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Tras el desbloqueo de Carrefour y de llegar a un entendimiento con Gadis, los ganaderos que estaban en el bloqueo de A Coruña acordaron en la tarde de ayer una pequeña pausa para ir a ordeñar y a las 11 de la noche se citaron para sacar los tractores del Carrefour con un nuevo destino, el centro logístico de Dia, en Santiago, a 60 kilómetros y tres horas de conducción bajo la lluvia. Llegaron pasadas las 3 de la madrugada, cansados por los días de bloqueos acumulados en A Coruña, casi dos semanas, pero orgullosos de los logros conseguidos y decididos a enfrentar con Dia la que se presenta cómo última ‘batalla’.
Procedentes de A Coruña, se congregaron en torno al centro logístico de Dia, en el polígono del Tambre, un centenar largo de tractores. A los ganaderos llegados de A Coruña hay que sumar a los productores que se desplazaron en turismo desde el bloqueo del Carrefour de Lugo, ya levantado, y a los que se sumarán de Lalín. Ante la cantidad de personas, la organización, a cargo de la Plataforma en Defensa del Sector Lácteo, acordó establecer turnos para controlar los accesos a Dia.
Segundo bloqueo
Al compartir Dia el mismo recinto que Mercagalicia, los ganaderos tienen que hacer un control individualizado de cada vehículo, pues los que acceden o salen del Mercagalicia sí tienen paso libre. El procedimiento de control es similar al empleado en septiembre, cuando los productores habían bloqueado también por varios días el centro logístico de la cadena.
Después, la movilización ganadera se dirigió a las industrias y no se había llegado a cerrar ningún pacto en firme con Dia. Ante la falta de respuestas de la cadena a las demandas del sector, los productores vuelven ahora con la idea de finalizar lo comenzado en septiembre. Dia es en la actualidad la única gran cadena de la distribución con la que no hay un entendimiento o un acuerdo cerrado.
Subastas electrónicas
A mayores, el grupo de supermercados, según los productores, está distinguiéndose por un sistema de adquisición de leche, las subastas electrónicas a la baja, que minimiza el margen industrial y obliga a las empresas lácteas a apretar su vez a las granjas. El propio Ministerio, en la primera reunión de la comisión de seguimiento lácteo, este otoño, había advertido de que la utilización del sistema de subasta electrónica para la compra de leche chocaba con lo firmado en el acuerdo lácteo, un acuerdo en el que la distribución se comprometía a contratos a largo plazo con las industrias para aportar estabilidad y sostenibilidad a la cadena de valor de la leche.
