Español
Carlos Bernárdez Domínguez entró a formar parte de De Heus en septiembre en 2007 y ha visto la evolución de la compañía a lo largo de estos años, tanto desde el equipo Pascual, como en Núter, acumulando un gran conocimiento de la industria cárnica.
Actualmente es el responsable de PASCAR, un programa al servicio de los clientes de De Heus de todo el territorio nacional, a través del que se comercializan unas 600 cabezas de ganado cada mes. Carlos vive en A Estrada (Pontevedra), concretamente en la zona ganadera de San Miguel de Cora y sus jornadas se reparten entre visitas a los ganaderos y la gestión de una logística que requiere de gran agilidad y aportación de valor añadido.
¿Cómo están afectando las circunstancias de la pandemia a la comercialización de carne de vacuno?
Son momentos complicados, y el sector del vacuno también se ha visto afectado. En primer lugar, se han derrumbado los precios, lo que hace que el cebo industrial de animales cruzados se encuentre en balance negativo en su inmensa mayoría.
Además, se han modificado los ciclos estacionales de comercialización, con un fuerte frenazo de los sacrificios en el segundo trimestre del año. Aún está por ver el efecto de la segunda ola en el final del año, que seguro tendrá un efecto directo en el consumo interno. Frente a estos cambios, es importante que los ganaderos cuenten con herramientas y aliados que aporten cierta estabilidad en este contexto.
“Con PASCAR ofrecemos seguridad de cobro y un asesoramiento a los ganaderos respecto al cebo y la comercialización»
¿Qué ofrece el programa Pascar?
El programa de comercialización de carne de vacuno de De Heus está pensado precisamente para proporcionar un marco estable en la venta de carne. Es un servicio que tiene como objetivo dar salida a los terneros de nuestros clientes de la forma más rentable posible.
Con PASCAR ofrecemos seguridad de cobro y un asesoramiento a los ganaderos respecto al cebo y la comercialización. Además, el propio programa se encarga de la gestión de los sacrificios y del transporte y un precio de mercado justo sin especulación.
¿Cómo surgió y qué necesidades resuelve?
PASCAR responde a los principales desafíos en el cebo de terneros, entre los que se encuentran las cada vez más exigentes demandas de los consumidores de carne, que muestran una creciente sensibilidad por la trazabilidad de los productos y el bienestar animal. Por ello, PASCAR apuesta por la consolidación de las certificaciones de calidad como CyO “free antibiotic” e IGP, así como el desarrollo de propuestas de certificación Welfare, que ofrecen a nuestros ganaderos un valor añadido en las canales de vacuno que comercializan.
Con el programa PASCAR podemos dar respuesta a la necesidad de agrupar la certificación ante los pagos directos de la PAC a la carne de calidad, así como de solventar determinadas desventajas para productores de pequeño volumen a la hora de asegurar y gestionar su comercialización. Por último, sirve para garantizar el cobro, teniendo como objetivo incentivar el cebo en explotaciones de ciclo cerrado.
¿Qué beneficios aporta el programa PASCAR y cómo se organiza su operativa en el día a día?
El principal beneficio es la fidelización. Hay clientes que llevan más de una década en el programa, logrando la captación de clientes que necesitan y una seguridad en la venta para cerrar el ciclo de producción. Se establecen sinergias con los clientes al convertirse también en proveedores, y esto permite controlar las variables desde distintos puntos de vista. Hay un gran valor añadido en este servicio, en el que se incluye un acompañamiento en el día a día, a través del asesoramiento del equipo técnico de De Heus sobre alimentación, sanidad, manejo e instalaciones, con el objetivo de obtener la mayor rentabilidad.
Carlos Bernárdez Domínguez, responsable del programa PASCAR
¿Cuáles son los principales desafíos en el cebo de terneros en el momento actual?
Es necesario diferenciar las explotaciones industriales de las de ciclo cerrado. En las industriales los márgenes son muy ajustados y la inversión elevada, principalmente por el precio del pastero y alimentación. Para estas explotaciones es muy importante un control minucioso de los índices productivos y una gran agilidad, tanto en la compra como, sobre todo, en la venta.
Para las explotaciones de ciclo cerrado, la inversión es menor y los márgenes son más holgados, aunque es justo resaltar que la inversión inicial supone un esfuerzo importante para el productor. Estas explotaciones principalmente requieren de una seguridad de venta y asesoramiento profesional.
“Uno de los retos más relevantes que tiene el sector cárnico por delante es atender y dar respuesta a una preocupación creciente del consumidor y de la sociedad acerca del bienestar animal”
¿Qué tendencias crees que serán más relevantes en el futuro a medio y largo plazo? (consumidores, bienestar animal, antibióticos)
Uno de los retos más relevantes que tiene el sector cárnico por delante es atender y dar respuesta a una preocupación creciente del consumidor y de la sociedad acerca del bienestar animal. Una tendencia que ha venido para quedarse. La colaboración entre todos los eslabones de la cadena de valor del sector, las buenas prácticas y un esfuerzo para hacer una comunicación transparente de productores a clientes, serán las claves para que el vacuno de carne salga reforzado de este gran desafío.
Debemos tener en cuenta que la carne de vacuno difícilmente puede competir en precio con otras carnes. Por otro lado, los consumidores son cada vez más sensibles respecto a una producción ética y sostenible, lo que determina sus opciones de compra. Por ello ganan cada vez más peso las certificaciones de bienestar animal, de denominación de origen o de producción libre de antibióticos como los que ofrecemos a los ganaderos acogidos al programa PASCAR, que revaloriza las canales que comercializan y supone una garantía sanitaria para los consumidores.
