Los montes de Porto do Son, con más de 1.600 hectáreas quemadas por el fuego este mes de agosto, están enfrentando ya su recuperación. Buena parte de la superficie afectada corresponde a comunidades de montes vecinales que tenían conveniada la gestión de su superficie con la Consellería do Medio Rural, por lo que es el Distrito Forestal del Barbanza el que se encarga de manera directa de la planificación y ejecución de los trabajos. En montes particulares, son los propietarios, que tienen acceso a una línea de ayudas por daños, los que deben afrontar la regeneración de sus parcelas.
Las pérdidas derivadas de los incendios de Porto do Son sobre las comunidades de montes vecinales son cuantiosas. Dos cierres ganaderos en los que pastaban 200 vacas y 110 caballos quedaron parcialmente calcinados, en tanto buena parte de los pastos se vieron también afectados. Los fuegos quemaron además alrededor de 300 hectáreas de arbolado que aún no tenía valor comercial y otras 100 hectáreas de monte ya maderable dentro de estas comunidades de montes.
Cierres ganaderos
El Distrito Forestal del Barbanza trabaja sobre ambas cuestiones. Una de las prioridades pasa por ofrecerle una alternativa de pastos a las asociaciones ganaderas que operaban en los cierres afectados por el fuego. Con ese objetivo, se habilitarán dos cierres de emergencia, uno en Xuño (Porto do Son) y otro en el monte de Oleiros (Ribeira).
«Son cierres de emergencia, uno de 90 y otro de 30 hectáreas, que permitirán afrontar los próximos meses» -explica el jefe del Distrito Forestal, Odón López.- «Acometeremos desbroces e implantación de pastizales en los nuevos cierres, pero somos conscientes de que estos nuevos recintos, de menores dimensiones a los existentes, no permiten cubrir todas las necesidades de los animales, por lo que nos haremos cargo también de parte de la alimentación suplementaria que haya que suministrar», destaca.
Los trabajos se orientarán en segundo lugar a recuperar los dos cierres afectados por el fuego. Habrá que sustituir postes de madera por otros de metal galvanizado, que se espera que sean resistentes a futuribles fuegos, y esperar la regeneración de los pastos. De acuerdo con la legislación, con carácter general el ganado no podrá pastar allí hasta dentro de dos años.
Aprovechamientos madereros
Los montes afectados por los fuegos de este verano, principalmente los de Xuño, Caamaño y Ribasieira (Porto do Son) y Oleiros (Ribeira), ya habían sufrido otro gran incendio en el 2006. Buena parte de los pinares regenerados tras aquel verano volvieron a caer en el nuevo fuego diez años después, cuando aún no tenían valor comercial.
El Distrito Forestal cifra en alrededor de 300 hectáreas la superficie que se encuentra en esa situación. «Eran montes sobre los que estábamos aplicando una buena silvicultura, estaban podados, desbrozados y ordenados; pero cuando hay un fuego como el de agosto, con fuertes vientos del noreste y altas temperaturas, resulta casi imposible parar el incendio aunque el monte esté bien gestionado», valora Odón López.
«Eran montes cuidados, en los que hacíamos podas y desbroces, pero un incendio como el de agosto era imposible de parar» (Odón López)
Ahora toca de nuevo comenzar de cero y regenerar la zona. El primer paso será la retirada de la madera quemada aún sin valor comercial. «Donde sea posible, en aquellas zonas con empresas interesadas, extraeremos la madera a coste cero. Donde no sea viable la extracción, trituraremos nosotros los restos sobre el lugar, de manera que contribuyan a prevenir la erosión», detalla el jefe del Distrito Forestal.
Las zonas que cuentan ya con aprovechamientos maderables, de valor comercial, se sacarán a subasta por vía urgente, a fin de evitar dentro de lo posible el deterioro de la madera por hongos.
Una vez retirada toda la madera, habrá que plantearse cómo enfocar la regeneración de la zona. «Pensamos que habrá una mala regeneración a partir de piñas, pero tenemos que esperar a la primavera que viene para comprobarlo. En función de la regeneración natural que haya, se valorarán posibles repoblaciones».
Actuaciones complementarias
Otra de las actuaciones prioritarias que ya está acometiendo el Distrito de manera directa es el arreglo de traídas vecinales o de particulares, a fin de restablecer lo antes posible el servicio de agua. También se están ejecutando obras para garantizar el drenaje correcto de las aguas pluviales, sin que causen daños sobre pistas forestales o propiedades particulares.
El Centro de Investigación Forestal de Lourizán, por su parte, está determinando el impacto del fuego sobre el suelo de las áreas afectadas, de cara a valorar los puntos que precisan de actuaciones para prevenir la erosión. Sobre esos enclaves se procederá al esparcido de paja con el fin de evitar el arrastre de las tierras por las lluvias. La medida facilitará la regeneración natural del terreno.
Estrategia
De cara al futuro, el Distrito Forestal espera que la investigación del incendio de Porto do Son -a todas luces intencionado, con dos focos de inicio-, pueda determinar las motivaciones que hubo detrás del fuego. Desde el Distrito descartan ya que pudiera haber intereses ganaderos o madereros en el incendio. Aclarar qué factor o factores originaron el fuego se presenta como importante para evitar que todo el trabajo que ahora se está enfrentando acabe desmoronándose como la piedra de Sísifo en un futurible nuevo fuego.