Ni el mal tiempo, ni la lluvia, ni el día desapacible impidieron que la subasta nacional de raza Rubia Gallega, celebrada este sábado por Acruga en el recinto ferial de Adai, en el ayuntamiento lugués de O Corgo, alcanzara un éxito de asistencia y ventas, con 71 posibles compradores, llegados de varios municipios lucenses, pero también de otros concellos de Galicia.
De los 24 animales subastados se vendieron 21, con buenos resultados en general aunque de forma especial para las 18 novillas procedentes del centro de recría de la granja Gayoso Castro, dependiente de la Diputación de Lugo. Estos ejemplares, junto a la novilla de un ganadero, se adjudicaron a precios por encima del de salida, fijado en 2.300 euros, lo que arrojó un precio medio de más de 3.000 euros.
También se vendieron los dos machos de la nave de testaje y un ejemplar de un ganadero, lo que supuso un precio medio de 2.833€. Tres animales de otros tantos ganaderos quedaron desiertos, una novilla y dos toros.
La novilla que alcanzó la mayor corización de la mañana, 4.500 euros, partía con una de las mejores calificaciones lineales y con un alto índice genético. Fue adjudicada a una ganadería de Pobra de Trives, en Ourense.
Tal y como exlica el presidente de Acruga, César Dorado «sabíamos que había interés por adquirir nuevos ejemplares; hay demanda y hay mucho alimento para el ganado. Esta siempre es una buena feria, pero esta ha concluído con muy buenos resultados: de ventas; de precios y también de público, porque ha venido mucho ganadero y ganadera de fuera de Lugo. Estamos muy satisfechos», señalaba Dorado al término de la puja.
Así, tal y como explicó el presidente de Acruga, hubo mucho posible comprador con explotaciones en otras provincias, en municipios como Sobrado, Toques, Pobra de Trives, Castro Caldelas o Rodeiro. Precisamente, en este último municipio el pasado fin de semana Acruga celebró su primera puja y este sábado Adai recibió la visita de cuatro ganaderos procedentes de este concello. Tampoco pasó desapercibida la presencia de un ganadero de Melide que se llevó seiete novillas preñadas, de la granja Gayoso Castro, a su explotación coruñesa.