Prevención y tratamiento de la Diarrea Epidémica Porcina

Informe del MAGRAMA sobre medidas de prevención contra esta enfermedad. El presidente de los veterinarios de porcino de Galicia destaca que “la enfermedad está remitiendo y no es de declaración obligatoria ya que no representa ningún tipo de problema para la salud alimentaria”.

Prevención y tratamiento de la Diarrea Epidémica Porcina

Los lechones son los más afectados por la DEP.

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) ha publicado un informe sobre la Diarrea Epidémica Porcina (DEP), una enfermedad conocida desde las década de los 80 que en este momento también está afectando a Europa, a donde llegó desde Estados Unidos.

Desde el MAGRAMA recuerdan que la DEP no es una enfermedad de declaración obligatoria según la Organización Internacional de Sanidad Animal (OIE), no es una enfermedad zoonótica, por lo que no afecta a las personas y no supone una amenaza para la seguridad alimentaria, siendo un problema estrictamente de sanidad animal.

Según el presidente de la Asociación Galega de Veterinarios de Porcino (AGAVEPOR), Abelardo López, “en este momento la incidencia de la Diarrea Epidémica menor que hace dos o tres meses, tanto en número de casos como en la sintomatología”.

La principal afectación es de tipo económico para los ganaderos, con una mortandad estimada de entre medio hasta tres lechones por cerda y año.

Prevención y manejo del virus en explotación

Bioseguridad.
La bioseguridad en la explotación constituye un factor fundamental para prevenir la entrada de la enfermedad o como herramienta de control una vez la explotación ha sido infectada. Entre las medidas a controlar se debe considerar como punto estratégico la limpieza y secado de los vehículos de transporte después de cada transporte de animales.

Debido a que DEP se transmite a través de la materia fecal de animales infectados en fase de excreción, cualquier materia orgánica que quede en el vehículo tiene potencial para propagar el virus teniendo en cuenta el largo periodo de supervivencia del virus en estas condiciones.

Vacunación.
Las vacunas contra la GT no son eficaces contra esta enfermedad. No existe una vacuna autorizada para el DEP en Estados Unidos. Hay vacunas que están disponibles actualmente en Corea del Sur, Japón y China, pero por las variaciones del virus ya no resultan totalmente eficaces.

Canadá se plantea utilizar una vacuna de emergencia llamada IPED+, basada en una plataforma de alfavirus y una proteína codificada por un gen insertado, lo que ayuda en la generación de anticuerpos sin tener el riesgo de la replicación del virus.

Actualmente también se está trabajando en el desarrollo de una vacuna eficaz para las nuevas cepas americanas a nivel de la UE.

Inmunidad natural.
El manejo de cualquier cepa del DEP cuando se introduce en una explotación puede basarse en la rápida y completa exposición de toda la población a la enfermedad mediante material infectivo (inmunidad feedback), para de esta manera conseguir que las hembras desarrollen inmunidad y la transfieran a sus lechones. Sin embargo, pese a que esta práctica ha demostrado durante mucho tiempo ser eficaz en los brotes previos, sólo se ha conseguido una inmunidad transitoria en los nuevos brotes.

Este patrón puede ser explicado parcialmente por la presencia simultánea de cepas patógenas de PRRS, que reducen la inmunidad de los animales.

Una vez diagnosticado el virus como responsable del cuadro clínico aparecido en una granja es preciso proceder a su eliminación. Para ello se administra material infeccioso a toda la población en el menor tiempo posible para estimular el sistema inmune y así buscar la generación de anticuerpos que serán conferidos a los lechones a través del calostro. El material de elección para este propósito es la materia fecal e intestinos provenientes de individuos agudamente afectados, es decir, en las primeras horas de haber iniciado el cuadro clínico (diarrea y/o vómito).

Los lechones neonatos (1-3 días de edad) con sintomatología aparente de DEP serán la mejor fuente, ya que su intestino delgado esta poblado en su mayoría por enterocitos inmaduros dando así amplias oportunidades para que el virus se reproduzca y se mantenga vivo por cierto período de tiempo.

Frente a la diarrea epidémica hay que controlar la bioseguridad y rehidratar a los lechones

Durante el proceso de exposición de la población al material infeccioso se deberá llevar un registro de los animales que van presentando signos relacionados con DEP (diarrea y vómito) al igual que un registro de animales que no presenten dichos signos pero sí exhiban otro tipo de comportamiento como anorexia. Aquellos animales que no presenten signos característicos de DEP deberán recibir una nueva dosis de material infeccioso.

De inmediato se debe comenzar con un programa de limpieza y desinfección de las salas de maternidad para que se comience a recibir lechones nuevamente el desafío sea el menor posible. Así mismo, todas las salas de maternidad deberán funcionar estrictamente como todo adentro / todo afuera.

Una vez que se comience a destetar lechones nuevamente y los signos clínicos hayan cesado, se realiza un monitoreo a través de hisopos rectales para PCR en los lechones a ser destetados. Una vez que se obtengan resultados negativos de manera consistente se puede
considerar el ingreso de hembras de reemplazo. También es posible utilizar animales centinelas para determinar que el virus ha sido eliminado.

Descarga el documento completo en este enlace.

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