¿Puede ser el ozono una alternativa para atajar el mildiu en los viñedos?

El proyecto piloto Vitiozón prueba la eficacia del ozono en cepas de las Rías Baixas para comprobar si es una opción frente a los tratamientos químicos que se emplean para atajar esta plaga. Conocemos la experiencia y los resultados iniciales

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¿Puede ser el ozono una alternativa para atajar el mildiu en los viñedos?

Instante de la presentación de los resultados del proyecto Vitiozón realizada en Leiro con viticultores y expertos.

La presión para reducir el uso de tratamientos fitosanitarios químicos en la agricultura en general hace que se estén probando diferentes productos en la búsqueda de alternativas más sostenibles y que generen un menor impacto ambiental. Una de las opciones a estudio es el empleo del ozono para atajar plagas como el mildiu o el oídio en el viñedo.

Este es precisamente el objetivo del proyecto Vitiozón, promovido por la bodega Martín Códax, de la DO Rías Baixas y desarrollado por la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (Evega) que también contó con la Universidad de Santiago de Compostela. Los primeros resultados de este trabajo fueron presentados recientemente en una jornada técnica que contó con viticultores e investigadores, celebrada en Leiro y en la que se dieron a conocer distintas propuestas innovadoras en la viticultura.

La experiencia práctica de un de los viticultores socios de la bodega con el uso del ozono para el tratamiento de aguas para acuicultura hizo que se decidiese a diseñar un prototipo para el empleo del ozono en el viñedo. Esta fue la primera aportación de la bodega con el uso del ozono. “Aquellos primeros resultados no fueron concluyentes, pero seguimos investigando con la intención de probar en los viñedos para ver si el ozono resultaba una técnica alternativa o complementaria en la protección del cultivo”, explican desde el departamento técnico de Martín Códax.

¿Por qué emplear ozono en el viñedo?

El proyecto Vitiozón se centró en comprobar la eficacia que puede tener el ozono para combatir el mildiu, por la incidencia que tiene la plaga, sobre todo en las viñas de las Rías Baixas. En la bodega Martín Códax, durante la campaña 2020 se registraron 80 infección secundarias de mildiu desde la brotación hasta el envero.

Las restricciones al empleo de las materias activas clásicas de protección de los cultivos y la dificultad por parte de las empresas fitosanitarias para registrar nuevas obliga a procurar alternativas en los tratamientos

Desde la bodega también señalan que optaron por estudiar los beneficios del uso del ozono para procurar una reducción de usos de plaguicidas. Además, los cambios que se produjeron en los tratamientos, luego de las restricciones al empleo de las materias activas clásicas de protección de los cultivos y la dificultad por parte de las empresas fitosanitarias para registrar nuevas materias activas obliga a procurar alternativas.

El uso del ozono se estudió en este proyecto para combatir el mildiu, pero también podría ser una alternativa para otras plagas que afectan a los viñedos. “Intuitivamente nos parecía que incluso podía ser más efectivo contra el oídio que contra el mildiu, pero durante las campañas en que se llevaron a cabo los trabajos de investigación casi no hubo incidencia de oídio en los viñedos y no vimos grandes avances con el tratamiento”, concretan desde Martín Códax. Dejan la puerta abierta aún a poder estudiar la aplicación de ozono contra otras enfermedades, en especial contra el oídio.

El uso del ozono también se emplea en el cultivo de la viña tras la vendimia, ya que el ozono tiene un efecto positivo en polifenoles, permite incrementar la concentración de compuestos aromáticos y contribuye a la reducción de levaduras. Además, ya se está empleando en el propio viñedo, a través del riego, por el efecto vigorizante que proporciona a la planta, así como en los viveros para mejorar la sanidad de los injertos.

Aplicar el ozono en los viñedos

Uno de los retos del empleo del ozono en los viñedos es que el ozono tiene una vida útil baja desde que se produce y debe aplicarse en situ, por lo que su aplicación también supuso un reto para la bodega. De hecho desarrollaron un ozonizador para poder aplicar el ozono de manera inmediata.

En concreto, este aparato permite el aplicación de agua ozonizada sobre el viñedo. En este estudio realizaron 6 tratamientos de ozono en los viñedos.

Generador de agua ozonizada empleado por la bodega Martín Códax.

Generador de agua ozonizada empleado por la bodega Martín Códax.

Los efectos del ozono frente a las plagas

En el estudio establecieron 8 estrategias para comprobar la eficacia del ozono contra el mildiu, de manera que contaban desde viñedos sin tratamiento, hasta viñedos tratados únicamente con ozono o aquellos en los que se empleaban tratamientos químicos para atajar todas las plagas o para mantener controladas otras como el oídio y se trataba exclusivamente con ozono el mildio. Los resultados obtenidos fueron gestionados por la la Evega y también participó un equipo liderado por el profesor Javier Cancela Barrio, de la Universidad de Santiago que se encargó de la evaluación de parámetros fisiológicos de la planta.

“Una vez que aumenta la presión, el ozono deja de ser efectivo, tanto en los ataques en la hoja como en el racimo”: Emilia Díaz, técnica de la Evega

Aunque se trata de datos recogidos durante una única campaña, se muestra que el tratamiento con ozono puede ser efectivo para controlar las plagas solo durante las primeras fases, ya que después el grado de infección se incrementa significativamente, mientras que con tratamientos químicos convencionales se logra un mayor control.

Así, aunque en las primeras etapas no se encuentran diferencias y el ozono pueda ser una alternativa contra el mildiu, en cuanto se incrementa el riesgo y la presencia del patógeno es preciso optar por otras soluciones para mantener la plaga a raya. “Una vez que aumenta la presión, el ozono deja de ser efectivo, tanto en los ataques en la hoja como en el racimo”, explica Emilia Díaz, técnica de la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (Evega), dependiente de la Agencia Gallega de Calidad Alimentaria (Agacal).

Evaluación de la incidencia de enfermedades realizada por un técnico de la Evega.

Evaluación de la incidencia de enfermedades realizada por un técnico de la Evega.

El ozono y la microbiota de los suelos

El proyecto también evaluó el efecto que tiene el ozono en la microbiota de los suelos, es decir su impacto en los microorganismos que tienen los suelos y que cumplen una función imprescindible en los procesos bioquímicos de la materia. 

Una de las principales conclusiones obtenidas es que los tratamientos con ozono fomentan la biodiversidad de microorganismos en hoja y racimos frente a las soluciones convencionales. “Con los tratamientos estándar se están eliminando microorganismos, que pueden ser interesantes o no para el viñedo”, explica Díaz Losada. De hecho, el agua ozonizada parece actuar sobre un escaso número de géneros. Aunque no pudieron comprobarlo en campo, el uso de ozono también sirvió para reducir la abundancia de patógenos como la botritis en racimo.

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