«Nuestros vinos no son tradicionales, son fruto de un conocimiento intenso»

Carlos Moro, presidente del grupo Matarromera, con nueve bodegas en Castilla y León y Rioja, explica la apuesta continua por la innovación que caracteriza su trabajo. "Buscamos ser mejores y más rentables", subraya

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«Nuestros vinos no son tradicionales, son fruto de un conocimiento intenso»

Carlos Moro, en su intervención en el Foro Galicia Alimentación, organizado por el Cluster Alimentario de Galicia.

El presidente del grupo Matarromera, Carlos Moro, es una de las referencias en innovación en el mundo del vino. «Desde el año 2000, desarrollamos 89 proyectos de I+D+i, tenemos acuerdos de colaboración con 19 universidades, cada una líder en las cuestiones con las que trabajamos, y dedicamos el 20-30% de la facturación anual a innovación», detalla. Con esta tarjeta de presentación, Carlos Moro intervino en el último Foro Galicia Alimentación, en el que explicó algunas de las claves del éxito de Matarromera.

El grupo Matarromera nació en el año 1988 cuando su presidente, Carlos Moro, retornó a Ribera del Duero tras formarse como ingeniero agrónomo y como enólogo. «En casa siempre me dijeron, lo de aquí ya lo tienes, fórmate para tener algo más», recuerda.

«A cada denominación siempre fuimos con la idea de elaborar vinos distintos a los que ya había»

A su vuelta, se hizo cargo de las 90 hectáreas de viñedos familiares y creó la bodega Matarromera, la primera de las nueve que hoy en día conforma el grupo. Su trabajo se extendió de manera progresiva a las denominaciones de Toro, Rueda y Cigales. En los últimos años entró también en Rioja para elaborar vinos de autor, bajo la marca Carlos Moro.

«A cada denominación fuimos siempre con la idea de hacer vinos distintos a los que ya había. Cigales, por ejemplo, cuando nosotros entramos se caracterizaba por los vinos rosados, que tenían un bajo consumo, y nos decidimos a hacer allí tintos de guarda», cuenta Carlos Moro.

«¿Nos van a comprar más por ser líderes en sostenibilidad?. No lo sé, pero cadenas como Tesco ya valoran esa cuestión»

Los vinos del grupo son producto de un equipo de trabajo en el que la investigación es una constante. «Todo el equipo, en mayor o menor porcentaje, participa de los procesos I+D. También nos preocupamos de que el equipo I+D, que componen 12 personas, participe de los procesos productivos y no esté alejado de la realidad», valora. «Nuestros vinos no son tradicionales, son fruto de la reflexión de un conocimiento intensísimo por parte de todo el equipo», concluye.

Sostenibilidad
El objetivo de los procesos de innovación lo sitúa Carlos Moro en «ser mejores y más rentables». «A veces tenemos el debate de si las innovaciones son rentables. ¿Nos van a comprar más por ser lideres en sostenibilidad y cuidado del medioambiente?. No lo sé, pero estamos viendo que cadenas convencionales, como la británica Tesco, ya están valorando esas cuestiones. Nos estamos adelantando al futuro», defiende Carlos Moro.

«Los productos naturales y la apuesta por la producción ecológica son cuestiones en las que creemos. Fuimos también los primeros en calcular la huella de carbono del vino en España», destaca.

Polifenoles del vino
Otra de las líneas estratégicas del I+D (Investigación + Desarrollo) de la compañía se centra en la deconstrución molecular del vino, que le permitió, por ejemplo, crear una gama de vinos sin alcohol. «Con el vino sin alcohol, lanzamos una nueva categoría de producto que no existía», destaca el presidente del grupo.

Vinos sin alcohol, cosmética o ingredientes para gastronomía son algunos de los resultados de los procesos de I+D del grupo

También fruto del trabajo de deconstrución del vino es la extracción de polifenoles, unos compuestos antioxidantes de gran interés en campos como la nutrición o la cosmética. «Estudiamos los componentes del vino y analizamos como valorizarlos. A partir de los extractos de polifenoles, creamos una línea de cosméticos de alta gama (Esdor) y otra de ingredientes naturales para alta gastronomía (Vinesenti)».

Olivo
El fuerte del grupo Matarromera es el mundo del vino. Cuenta con 9 bodegas propias y 570 hectáreas de viñedo, pero también se está extendiendo a otros campos. Dispone de 130 hectáreas de olivares en Castilla y León, a partir de las que sacó su propia marca de aceite, y de 300 hectáreas de cultivos tradicionales.

Digitalización
Matarromera está presente en 78 países y mantiene una apuesta clara por la comunicación digital, con 23 webs corporativas, canales sociales y plataformas de comercio electrónico. «Cuando fue el boom de las .com, monté una empresa digital y fracasé, pero ahora vemos que ha llegado el momento del comercio electrónico en el mundo del vino. Mes a mes, crecen las ventas», señala Carlos Moro.

La digitalización del trabajo interno, incluyendo la creación de un cuaderno de campo digital, es otro de los retos que ya está afrontando la compañía.

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