Menos patata en A Limia y más tardía pero con previsión de mejores precios

La recogida de la patata en la comarca ourensana este año va con retraso debido a una siembra también tardía. Prevén ya una reducción de la producción de entre el 25 y el 40% dependiendo de las variedades. Los precios en este inicio de campaña están al alza

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Menos patata en A Limia y más tardía pero con previsión de mejores precios

La campaña de recogida de la patata en A Limia vendrá marcada este año por las consecuencias del retraso en la siembra lo que provocará, segundo apuntan desde el sector, no sólo que comience más tarde que otros años sino también una reducción de la producción. Aunque ahora sólo comenzaron a arrancarse algunas fincas, las primeras estimaciones apuntan a que la producción se reducirá entre un 25 o un 40% dependiendo de las variedades.

La mayor parte de las patatas se sembraron en el mes de junio y algunas a finales de ese mes o en julio. Esta campaña muy pocos agricultores pudieron sembrarlas en marzo o abril, los meses habituales para plantarlas, debido a las intensas lluvias. Pese a ello, la superficie de patatas plantadas se sitúa de nuevo en torno a las 3.500 hectáreas de cultivo profesional, y alcanza las 4.000 totales en esta comarca ourensana. Aunque se contaba que al retrasarse la siembra también disminuyesen las plantaciones, los agricultores ya compraran las patatas para la siembra y optaron por plantarlas por lo que la superficie no se vio reducida.

La cosecha de la patata se prevé más tardía y gradual debido a que la siembra se retrasó más de mes y medio

Así, se prevé que la mayor parte de los agricultores comenzarán la recogida a finales de este mes y en octubre y que se prolongará hasta noviembre, si las lluvias del otoño no obligan a recogerlas antes. «A la patata aún le queda prácticamente un mes para formarse y para tener producción», explica Servando Álvarez, director del Centro Agroganadero del Inorde, en Xinzo. Con él coincide también el presidente de la Asociación de Productores de Patata de A Limia, Amador Díaz, que destaca el retraso en la recogida ya que «hay muchas fincas con patatas con la planta muy verde». Además, las elevadas temperaturas que se están registrando favorecen que se demore la cosecha para evitar problemas posteriores en la conservación de la patata.

Reducción de un 25% en la producción de Kennebec

Por ahora se están recogiendo aquellas patatas que se sembraron más temprano y las de zonas más tempraneras, sobre todo en las que se plantó patata blanca, de la variedad Kennebec, amparada por el Consejo Regulador. Esto permite obtener ya las primeras estimaciones. Servando Díaz apunta que «se aprecia que la planta tiene unos tubérculos de calibre comercial, sin ser muy grandes, pero hay una reducción del número de patatas por planta. La Kennebec ya no es de dar muchos tubérculos por pie pero suele estar en los 10 o 12 por planta y este año está entre los 5 o 6», puntualiza.

En parcelas de regadío, donde sembrada en tiempo se podían superar los 40.000 kilos por hectárea, este año se sitúa en torno a los 30.000, lo que deja una reducción de la producción de cerca del 25%. La reducción es más acusada en las fincas de secano, donde supera ese 25% ya que las lluvias de junio y julio no fueron suficientes para atender las necesidades hídricas de la patata.

En el resto de las variedades, las más industriales como Agria o Fontán, Servando Álvarez explica que «es muy pronto ya que sólo se están haciendo pequeñas catas para ver cómo está el cultivo. Falta por ver cómo se comporta la patata en este último mes». Sin embargo, el experto apunta a que haya una reducción de la producción aún más importante, en torno a un 30 o 40% menos que otros años.

Las lluvias y el mildiu reducen la producción

El retraso en la siembra es una de las principales causas que apuntan como causante en la reducción de la producción. «Las condiciones no fueron las mejores cuando se plantaron y tampoco ayudó el frío y las lluvias de después», señala Amador Díaz, que es también productor en esta zona. «Las lluvias de tormenta en los meses de junio y julio se produjeron justo en el momento de germinación de las patatas y a la planta no le sentaron bien», matiza Álvarez.

Además de las lluvias, los ataques de mildiu también condicionaron la producción, ya que pararon el crecimiento del cultivo en el momento más delicado, en plena formación de los tubérculos, como apuntan desde el Centro Agroganadero del Inorde. «La planta intenta frenar ese ataque de mildiu y corta el proceso de formación de tubérculos para defenderse del hongo», detalla Servando Álvarez.

Los agricultores incrementaron los costes de la producción del cultivo al intentar atajar el incidente de mildiu, como explica Daniel Joga, productor y almacenista en San Pedro de Laroá, en Xinzo de Limia. «Primero muchas de las parcelas estaban encharcadas y la siembra se retrasó y luego tuvimos que gastar más para intentar frenar los ataques de mildiu», apunta el productor. Daniel tampoco prevé comenzar la cosecha hasta octubre pero también estima una reducción de la cosecha.

Precios al alza en el comienzo de la temporada

Por el momento, el precio está al alza y hay un aumento muy sustancial con respeto a la misma época del año pasado, sí bien la campaña pasada había acusado una bajada de los precios. Sin embargo ahora incluso se sitúa muy por encima de los 24 céntimos por kilo que se habían conseguido de media en el 2016. «Ahora la Kennebec está teniendo un buen precio, ya que hay poca y está muy buscada», explica Amador Díaz.

En esta línea las primeras cotizaciones en la Lonja de León ratifican esta tendencia y la patata comenzó a cotizarse a un precio medio de entre 210 y 280 euros por tonelada, cuando hace un año en estas mismas fechas los precios oscilaban entre los 40 y los 90 euros por tonelada. Además, el descenso de producción también parece darse en otros países como Francia, donde los precios se sitúan entre los 100 y los 150 euros la tonelada, o en Bélgica, Alemania o Holanda donde se estima una caída de más de un 25% en la producción.

Cotizaciones de patata en la Lonja de León

Cotizaciones de patata en la Lonja de León

El punto clave para el precio puede producirse cuando comience a llegar la patata procedente del centro de España. Hay que tener en cuenta que el retraso en la plantación no sólo fue en Galicia, sino que va con retraso también en zonas como Salamanca o Burgos. En el momento en que comience a llegar esa patata puede darse un boom en el mercado que haga bajar el precio, como apuntan desde el sector.

«Puede ser un buen año para almacenar las patatas y conseguir precios altos vendiéndolas a comienzos del año que viene»

«Este año viene muy bueno de precios pero falta ver cómo se comporta el mercado cuando entre la patata procedente de las zonas del interior de España y como se comporta ante la patata foránea», apunta Servando Álvarez. El experto también indica que «parece lógico que este año, aquel agricultor que cuente con unas instalaciones suficientes y perfectamente preparadas para un almacenaje para mantenerlas hasta enero o febrero consiga unos precios altos».

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