Monte Rioboo, 25 años del proyecto de ordenación del primer monte privado de Galicia

La finca, ubicada en O Valadouro (Lugo), suma una superficie de 203 hectáreas y se orienta principalmente a la producción de pino insigne y de pino de Oregón. La planificación de su aprovechamiento corresponde a la Asociación Forestal de Galicia

Monte Rioboo, 25 años del proyecto de ordenación del primer monte privado de Galicia

Vista panorámica del monte Rioboo. / Imágenes: Asociación Forestal de Galicia y Cose.

El monte Rioboo, ubicado en O Valadouro (Lugo), fue a comienzos de los años noventa el primer monte privado de Galicia inscrito en el registro de montes ordenados. La finca, que suma un total de 203 hectáreas, se había dedicado hasta aquel momento a un aprovechamiento mixto, con 120 hectáreas rasas destinadas a usos ganaderos y 80 hectáreas arboladas, aunque sin tratamientos silvícolas. Su propietario, Miguel Ángel González, le encargó entonces a la Asociación Forestal de Galicia la elaboración de un proyecto de ordenación con el objetivo de convertir los terrenos en una explotación forestal que le ofreciera rentas periódicas. Era el año 1992.

En la primera fase de ordenación, a partir de 1993, se repoblaron 140 hectáreas y se construyeron 15 kilómetros de caminos

Un cuarto de siglo después, el monte encara ya su tercer proyecto de ordenación forestal, para el periodo 2016-2025, con la perspectiva de acercarse a los 3.000 metros cúbicos de talas anuales posibles, un escenario que garantiza tanto un aprovechamiento sostenible del monte como la generación de rentas forestales.

Aprovechamientos productivos
Para llegar a ese punto, fue precisa una fuerte apuesta de inversiones iniciales. Durante el primer periodo de ordenación, 1993-2002, se repoblaron 140 hectáreas, se construyeron 15 kilómetros de caminos y se abordó el manejo silvícola de las masas existentes, conformadas por pinos y por eucalipto globulus.

El monte cuenta en la actualidad con 120 hectáreas de pino insigne, 26 de pino de Oregón, 8,2 de frondosas y 2 de eucalipto nitens

Las repoblaciones orientaron la finca a la producción de madera de coníferas, un enfoque que se mantendrá en los próximos años. La superficie productiva se divide en la actualidad en 120 hectáreas de pino insigne (Pinus radiata), 26 hectáreas de pino de Oregón (Pseudotsuga menziesii), 8,6 hectáreas de frondosas (abedul, cerezo, arce, fresno) y 2 hectáreas de eucalipto nitens.

La idea para el nuevo periodo 2016-2025 es continuar trabajando con coníferas y extender el cultivo de nitens a zonas de baja productividad, en las que las coníferas no prosperan. Al estar ubicado el monte Rioboo a una altitud media superior a los 500 metros, en las estribaciones de las sierras de Buio y del Xistral, queda descartado el eucalipto globulus, que tiene su tope en los 400 metros.

Superficie de conservación

El proyecto de ordenación también reservó alrededor de 30 hectáreas como superficie de conservación (18 hectáreas de matorral, 3 hectáreas de bosque autóctono, 9 hectáreas de praderas, 1,1 hectáreas de bosque ajardinado y 0,9 hectáreas de superficie experimental). El monte cuenta con certificación PEFC y en breve se certificará también en FSC.

Desde la Asociación Forestal de Galicia destacan que el manejo de la finca consiguió armonizar la producción forestal, la conservación del bosque autóctono y la ganadería, empleada ahora para mantener sin matorral las praderas que rodean las edificaciones.

Plantación de pino de Oregón en el monte Rioboo.

Plantación de pino de Oregón en el monte Rioboo.

Manejo silvícola de las coníferas
El principal pilar productivo del monte Rioboo son las coníferas. Su plantación se ejecutó en marcos de 4×3 metros, con densidades iniciales de 830 pies por hectárea y empleando siempre planta en envase de origen conocido y garantizado. La preparación del suelo también fue cuidadosa: doble subsolado profundo, con una separación de 40 centímetros y con preparación posterior del agujero de plantación. En el momento de la plantación se aplicó una dosis de 30 gramos de abono complejo NPK con alta proporción de fósforo y de potasio.

Los mejores suelos se reservaron para el pino de Oregón, que tiene un turno de corta estimado en 45 años

En cuanto al manejo silvícola de las repoblaciones, las podas en el pino de Oregón comenzaron a partir del tercer año, y en pino radiata a los 8 años. La altura de poda oscila entre los 3 y los 5 metros y se centra en la poda de ramas finas, con el objetivo de garantizar una rápida cicatrización de las heridas y de evitar la formación de nudos.

Algunos de los mejores sitios del monte, con suelos profundos y bien drenados, se reservaron para el pino de Oregón, que se está desarrollando a la perfección. Su turno de tala está estimado en unos 45 años, en tanto que el pino radiata ubicado en zonas de buena calidad productiva se podrá cortar en unos 25 años. El radiata en áreas de calidad productiva baja, en cambio, tendrá que esperar unos 35 años, según las estimaciones de la Asociación Forestal de Galicia, que presta asistencia técnica en la gestión del monte.

Los crecimientos medios del pino radiata se estiman en 20-23 metros cúbicos por hectárea y año en los terrenos de mayor calidad y de 12-15 metros cúbicos en los de baja aptitud, en tanto el pino de Oregón ronda los 13 metros cúbicos por hectárea y año.

Frondosas
Los bosques de plantación de frondosas caducifolias ocupan en la actualidad 9 hectáreas, distribuidas en varios rodales. El más extenso, de 4,5 hectáreas, es una plantación mixta de fresno, arce y cerezo de 16 años, con una densidad de 600 pies por hectárea. Se aplicaron podas de formación en los primeros años y podas de calidad al alcanzar los árboles los 10 centímetros de diámetro.

Visita reciente organizada por la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España al monte Rioboo.

Visita reciente organizada por la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España al monte Rioboo.

Historia de la propiedad

La orden de los franciscanos, que se instaló en Viveiro a comienzos del siglo XIII, tuvo una influencia relevante en la comarca durante cinco siglos. Una amplia superficie del territorio de Viveiro y de O Valadouro pertenecía a esta orden, incluido el monte Rioboo.

Desde comienzos del XIX, los sucesivos procesos de desamortización permitieron que los vecinos que habitaban la zona se hicieran con las tierras, que continuaron trabajándose de manera tradicional hasta mediados del siglo XX. El aprovechamiento se basaba en cultivos de autoconsumo, estibadas de cereales y en el ganado extensivo, para el que había pastos y esquilmo en el monte. Posteriormente, hubo también experiencias con vacuno de leche y praderas de secano.

El progresivo abandono de la zona permitió que el actual propietario, Miguel Ángel González, iniciara en 1967 la adquisición de terrenos y lugares, un proceso que culminó en 1980 al reunir las diferentes propiedades en una única finca, que se mantiene indivisa hasta la actualidad.

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