Los vinos de Valdeorras se afianzan como una opción con gran demanda en la restauración

Hablamos con algunos de los referentes culinarios en Galicia, que llevan tiempo incluyendo los vinos de la Denominación de Valdeorras en sus cartas, para conocer su opinión y la de su clientela

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Los vinos de Valdeorras se afianzan como una opción con gran demanda en la restauración

Javier Míguez, gerente del grupo La Bodeguilla, de Santiago, con algunos de los vinos de Valdeorras que incluye en la carta de sus restaurantes.

Los vinos de la Denominación de Origen (DO) Valdeorras son hoy en día un pilar fundamental en las cartas de los restaurantes gallegos y se han convertido ya en uno de los referentes de los vinos gallegos en el resto de España y del mundo. Así el demuestran en su día a día los sumilleres, que comprueban de primera mano la demanda que han experimentado estos vinos en los últimos años por parte de la clientela.

Gallegos, turistas y foráneos se acercan cada vez más interesados por los vinos de Valdeorras, lo que les está abriendo camino también en proyectos culinarios fuera de Galicia. Hablamos con algunos de los referentes culinarios de las cuatro provincias gallegas para conocer la opinión que tienen sobre los vinos de Valdeorras y la respuesta de su clientela.

La Bodeguilla (Santiago, A Coruña): «Es el propio cliente quien te los demanda. Los vinos de Valdeorras se venden solos»

En el Grupo La Bodeguilla, con tres restaurantes en la capital gallega, los vinos de la DO Valdeorras llevan acompañándolos desde que comenzaron en el año 1986. «Desde nuestros inicios apostamos siempre por los vinos gallegos y entre ellos no podían faltar los de Valdeorras. En los comienzos apostamos, sobre todo, por los vinos blancos, los godellos, y luego vendrían también los tintos», explica Javier Míguez, gerente del grupo, quien recuerda los esfuerzos hechos en los años 90 a través del plan de Revitalización de los Viñedos de Valdeorras (Revival), la primera iniciativa en Galicia de recuperación de las variedades autóctonas de la vid y con la que se procuró revitalizar e impulsar los vinos de esta denominación.

Javier Míguez destaca el carácter diferenciador de los vinos gallegos, donde especialmente los blancos se convirtieron en un icono más en la variedad vinícola gallega. «Son castas muy diferenciadoras y que tienen su propia identidad», explica el gerente.

A lo largo de estos años trabajando con los vinos de Valdeorras en sus establecimientos (La Bodeguilla de San Roque, Santa Marta y San Lázaro), han comprobado también la evolución que han tenido. «Hemos ido viendo cómo los vinos de Valdeorras fueron pasito a pasito hasta consolidarse y ahora mismo son de los vinos blancos más cotizados en Galicia, con más calidad y presencia», indica Míguez al tiempo que valora los esfuerzos hechos por estos vitivinicultores. «La apuesta por la calidad que hicieron está dando sus frutos», reconoce el hostelero.

«Desde el 2014 hemos visto un cambio total de tendencia y, sobre todo, nuestros clientes gallegos nos demandan godellos de Valdeorras»

En estos más de 30 años de trayectoria hostelera, han sido testigo directo de un cambio de tendencia entre su clientela y de cómo los vinos de Valdeorras han ido ganando adeptos, sobre todo entre los gallegos. Por La Bodeguilla de San Roque, situado en pleno casco histórico compostelano, pasan en los meses de verano millares de turistas y peregrinos llegados de distintas partes del mundo, que han comenzado también a apreciar los vinos de Valdeorras. «En los años 90, el 80% de los vinos blancos que se vendían eran Rías Baixas, apenas tenían demanda los vinos del Ribeiro o de Valdeorras, sin embargo desde el 2014 se ha observado un cambio total de tendencia y vemos como, sobre todo los gallegos, fueron comenzando a pedir cada vez más los vinos de Valdeorras, hasta el punto de que ahora los godellos de esta DO son los que mayor demanda tienen», detalla.

Así, hoy por hoy, en sus locales los vinos de Valdeorras tienen un consumo muy destacado. «Son los propios clientes los que te reclaman este tipo de vinos. Ahora mismo los vinos de Valdeorras se venden solos», evidencia el gerente del grupo La Bodeguilla.

Pan de millo (O Grove, Pontevedra). «Sabíamos que debían estar en la carta para atender la demanda de nuestra clientela»

En el restaurante Pan de millo de O Grove, en Pontevedra, tenían claro que los vinos de Valdeorras no podían faltar en su carta, por eso desde que comenzaron su andadura en el 2012, cuentan con algunos de los vinos más destacados de esta denominación. «La filosofía de Pan de millo se basa en complacer el gusto de nuestros clientes y desde nuestros comienzos incluimos los vinos de Valdeorras porque la gente nos lo demandaba. La verdad es que tuvimos una reacción muy positiva en nuestra clientela hacia estos vinos», detalla Lorena Moldes, chef y propietaria del restaurante.

Los vinos de la DO Valdeorras conquistaron tanto a su sumiller, Carlos Castro, como a la clientela del Pan de millo por su frescura. «Son vinos agradables al paladar y que no tienen mucha acidez para ser un blanco gallego», valoran en el establecimiento hostelero.

Ubicado en uno de los enclaves turísticos de la costa gallega, los vinos de Valdeorras se abren camino incluso en la tierra de los albariños. Son una opción por descubrir para muchos turistas que procuran también conocer otros vinos de Galicia pese a encontrarse en pleno Salnés. «Hay clientes que nos piden directamente probar otros vinos gallegos que no sean Albariño y que quedan gratamente sorprendidos con los blancos de Valdeorras», concreta Moldes.

Vinoteca del restaurante Pan de millo, en O Grove.

Galileo (Ourense). «La gente se muestra sorprendida por la evolución tan positiva que han tenido los vinos de Valdeorras en los últimos 30 años»

Los vinos de Valdeorras siempre estuvieron presentes en la carta del restaurante Galileo, situado en la ciudad de las Burgas. «Comenzamos de mano de godellos y mencías de Joaquín Rebolledo, que ha sido una persona muy activa en la promoción de los vinos de esta zona. En estos años también fuimos incorporando nuevas propuestas, como las de Rafael Palacios. Estando en Ourense, siempre quisimos que los vinos de Valdeorras tuviesen una importancia en nuestra carta como las otras denominaciones de origen gallegas», explica Flavio Morganti, chef y dueño del restaurante ourensano.

«Viviendo en una provincia como Ourense, con 4 denominaciones de origen, descubrimos vinos muy diferentes, aunque muchos comparten la variedad de uva. Tenemos la suerte de poder disfrutar de vinos especiales debido a la altitud de sus viñedos o de su terroir. Yo soy muy respetuoso con el trabajo del campo que nos posibilita disfrutar de estos momentos con vinos únicos», reconoce el alma gastronómica del Galileo.

Los vinos de Valdeorras han ido ganando cada vez más incondicionales entre sus clientes, tal y como detalla el restaurador. «Nuestra clientela local ya conoce estos vinos y a los visitantes les gusta descubrir los matices del territorio. La gente se muestra sorprendida por la evolución tan positiva que han tenido los vinos de Valdeorras en los últimos 30 años, pasando de una elaboración más tradicional a una apuesta clara por la calidad y el cuidado en todo el proceso», valora.

«En nuestro proyecto en Alicante no podían faltar los vinos gallegos y entre ellos los de Valdeorras»

La apuesta del Flavio Morganti por los vinos de Valdeorras no sólo se limita a su restaurante ourensano. De hecho, el cocinero y empresario está inmerso en un ambicioso proyecto en la Costa Blanca dónde en su carta también ha incluido los vinos de Valdeorras. «En nuestra carta no podían faltar los vinos gallegos. Así es que de los 100 vinos que tenemos en nuestra carta tendremos unos 8 vinos de Valdeorras. Creo que es muy importante que la gente conozca la calidad del vino que tenemos en Galicia», reivindica el chef.

Campos (Lugo). «Ha habido momentos en los que el 80% de nuestra carta eran vinos de Valdeorras»

La familia Vázquez es una de las sagas hosteleras más longevas no sólo de la provincia lucense sino de Galicia, al frente del restaurante Campos desde 1952. Situado en la ciudad de Lugo, en este establecimiento hostelero también hicieron una apuesta decido por los vinos de Valdeorras. «Nos convertimos en auténticos embajadores de esta tierra y de sus vinos en aquellos tiempos en los que hubo una transformación y apuesta por la calidad. Para mí son los mejores mencías y godellos de Galicia», reivindica Manuel Vázquez, la segunda generación de este negocio hostelero y que aún colabora activamente con su hijo Nicolás, actual gerente y sumiller del restaurante.

«Para mí los de Valdeorras son los mejores mencías y godellos de Galicia»

La apuesta de Manuel por los vinos de esta denominación fue muy decida. «Ha habido momentos en los que el 80% de nuestra carta eran vinos de Valdeorras», reconoce el hostelero. Ante su clientela destacan que «estos vinos son una opción con una menor acidez a la de otras elaboraciones gallegas, siendo más redondos y secos, y la gente suele quedar satisfecha después de probarlos», detalla Vázquez.

Después de años apostando por estos vinos en su carta, Manuel insiste en la importancia de seguir incidiendo en la puesta en valor de estos vinos por su calidad, para que los esfuerzos y los resultados conseguidos no se vean empañados.

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