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En Melide, el Concello decidió suspender la feria de los domingos por la alta incidencia del coronavirus, en tanto en Santiago se reducen los puestos de venta exteriores de la plaza de abastos. Las organizaciones agrarias piden que se reconsideren las medidas, pues consideran que las ferias tienen menos riesgos que los supermercados, que mantienen su actividad habitual
La alta incidencia que está alcanzando el coronavirus en determinados municipios está llevando a nuevas restricciones de ferias y mercados. En Melide, el Concello decidió cancelar la feria de los domingos, una situación ante la que el Sindicato Labrego anuncia acciones judiciales, pues considera que se trata de una medida “absurda y arbitraria” que no obedece a criterios sanitarios o científicos.
La organización agraria recuerda que la Consellería de Medio Rural elaboró un protocolo para la celebración de ferias durante la crisis sanitaria. Para el Sindicato Labrador, los mercados de alimentos al aire libre ofrecen mayores garantías sanitarias que la venta en locales cerrados, “por lo que no entendemos que, si cierran la feria de alimentos, no cierren de igual modo los supermercados”, cuestionan.
Mientras en Santiago, la Plaza de Abastos decidió reducir los puestos exteriores de venta de productos agroalimentarios de cercanías, una decisión que es criticada por la Fruga, que pide que la gerencia de la Plaza de Abastos reconsidere esa decisión. Demandan soluciones tanto de la Plaza como del Gobierno local para que todas las personas que operaban en el mercado puedan seguir vendiendo sus productos.
Las organizaciones agrarias recuerdan que estamos en época fuerte de producción de productos de la huerta y frutas, por lo que aquella parte de la producción que no se venda, se perderá, con los conseguintes perjuicios.
