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La situación de bloqueo de precios de la leche en el campo ha llevado a Unións Agrarias a anunciar el inicio de movilizaciones. Las dos primeras serán el jueves 11 de noviembre ante las plantas de Larsa (Outeiro de Rei, Lugo) y Lactalis (Vilalba, Lugo). La organización agraria considera que estas dos industrias son las “principales culpables” de la congelación de precios en el campo.
Unións acusa a ambas industrias de beneficiarse de un aumento de rentabilidad en las últimas semanas, al recuperarse los precios de venta al público en los supermercados. Si esa recuperación no llega al campo -razona Unións-, “es porque las industrias se están quedando con el dinero”.
El aumento de costos de producción está representando un serio problema para las granjas de leche, que se ven incapaces de trasladar ese aumento de costos al resto de la cadena. Las subidas que experimentan las granjas afectan a prácticamente todos los insumos, desde alimentación animal a combustible, plásticos y fertilizantes, así como a la energía eléctrica.
Dada la situación, desde las organizaciones agrarias y cooperativas mantuvieron en los últimos meses conversaciones con las cadenas de supermercados para hacerles ver la necesidad de encarecer las marcas blancas de leche, a fin de que ese dinero compensara a las granjas por el aumento de los costos. Tal subida que se reclamaba desde el campo ya se fue formalizando en las últimas semanas en la mayoría de cadenas de la distribución, pero apenas está llegando a las granjas.
Sólo industrias que trabajan con Mercadona, como Naturleite y Entrepinares, procedieron a una subida significativa (2 céntimos), en tanto Pascual subió 1 céntimo y Leche Celta anunció una subida de entre 0,5 y 1 céntimo. El resto de industrias apenas hicieron movimientos por el momento, salvo cooperativas que optaron por estrechar al máximo sus márgenes para beneficiar a los socios.
Unións recuerda también en nota de prensa que el precio de la leche en Galicia es el más bajo del Estado y tiene una diferencia de casi 3 céntimos con el de Asturias, donde la empresa propietaria de Larsa, Central Lechera Asturiana, paga precios sensiblemente mayores a los abonados en Galicia por Larsa.
