La robotización avanza imparable en la producción láctea y el tamaño de la explotación ya no tiene por qué ser un factor limitante para su implantación. Las ganaderías gallegas Pradedo de Arriba SC (Guntín), M. Barreal Augalevada SC (Láncara) y Sat Vilamaior de Negral (Guntín) han confiado en el batch milking de la empresa DeLaval para la modernización de su sistema de ordeño.
“Llevamos fabricando robots de ordeño más de 25 años y aprovechando todo ese conocimiento, DeLaval ha decidido trasladarlo a las necesidades de grandes rebaños”, explica Antonio Lenza, delegado de la marca para la zona noroeste. “Desde hace 5 años se han instalado más de 100 sistemas de ordeño por lotes (batch milking) en granjas europeas”, detalla.
Batch milking, la solución de ordeño robotizado para grandes explotaciones
En Galicia, una de las pioneras es Ganadería Pradedo de Arriba SC, que instalará esta primavera un batch milking con 12 robots y con previsión de 2 más a corto plazo. Quieren ordeñar 700 vacas.
“Es necesario tener en cuenta variables como número de ordeños (2 o 3) y número de horas dedicadas al ordeño en la granja. En un sistema de batch milking, podemos ordeñar entre 8 y 10 vacas por hora en cada robot, por lo que para ordeñar 700 vacas necesitamos 14 máquinas”, explica Antonio, que ha detallado las características de los batch milking en una reciente jornada desarrollada en la Escuela Politécnica Superior de Lugo (USC).
Ganadería Pradedo de Arriba SC instalará un batch milking con 14 robots, que permite ordeñar 700 vacas
El batch milking DeLaval es de este modo la solución de ordeño robotizado para grandes explotaciones. El robot es el mismo para ordeño robotizado en instalación convencional que para batch milking, el modelo V300, lo único que varía es su disposición y la configuración de elementos, como la sala de espera.

Instalaciones de la ganaderia M Barreal Augalevada SC en Lancara, que ha apostado por el batch milking DeLaval
A partir de 360 vacas en ordeño
La instalación de robots de ordeño reduce la necesidad de mano de obra en las granjas, pero condiciona en parte su crecimiento. Por eso, la alternativa del batch milking u ordeño robotizado en grupo, permite mayor flexibilidad.
Se calcula que hasta un 5% de las vacas no acuden voluntariamente a ordeñarse a los robots
“A la hora de robotizar el sistema de ordeño, es necesario pensar en el futuro, cuántas vacas tengo hoy y cuántas voy a tener mañana. Cuando pasas de 6 robots, atenderlos ya ocupa plenamente a una persona, que debe dedicar toda su jornada laboral a ir a buscar a las vacas que no vienen a ordeñarse voluntariamente (hasta un 5% de vacas en cada robot). Por eso, normalmente al pasar de 6 robots, a partir de 360 vacas en ordeño, ya es aceptable pensar en un batch milking”, valora Antonio.
Ventajas del sistema de batch milking
En explotaciones de gran tamaño, la instalación batch milking tiene ventajas respecto de la colocación de robots de ordeño convencionales en los distintos lotes. Una de ellas tiene que ver con el espacio que ocupa en las naves.
“Un robot ocupa 24-25 metros cuadrados y una sala de espera cómoda otro tanto. En total serían unos 50 metros cuadrados por robot dentro del establo. Pueden prescindirse de algunos cubículos para montarlo, porque existe rotación de animales, por lo que no se necesita tener igual número de cubículos que de animales, pero la ocupación del espacio en un batch milking es menor, ya que en 60 metros de largo podemos colocar 16 robots y pueden ir en una nave adyacente, sin restar capacidad de camas al establo”, destaca Antonio.
En comparación, las rotativas convencionales y las robotizadas necesitan más obra y más espacio
Otra ventaja clara del batch milking con respecto a la instalación de múltiples robots individuales es que no representa un cambio para el funcionamiento de las granjas que trabajan con empleados a turnos en ordeño en sala. Además, se facilitan labores como el encamado o el mantenimiento de los cubículos.
Las máquinas representan el arte de la repetición y un problema frecuente de las granjas grandes es precisamente lograr mantener siempre la misma rutina de ordeño en la sala
“El sistema de movimiento de los animales es idéntico a una sala de ordeño convencional, pero la ventaja es que la rutina de ordeño la hacen máquinas y, por tanto, la hacen siempre igual, por lo que la salud de ubre mejora. Un problema de las granjas grandes es precisamente mantener siempre la misma rutina en la sala. Los operarios, en este sistema, tan solo tienen que mover a los distintos lotes a la sala de espera y una vez allí se pueden mezclar vacas de distinto lote siempre y cuando los retornos estén automatizados”, explica.
El ordeño en lotes no obliga a cambiar la organización en establos que trabajan con empleados a turnos
A respecto de las salas rotativas, el responsable de DeLaval explica que la instalación del sistema de batch milking es más sencillo y requiere de menor obra, al tiempo que permite adaptar el número de ordeños a la producción de los animales. “Podemos hacer un ordeño más en el lote de vacas más productoras, recién paridas o en pico de lactación y un ordeño menos a las de baja producción”, ejemplifica.
Diseño de las instalaciones
El sistema de batch milking consta de distintas partes: la zona de robots, la sala de espera, un área de separación tras el ordeño, la parte del establo donde se encuentran los distintos lotes y los pasillos de acceso al batch milking y de retorno.
“Para que todo funcione correctamente los distintos espacios tienen que ser proporcionados y estar dimensionados correctamente”, explica Antonio, que recomienda que la zona de ordeño debe estar cerca de la lechería para evitar grandes distancias para el bombeo de la leche.
Existen varias colocaciones diferentes de los robots en el batch milking en función de la configuración de la granja: en línea, en semi círculo y en doble línea
Existen distintas posibilidades para buscar la mejor ubicación de los robots en función de la configuración de la granja, con distintas colocaciones de las máquinas de ordeño: en línea (recomendado para 6-12 VMS), en doble línea (para 24 VMS) o en semi círculo (para 12-18 VMS).

Antonio Lenza y Luis Castro, en la reciente jornada desarrollada en la Escola Politécnica de Lugo (USC).
Tiempos de espera máximos de 45 minutos
El área de espera tiene que estar adaptada al tamaño de los lotes. Se recomiendan 2,3 metros cuadrados por vaca, frente a los 3-4 m2 por vaca para el 10% del grupo o lote, en establos con robot individual.
“En base al tamaño de los lotes hay que dimensionar la sala de espera y el número de robots necesarios. Recomendamos que las vacas no estén más de 45 minutos en la sala de espera (tiempo máximo sin comida, agua y descanso) en caso de hacer tres ordeños y una hora haciendo dos”, indica Antonio.
Recomendamos no menos de 2,3 metros cuadrados por vaca en la zona de espera
En caso de zonas de espera muy grandes, se pueden instalar puertas elevables y puertas múltiples unidireccionales (finger gates), así como empujadores, para acercar a las vacas a los robots de ordeño. Son también interesantes otros dispositivos luminosos. “Los animales aprenden. En Italia se pensó en colocar una luz en cada robot que se enciende cuando éste queda libre. Inicialmente estaba pensado para facilitar la labor de los empleados, pero también sirve para las vacas, que ven la luz y corren a ordeñarse cuando un robot queda libre. Es impresionante, pero es así”, explica.
Otra clave para lograr un ordeño fluido son los accesos. “Debemos tener pasillos amplios tanto para la carga como para el retorno. Las zonas de tránsito tienen que estar bien dimensionadas, con un pasillo de carga de al menos 3 metros de ancho y el de retorno de 1 metro, que es la anchura necesaria para poder intercalar las puertas inteligentes”, indica Antonio.
El pasillo de carga debe medir al menos 3 metros de ancho y el de retorno 1 metro
Estas puertas de selección hacen que la vaca, en función del lote al que pertenece, retorne de forma automática a su zona del establo y minimiza de este modo las necesidades de mano de obra. Para que el flujo de circulación sea adecuado, cobra vital importancia la salud podal del rebaño, mediante el recorte de pezuñas y el uso frecuente de pediluvios.
Las áreas de separación tras el ordeño son un elemento útil para facilitar el manejo en la granja. Permite, por ejemplo, apartar vacas con ordeño incompleto, animales en celo o aquellos que necesitan algún tipo de atención o tratamiento.
Siguiente paso: la robotización de la alimentación

Sistema de alimentación automática DeLaval OptiWagon
“El ganadero pasaba tradicionalmente el 40% del tiempo en el ordeño, eso se ha ido corrigiendo en los últimos 20 años gracias a los robots. El siguiente paso es robotizar la alimentación, que es la segunda tarea que más tiempo requiere en las explotaciones”, asegura Luis Castro, responsable de producto de DeLaval para España y Portugal.
DeLaval ofrece dos opciones para automatizar la alimentación: OptiMat, fácil de adaptar a las granjas existentes con poco espacio, y OptiWagon, mediante vagonetas de alimentación autónomas, donde se elimina el factor humano, y que está pensado para granjas más grandes.
La alimentación es la segunda actividad, tras el ordeño, de mayor consumo de tiempo en las explotaciones
La inversión inicial de instalación del sistema de alimentación autónoma DeLaval OptiMat Master ronda el medio millón de euros, ligeramente superior al precio de un carro autopropulsado (350.000 euros) pero permite reducir notablemente los gastos de mano de obra, mantenimiento y horas de trabajo, por lo que “cuando se calculan los gastos anuales y el precio de compra del sistema, al tercer año OptiMat Master resulta más económico que otras soluciones de alimentación”, compara Luis.
Eficiencia alimentaria y robotización de ordeño son dos conceptos que están íntimamente relacionados, pues ambos persiguen el mismo objetivo: lograr la máxima producción.
“Las vacas producen cada vez más y los robots están preparados para asumir y favorecer ese aumento de la capacidad productiva de los animales. No son el factor limitante; el límite no está relacionado con la tecnología, sino con el propio animal, su ganancia genética y la mejora en aspectos como la producción forrajera o la alimentación”, asegura.
El papel del concentrado en ordeño robotizado
La dosificación personalizada de materia seca a cada vaca en la ración que permite el ordeño robotizado, mediante el punteo individualizado de pienso según producción o días en leche, es un arma poderosa para lograr una alimentación de precisión.
Sin embargo, ese papel del concentrado es distinto en robot convencional que en batch milking. En robot convencional, es un incentivo fundamental para que la vaca vaya al robot, por lo que la cantidad dispensada debe ser mayor, mientras que en batch milking, el pienso tiene menor importancia y se convierte en un mero aliciente para la vaca.
Hay que hacer un seguimiento de consumo para asegurarnos de que el animal come la ración para él asignada
“En robot de ordeño se aportan cantidades variables y más elevadas de hasta 6-8 kg en vacas más productivas, mientras lo habitual en batch milking es de 0,5 a 1 kg por vaca, aunque hay otros ganaderos que aplican la misma tabla de producción que en un robot convencional”, destacan los técnicos de DeLaval.
La innovación, el ADN de Delaval
La empresa de origen sueco DeLaval, actualmente perteneciente al Grupo Tetra Laval y con sede en Suiza, acumula más de 130 años de experiencia innovando en la producción láctea, desde que un visionario Gustav de Laval patentó en 1878 una centrifugadora capaz de separar la leche de la mantequilla y a partir de 1918 puso en marcha la primera máquina de ordeño.