
No acto participaron UUAA, SLG, Agromuralla, Elas Eles, FRUGA e CIAM
Las explotaciones de vacuno tanto de carne como de leche precisan de todo el purín que producen para el cultivo de forrajes. Por lo tanto, no pueden destinarlo a la elaboración de biogás. Es la principal conclusión de los especialistas y representantes de organizaciones agrarias que mantuvieron un encuentro informativo este sábado en la villa luguesa de Antas de Ulla. Además, coincidieron en que existe una tendencia a identificar las granjas como focos de contaminación del agua, de la tierra y del aire y que se está extendiendo entre los ganaderos la idea de que la UE va a prohibir la aplicación de los purines como fertilizantes, algo que negaron categóricamente. El encuentro vino motivado por la posibilidad de que se instale en este ayuntamiento de la comarca de la Ulloa una gran planta de biometano.
Xoán Castro, ingeniero agrónomo de la organización Elas Eles, afirmó que en la mayor parte de las comarcas ganaderas de vacuno la producción de purines sería insuficiente para que las plantas fueran rentables por lo que habría que añadirles residuos procedentes de industrias, depuradoras urbanas o mataderos. “Sería mezclar residuos como los lodos, que sí son basura, con un recurso fertilizante de alta categoría como es el purín de nuestras vacas. Y eso sí que sería contaminante en los lugares donde se establezcan”. Castro aseguró que algunas empresas de biogás están trasladando el mensaje de que la UE va a prohibir el uso de cualquier purín para convencer a los ganaderos de los beneficios de las plantas y dijo que esa posibilidad es totalmente falsa.
Xulio Fernández, del Sindicato Labrego Galego, explicó que la media de emisiones de purín de dos vacas en la comarca de la Ulloa es de 26 metros cúbicos por año y, por lo tanto, de 156 kilos de nitrógeno anuales. Des esta forma, una carga ganadera de 2 vacas por hectárea estaría incluso por debajo de los límites de fertilización de una zona vulnerable a nitratos (170 kilos de nitrógeno por hectárea y año), circunstancia en la que no se encuentra a Ulloa, con posibilidades de abonado superiores.
“Estas cifras demuestran que la ganadería en esta comarca no es contaminante y ni siquiera produce el purín necesario para las explotaciones. Lo que hay que hacer es dar ayudas para ampliar las fosas y formación para el uso adecuado del purín y no crear plantas de biogás que, además, reciben importantes subvenciones”, defendió. Fernández citó las sucesivas normas europeas que regulan la aplicación y gestión de purines como prueba de que no se va a prohibir su empleo.
Por su parte, Elías Somoza, de la Federación Rural Galega, puso el foco en el vacuno de carne. “En muchas comarcas está habiendo problemas de falta de purín porque la producción de las granjas es insuficiente y en el entorno no hay ganadería intensiva no vinculada a la tierra (avícola y porcino) para solucionar esa carencia. De modo que no tendría sentido destinar a biogás el poco purín que hay”. Somoza considera que el mayor foco de contaminación es la falta de ganaderos, “que provoca fuegos, plantaciones de eucaliptos y pérdida de biodiversidad”.
Desde Unións Agrarias, Jacobo Feijóo indicó que la UE es deficitaria en energía y que sus políticas verdes, que tienden a suprimir los combustibles fósiles, llevanla que sea preciso recurrir al biogás hasta cubrir el 30% del total y a crear una reserva para situaciones de crisis como la guerra de Ucrania. “El ganado gallego consume 6,6 millones de toneladas de alimento anuales, pero Galicia solo produce el 55% de esa cantidad. Por lo tanto, tenemos que mejorar la eficiencia en los cultivos y ser conscientes del valor fertilizante de los purines. No se pueden descartar las plantas de biogás en Galicia, pero deberían funcionar con los purines más contaminantes que proceden de explotaciones sin uso de tierra”, defendió.
José Luís Pérez Barreiro, en representación de Agromuralla, opina que todo el sector vacuno está en contra de que los purines se usen para fines energéticos. “No solo por la pérdida de un recurso fertilizante sino también porque el ganadero pasaría a depender de la empresa gasística. Es decir, si cuentas con que la empresa va a llevar el purín y que con lo que den por él vas a poder abonar las fincas, ya no inviertes en ampliar fosas. Pero, si la empresa cierra -como ya pasó en plantas de Asturias o en Sarreaus- quedas vendido.”
Por último, el representante del colectivo Elas Eles, Adrián Riádigos, propuso soluciones alternativas a las plantas de biogás. “En el área metropolitana de Vigo hay más de 400.000 personas que van todos los días a hacer sus necesidades. Tendría más sentido ubicar allí las plantas de biogás y aprovechar ese ´purín humano´ que trasladar los residuos urbanos para completar la producción de biogás en el medio rural.” Riádigos también apuesta por la creación de balsas de purín -con un tope de tres millones de litros por balsa- procedente de explotaciones porcinas para ponerlas a disposición de los ganaderos de vacuno en cada comarca. “De esa manera se haría un uso provechoso de ese fertilizante y se evitaría que estuviera excesivamente concentrado en puntos determinados.”
El acto informativo estuvo organizado por el colectivo ecologista ADEGA, en colaboración con Vicepresidencia de la Deputación de Lugo. La jornada llega después de que la empresa CCC Energo, con sede en Asturias, manifestara su voluntad de crear una planta de biogás en Antas de Ulla y mantuviera encuentros con los vecinos y con la administración local. Sin embargo, por el momento no se presentó ninguna documentación que explique los detalles técnicos del proyecto ni su impacto en la comarca de la Ulloa.