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Los precios de la leche en España se sitúan por debajo de la media europea en épocas de precios medios o altos. Lo contrario sucede cuando las cotizaciones tocan suelo, como sucedió en el 2016. Entonces, los precios en España bajan en menor medida y se mantienen por encima del promedio europeo. Así fue hasta octubre del pasado año, cuando la recuperación de precios se consolidó en toda la UE a un ritmo muy superior al español. Seis meses después, las cotizaciones en la UE se sitúan un 9% por encima de las españolas.
La recuperación deja un precio medio en febrero en la UE de 33,67 euros por 100 kilos, en tanto en España se sitúa en 30,68 euros, según los datos publicados por el Ministerio de Agricultura en el último informe de coyuntura láctea.
El modelo de negocio de la industria láctea española, centrado en buena medida en la leche líquida, explica una mayor estabilidad de los precios, sin los picos y las caídas derivadas de las cotizaciones de los productos lácteos industriales (leche en polvo, mantequilla, quesos, etc.).
Ofertas en los supermercados
Cuando en el 2016 se disparó la intervención de leche en polvo a bajos precios, las cotizaciones españolas pudieron mantenerse por encima de las europeas. Ahora que el mercado se recuperó, al conjuntarse oferta y demanda, los precios en el resto de Europa están subiendo muy por encima de la tendencia española.
Desde el sector agrario se considera que una de las limitaciones que impiden una recuperación mayor en España se sitúa en las cadenas de supermercados, que en los últimos meses han reducido los precios de la leche, con ofertas en el entorno de los 55 céntimos.
Con esos precios, razonan las organizaciones agrarias, difícilmente pueden mejorar las cuentas del resto de la cadena de valor de la leche, pues resulta complicado trasladar aumentos de precios en el campo hasta el consumidor final. La formación del precio de la leche en España continúa a ser en buena medida de arriba para abajo, es decir, del supermercado hasta el ganadero.
