Madefon, un aserradero que transforma sólo madera de castaño

En Galicia hay unas 50.000 hectáreas de monte plantadas con castaño, con un volumen de talas anual de unos 30.000 metros cúbicos. Una de las principales zonas de producción es la montaña de Lugo, donde se asienta Madefon, una de las pocas empresas especializadas en aserrado de castaño en Galicia.

Se trata de una cooperativa creada en el año 1997 y formada por 5 socios: José Manuel F. Pérez, su hermano Gustavo, Carlos López, José Manuel Fernández Álvarez y Manolo Rodríguez. Cuentan en la actualidad con una plantilla de 6 trabajadores y transforman unas 4.000 toneladas de castaño al año.

“Nosotros en el monte nunca hemos cortado, lo que hacemos es comprar a empresas forestales que se dedican a la saca, compramos la madera por tonelada”, explica José Manuel Pérez. “Nosotros nos surtimos en un radio de 80 km, pero fundamentalmente aquí en la comarca de A Fonsagrada. Estamos en una zona en la que aún hay castaño y entre el 60 y el 70% de la madera que transformamos sale de la propia comarca, es madera local”, destaca.

Entre el 60 y el 70% de la madera que transformamos sale de la comarca de A Fonsagrada

Es una forma así de valorizar la materia prima que se corta en los montes de la zona y que de otra manera tendría que marcharse fuera para ser procesada, ya que a día de hoy Madefon es el único aserradero que queda en A Fonsagrada después de que los otros dos que existían hayan acabado cerrando.

Aumento de la demanda e incremento moderado de precios

En el último año la madera de abeto laminado que venía de centroeuropa ha incrementado notablemente su valor, hasta prácticamente duplicar el precio, y lo mismo le ha pasado al roble americano, lo que ha hecho más competitiva la madera de castaño.

Un metro cúbico de madera serrada de castaño vale unos 900€

“El castaño ha subido algo, porque el transporte, la electricidad o los costes sociales también han subido, pero no ha sufrido esa variación tan importante de precio, no se ha disparado como ha pasado con las otras maderas. Es una madera que siempre se mantiene más estable”, asegura José Manuel.

En lo que sí se ha notado es en la demanda, que se ha incrementado de forma importante en los últimos meses a consecuencia del encarecimiento de las otras maderas. “Lo que nos ha influido de manera positiva ha sido sobre todo la subida experimentada por el roble, tanto el de origen europeo como el americano, que también se ha disparado de precio en el último año y medio o dos años, y eso ha hecho que tenga más demanda el castaño, hasta el punto de que nos hemos quedado casi sin stock”, explica.

Cambio de mentalidad en los propietarios forestales

En sus 25 años de funcionamiento, Madefon ha ido mejorando las instalaciones y modernizando la maquinaria para adaptarse a las exigencias técnicas y a las nuevas demandas del mercado.

«En vigas grandes nos surtimos fundamentalmente de Francia, porque aquí no hay piezas que puedan dar largos de más de 6 metros. La madera que tenemos en Galicia es de buena calidad, pero tenemos un problema de forma por falta de una selvicultura adecuada. Hasta ahora no la ha habido y por eso tenemos la madera que tenemos”, explica.

El padre de José Manuel y de Gustavo ya tenía un aserradero

Pero José Manuel ve un cambio en los últimos años. “Yo pienso que ahora los propietarios cuidan más el monte. La madera no es plantarla y dejarla ahí, hay que hacerle un trabajo, porque la madera se hace. Las distancias de plantación, las podas y limpiezas con aspectos fundamentales para tener después madera de calidad y yo veo que la gente cuida ahora más esas cosas”, dice.

En la comarca de A Fonsagrada la especie predominante en las repoblaciones es el pino pero también se está plantando algo de castaño. “Hay que partir de la base que es una especie minoritaria, pero desde la Administración se está tratando de promover la plantación de frondosas», valora. 

La madera se hace, y yo creo que los propietarios cuidan más ahora el monte

Pero la superficie con monocultivo de castaño para producción de madera es todavía escasa. La mayoría de sus proveedores trabajan otras especies, como el pino, y en las cortas que realizan, cuando aparecen pies de castaño dentro de bosques mixtos, van apartando esas piezas con destino a Madefon. 

Envíos fuera de Galicia

Trabajan con clientes de toda Galicia y también de otras zonas del Estado. “Mandamos madera para Sevilla, para Salamanca o para las Baleares. Ahora mismo, por ejemplo, tenemos una obra grande en Ibiza”, cuentan. «Ha sido complicadísimo porque en A Fonsagrada no se consume el volumen de madera que nosotros fabricamos, podemos vender aquí un 3%, pero tuvimos que buscar mercados fuera», reconoce.

«La madera, en general, ahora está de moda y yo veo que los arquitectos y los decoradores están apostando por ella. Ha tardado mucho, pero ahora la madera está en auge por varias razones, pero sobre todo porque es un material renovable y menos contaminante, que en su proceso de fabricación requiere de un menor consumo energético», destaca.

Ha tardado, pero la madera en general está ahora de moda

Salvo en determinadas rehabilitaciones, la madera más empleada en construcción a día de hoy siguen siendo las coníferas, aunque José Manuel considera que «si el uso de la madera despega, las frondosas autóctonas tendrán también su hueco». No entiende determinadas reticencias a su uso porque «la madera maciza de castaño tiene unas normas de clasificación y está igualmente en el código técnico de edificación», dice.

Importante capacidad de secado

Además de madera serrada en verde para fabricación a medida de vigas y pontones, Madefon también produce tabla y tarima de castaño. Son productos que requieren de un largo proceso de secado, para lo cual disponen de tres secaderos con capacidad para 240 metros cúbicos de madera.

Después del oreo, la tabla pasa de media unos 45 días en los secaderos antes de salir al mercado

El calor necesario para el proceso de secado es generado mediante una caldera de biomasa que aprovecha los residuos producidos en el propio aserradero (cáscara, serrín, viruta, tacos y otros desechos del proceso de aserrado).

En los secaderos la madera pasa hasta 50 días, aunque el tiempo necesario depende de cómo entre. “Si entra muy aireada hacen falta menos días”, explica José Manuel, que detalla el proceso que siguen: “Traemos el tronco, se sierran las tablas y salen al exterior donde se almacenan estibadas para el oreo. En esa explanada estarían el máximo tiempo posible, en función de la demanda que haya, porque para la madera es bueno ese aireado fuera. Y luego ya sería cuando entrarían al secadero para el proceso final antes de la clasificación y salida al mercado”.

El proceso completo dura entre 7 y 8 meses. “Un castaño cortado hoy en el monte no está listo para procesos de segunda transformación nunca antes de esos 8 meses, lo que encarece el precio final del producto por los gastos de almacenaje y de los procesos intermedios de aireado y secado”, indica.

El proceso completo dura entre 7 y 8 meses, desde que el castaño es cortado en el monte hasta que el producto sale con destino al cliente final

Al estar vinculada en muchos casos a obras estructurales o en cubiertas, el pico de la demanda se produce durante los meses de la primavera y el verano. En el caso de vigas y pontones fabrican prácticamente a medida que les van llegando los pedidos. En otro tipo de productos, como tabla o tarima, tienen que hacer una previsión de producción con varios meses de antelación. “Tienes que acopiar material para ir rotando y poder suministrar a los clientes cuando te piden”, explica José Manuel. Aunque tratan de tener siempre stock suficiente, con el aumento de la demanda en este momento tienen poco producto almacenado.