Español
El sacrificio de corderos en matadero representa en Galicia un coste medio de 8 – 15 euros por animal, según las estimaciones de Ovica, la asociación que agrupa a los criadores de ovino y caprino de la comunidad. A ese costo hay que sumarle los gastos de desplazamiento y la realidad de que la gran mayoría de las 19.600 ganaderías gallegas de ovino y caprino son pequeñas explotaciones, con pocos sacrificios simultáneos. «Los desplazamientos y las tarifas de los mataderos repercuten mucho en el precio de la carne», explican los técnicos de Ovica.
Ese panorama lleva a que alrededor de un 70% de los sacrificios de ovino y caprino se efectúen en Galicia fuera de los mataderos. Tampoco es mejor el escenario para las granjas artesanales de aves y conejos, que al problema de los costes suman la dificultad de la escasez de centros de sacrificio.
La cuestión de fondo es la falta de control sanitario sobre los sacrificios irregulares, que hasta ahora se venían practicando con una cierta permisividad. Como reconocen en el sector ovino, «nunca pasa nada hasta que pasa». Para encarar la regularización, dos son las vías que hay sobre la mesa, los mataderos móviles y la normativa europea que permitiría sacrificios en instalaciones habilitadas en las granjas.
La alternativa más próxima en la que trabajan las Administraciones es la de los mataderos móviles. En los próximos meses, se espera que la Xunta promueva a nivel de toda Galicia un matadero móvil para ovino, caprino y aves; en tanto el Concello de Brión, en colaboración con la Deputación de A Coruña, trabaja también para impulsar un servicio móvil de sacrificio de aves y conejos, siguiendo un ejemplo ya en marcha en Italia, que se puede ver en el siguiente vídeo.
El proyecto de la Xunta, anunciado hace un par de años en el Parlamento, consistiría en un camión equipado de sala de sacrificio, sala de despiece y zona frigorífica, todo ello controlado por un veterinario oficial. Con esta iniciativa, Medio Rural, que confirma que sigue con los trámites del proyecto, busca prestarle un servicio tanto a las ganaderías de ovino y caprino como a asociaciones de productores de aves, caso de las de Vilalba o Vila de Cruces.
Matadero móvil en A Coruña para aves y conejos
En A Coruña, el Concello de Brión, en colaboración con la Deputación provincial, tiene previsto impulsar en los próximos meses un matadero móvil para aves y conejos, que estaría orientado principalmente a granjas artesanales y también a pequeñas explotaciones de autoconsumo. La iniciativa es una segunda fase del centro de transformación de productos agroalimentarios que impulsaron ambas instituciones en Brión el pasado año. La puesta en marcha del matadero móvil, que probablemente prestará servicio en buena parte de la provincia, estaba previsto para 2020, pero el coronavirus retrasó el proceso, que se espera ahora para 2021.
La agente de desarrollo local de Brión, Dora Vieiro explica que el matadero móvil contará con un registro sanitario y que la idea inicial es acompañar el servicio de un transporte frigorífico. «El objetivo es enviar los animales sacrificados y preparados a las cámaras frigoríficas de los clientes finales, sea restauración, colegios o tiendas», señala. También existiría la posibilidad de que la propia granja habilite cámaras propias en caso de querer quedarse con los animales.
La iniciativa se orienta a granjas artesanales que trabajen con protocolos de cría ecológica. «Estableceremos unos requisitos de crianza y transporte, un protocolo y un asesoramiento, como ya hicimos con el centro de transformación de productos agroalimentarios», detalla Dora Vieiro.
Los sacrificios en granja, la «tierra prometida» que permite Europa pero que sepultó la burocracia
La puesta en marcha de los mataderos móviles es una solución que en el sector consideran que puede ser eficaz para las granjas artesanales de aves y conejos, pero hay más dudas con el ovino y caprino, un sector que abarca a 19.600 explotaciones en toda Galicia. «Las ganaderías consideran que lo más práctico sería permitir los sacrificios en granja, para lo cual habría que habilitar instalaciones adecuadas y cámaras frigoríficas», explican los técnicos de Ovica.
Ovica le trasladó una propuesta en tal sentido a la Xunta, especificando los requisitos que deberían cumplir los mataderos en las explotaciones, así como la gestión de residuos y materiales específicos de riesgo. «Es la alternativa que facilitaría una venta directa en la ganadería y la profesionalización del sector», valoran en Ovica, que señalan la posibilidad de recurrir a planes de mejora para crear instalaciones idóneas en las granjas.
«Estamos hablando de inversiones que pueden ser importantes, pero si pensamos que una ganadería que lleve 200 corderos al año al matadero tiene que pagar por ellos unos 2.000 euros, sin contar los desplazamientos, vemos que es una inversión que se podría amortizar en pocos años», destacan.
Normativa
La posibilidad de autorizar sacrificios en las granjas es permitida por Bruselas desde hace una década, siendo aprovechada por estados miembros como Dinamarca. En España, sólo hay constancia de una experiencia piloto en una granja de ovino en Cataluña, apoyada por la Generalitat en el 2016, pero ninguna Administración más ha dado el paso de implicarse en la regularización de los sacrificios en granja.
En Galicia, el decreto de artesanía alimentaria de la Xunta obvió la cuestión de los sacrificios, en tanto que de la Administración estatal se espera desde hace años un decreto regulatorio que no llega.
Entre los productores, hay consenso en que la autorización del sacrificio en la granja sería la vía más adecuada para regularizar las matanzas. «Es la solución para dinamizar el sector. Se ha desarrollado en otros Estados miembros y se podría hacer aquí, pero falta actitud. Mucho me temo que la Administración no quiere lidiar con la carga administrativa de que sus veterinarios tengan que atender a los mataderos que se creasen en las granjas», reflexiona Joan Alibés, productor de ovino y caprino y presidente de la Sociedad Gallega de Pastos y Forrajes.
Sobre las posibilidades del matadero móvil, Alibés considera que no será operativo por cuestiones logísticas, «ya que no podrá ofrecer servicio en cada comarca con la frecuencia que precisan las explotaciones», valora.
Entre tanto, estos días trascendió una operación por la que la Guardia Civil intervino animales sacrificados en una granja en Nadela (Lugo) y cerró un centro de sacrificio clandestino en Esperante (Lugo). La operación, que llevaba por nombre Matachín, plantea una vez más la necesidad de buscar soluciones tanto para las ganaderías que comercializan sus animales como para los sacrificios de autoconsumo.
