Mejora la calidad del silo de maíz en Galicia pero empeora la del silo de hierba

Un trabajo del CIAM y del LIGAL constata la reducción de la proteína bruta en los silos de hierba de Galicia entre 2003 y 2015. “La principal causa es la substitución de praderas polifitas con leguminosas por praderas monofitas de raigrás italiano”, apuntan.

Mejora la calidad del silo de maíz en Galicia pero empeora la del silo de hierba

Los silos de hierba elaborados en Galicia están perdiendo calidad nutritiva en cuanto a proteína bruta, mientras que por el contrario los de maíz mantienen e incluso mejoran sus propiedades. Esta es la principal conclusión del trabajo colaborativo entre el Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo (CIAM) y el LIGAL y que este martes fue presentado en Lugo por la investigadora Sonia Pereira en el marco del 55 Congreso de la Sociedad Española para el Estudio de los Pastos (SEEP).

Bajo el título de “Calidad de los ensilados de hierba y de maíz en las explotaciones lecheras gallegas”, investigadores del CIAM y del LIGAL analizaron los resultados de estos forrajes entre 2003 y 2015.

Partiendo de que las ganaderías gallegas emplean en la ración diaria de las vacas sobre un 40% concentrado y 60% forrajes conservados y de que los forrajes producidos en las explotaciones constituyen la fuente alimenticia más
barata para la producción de leche, los investigadores establecieron unos baremos para clasificar la calidad de los forrajes a partir de su contenido energético y proteico.

En concreto, para el silo de hierba una calidad satisfactoria tendría una Digestibilidad de la Materia Orgánica (DMO) igual o mayor que 68 y una proteína bruta igual o mayor que el 13% de la materia seca; sería aceptable con unos niveles de DMO de entre 68 y 62 y de entre 13 y 11 de PB; mientras que se clasificaría como deficiente con menos del 62% de DMO y del 11% de proteína bruta. Para el silo de maíz, los niveles de un silo satisfactorio, se establecieron con una DMO igual o mayor que 68, un PH igual o menor que 4 y un contenido de almidón igual o mayor que el 30% de la materia seca. Para calidad aceptable los niveles son de entre 62 y 68 de DOM, de 4 a 4,4 de PH y del 30 al 27% de almidón, mientras que el silo sería deficiente con una DMO menor de 62, un PH igual o mayor que 4,5 y menos del 27% de almidón.

Baja la DMO y la Proteína Bruta de los silos de hierba

En total se analizaron para este trabajo durante el período 2003-2015 una cantidad de 13 097 muestras de ensilado de hierba y de 10 230 muestras de ensilados de maíz procedentes de granjas lecheras recibidas para su análisis en el Laboratorio Interprofesional Galego de Análise do Leite (LIGAL). presentan en este trabajo los resultados del seguimiento de la composición, valor nutricional y calidad fermentativa de los ensilados de hierba y maíz en las explotaciones lecheras gallegas en los últimos 13 años (2003 a 2015).

CALIDADE_ENSILADO_HERBA_CIAM

El resultado expuesto muestra una evolución positiva a lo largo del tiempo para la calidad fermentativa de los ensilados de hierba, relacionado con un elevado contenido en materia seca (MS) de las muestras, pero una tendencia negativa en cuanto a la digestibilidad de la materia orgánica (DMO) y contenido en proteína bruta (PB), lo que sugiere la necesidad de revisar el manejo agronómico seguido en las explotaciones.

Así, la proteína bruta bajó de 13,9 a 12,2 en los trece años analizados, quedándose en una media del 12,7%. Una evolución que, según Sonia Pereira, “más que al retraso en el corte de la hierba, se debe a la substitución de las praderas polifitas con raigrás y leguminosas de las pequeñas y medianas explotaciones, por praderas monofitas de Raigrás italiano -una especie con menor contenido en proteína- en las explotaciones de mayor tamaño”, según explicó Sonia Pereira.

CALIDADE_ENSILADO_MILLO_CIAM

Por el contrario, los ensilados de maíz mostraron, de forma consistente, un valor nutricional elevado y una buena calidad fermentativa a lo largo del período considerado.

“Los valores medios de las muestras de los ensilados de hierba (DMO 63,2%, PB 12,7 %MS) y de los de maíz (DMO 70,5%, PB 8,1 %MS) ponen de manifiesto la complementariedad de ambos forrajes en las dietas del ganado vacuno lechero”, concluyen los investigadores del CIAM y del LIGAL.

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