El sindicato Unións Agrarias denunció este viernes delante del nuevo supermercado Family Cash en Lugo, ubicado en el centro comercial Abella, “prácticas ilegales” de las cadenas de distribución y las empresas integradoras de carne de pollo mientras los productores reciben en origen precios que no les permiten hacer frente a la subida de costes y a los préstamos solicitados para construir las granjas.
“Los titulares son personas muy jóvenes, que se metieron en grandes inversiones para tener una granja que cumpla con los condicionantes que exige la legislación vigente. Por lo tanto, esta crisis de rentabilidad coge a las explotaciones en pleno proceso de amortización de las instalaciones”, explicó Roberto García, secretario general de UUAA.
Esta crisis de rentabilidad afecta a explotaciones montadas hace poco y, por lo tanto, en pleno proceso de amortización de las instalaciones
En los últimos años ha proliferado en Galicia la instalación de granjas avícolas por parte de personas jóvenes que montaron las explotaciones bien como actividad principal, bien como complemento a ganaderías de leche o de carne. Pero el hecho de no tener las granjas pagadas hace que las pérdidas que están sufriendo en este momento no solo afecten a sus ingresos como medio de vida, sino que pone en riesgo incluso el pago de las letras y la amortización de los préstamos.
Prácticas ilegales
Productores y representantes de UUAA se concentraron este viernes delante de la cadena Family Cash en Lugo, “una cadena que acaba de abrir pero que viene con todas las malas prácticas que ya le vimos en la zona del Levante, de donde procede”, dijeron. El pollo de entorno a 3 kilos de peso se está vendiendo a un precio de 3,29€ en la mayoría de supermercados, mientras el nuevo supermercado Family Cash abrió esta semana en Lugo con una “oferta agresiva” de 2,59€.
UUAA presentó una denuncia delante de la AICA por venta a pérdidas contra la cadena de supermercados Family Cash, que ha abierto esta semana en Lugo
A las puertas del nuevo supermercado los miembros de UUAA denunciaron “la utilización de productos sensibles, como es la leche o la carne de pollo, como producto gancho para ganar clientes”. “No es solo un problema ético, sino de clara ilegalidad”, afirmó Roberto García.
“Es una práctica engañosa, porque no pretenden beneficiar al consumidor, pretenden atraerlo con la disculpa de que el pollo es más barato para después cobrarle eso con creces en el resto de productos de la cesta de la compra”, denunció.
El consumidor paga ahora un 35% más por un pollo mientras el granjero sigue cobrando lo mismo que cobraba antes de que le subiese la luz y el gas
“Cuando un consumidor compra uno pollo de tres kilos en el supermercado y paga por él 3,29€, el granjero está recibiendo entre 40 y 45 céntimos, es decir, unos 15 céntimos por kilo, lo mismo que recibía antes de que se hubiesen producido todas las subidas de la energía”, explicó Roberto García.
“Todos los incrementos de precio que hubo en el pollo, que fueron del 35%, se quedaron en la cadena de distribución o en la empresa integradora, pero no llegaron a los productores”, denunció el secretario general de UUAA, que explicó que pasar de cobrar 15 céntimos por kilo a 20 en origen serviría únicamente para repercutir el incremento de los costes de producción de los últimos dos años, tal como exige la Ley de la Cadena Alimentaria.
“Los productores cobramos 40 céntimos por pollo mientras el consumidor está pagando 3,29€”
José Luis Camiñas, avicultor con una granja de pollos desde hace 4 años, contó en primera persona cuál es la situación del sector. “A nosotros los costes de producción nos subieron mucho, desde la factura de la luz, que se duplicó, la del gas, que pasa lo mismo, o la de la cama. Todo subió menos el precio del pollo en origen, ya que las liquidaciones de las integradoras a los granjeros incluso bajaron”, denunció.
Si esto sigue así no va a haber pollo porque vamos a tener que dejar de producir
La situación pone en riesgo a viabilidad del sector y la continuidad de las explotaciones. “Las inversiones de este tipo de granjas son enormes para poder cumplir con las normas de bienestar que exige la legislación vigente”, explicó.
Tenemos las manos atadas, porque no tenemos capacidad de repercutir los incrementos de costes
La producción avícola tiene características que la diferencian de otros sectores ganaderos, ya que en el sistema de integración el ganadero pone las instalaciones y a mano de obra y la empresa que le compra la producción pone los animales y el alimento, por lo que los productores trabajan en un régimen de exclusividad que hace que tengan “las manos atadas”, denunció José Luis.