio al tiempo que mantienen un cierto patrón espacial”.
Factores sociodemográficos y ambientales
Las características sociodemográficas podrían influir en el comportamiento de los incendios. “Es de destacar que las celdas en las que los incendios tuvieron un acercamiento significativo a los edificios fueron relativamente raras, pero se situaron en áreas donde ocurrieron más incendios”, señalan los investigadores sobre California.
Los incendios naturales se concentran en el norte, en los condados de Humboldt a Modoc, zonas menos afectadas habitualmente. Estos fuegos siguen patrones más aleatorios, pero factores como la presencia de bosques mixtos de coníferas, combinados con condiciones ambientales idóneas, facilitan su propagación.
Análisis de los incendios en Galicia
En Galicia, donde se concentra la mitad de los incendios de España, se detectó que los fuegos forestales de origen natural mantuvieron una distribución estable en el tiempo, con una alta incidencia durante el verano y en la zona oriental de la comunidad.
Los incendios provocados por el ser humano mostraron patrones agregados, con una fuerte interacción entre brotes y fuegos. Su distribución varió tanto a lo largo de los años como dentro de ellos, con mayor incidencia en las áreas del sur y del oeste.
Estos incendios presentan un riesgo elevado a principios de la primavera y a finales del verano. Por su parte, los fuegos causados por negligencia tienen una agregación a bocajarro y su distribución espacial también mostró variaciones temporales.
Este trabajo abre una vía de investigación para analizar los incendios en relación a su punto de origen, ligando su desarrollo a variables ambientales y conducta del fuego.