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Las medidas restrictivas adoptadas en los últimos días para intentar controlar la incidencia del coronavirus están suscitando preocupación entre los agricultores que hacen venta directa en los mercados tradicionales, luego de la decisión de suspender la celebración de las ferias de proximidad.
Desde la Federación Rural Gallega (Fruga) recriminan que se adopte esta medida cuando desde la Xunta se enfatiza que el abastecimiento de alimentos está garantizado y se blinda la apertura de supermercados y hipermercados. «Desde la Fruga no entendemos como en medio de esta situación se prohíbe la actividad de ferias y mercados, si, como dice el presidente de la Xunta, lo que se tiene que primar a día de hoy, en medio de las restricciones de movimiento y reunión, es el acceso de la población a la alimentación», indican.
El colectivo reivindica la importancia de las ferias y mercados periódicos en el modelo de consumo gallego. Además, resalta que buena parte de estos mercados y ferias tradicionales en muchas ocasiones se celebran al aire libre, algo que -dicen- sería menos problemático a la hora de evitar el contagio por el virus del Covid19. Apuntan también que la estructura de estos mercados evita las largas filas que se están formando en los últimos días en los supermercados.
Por otra parte, estos mercados de venta directa son el medio a través del cuál muchos agricultores comercializan su producción, y que de este modo quedan «desamparados por la Administración, sin poder dar salida a los productos», concretan.
Así, la Fruga exige la rectificación de la Xunta y le piden que garantice la realización de las ferias y mercados en las villas y ciudades, únicamente con productos de alimentación, con el mismo afán que asegura la apertura de las cadenas de distribución de la gran industria alimentaria. Al mismo tiempo, le solicitan que se implementen las medidas necesarias para el correcto funcionamiento de los mercados en el marco de la alerta sanitaria actual.
