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“Galicia parece tener mucho en común con la Bretaña francesa, en las dos regiones llueve mucho! Y esto nos condiciona e influye en la producción de la patata”. Con esta broma y reflexión comenzaba el técnico francés Philipe Dolo, responsable de investigación de Bretagne Plants, su primera intervención en el seminario Mejora de las Técnicas de producción de patata, que se celebró recientemente en A Limia (Ourense), organizado por la Consellería de Medio Rural y con la colaboración de entidades como La Fundación Juana de Vega, el Centro de promoción rural EFA Fonteboa y la Asociación de Empresarios, Ganaderos y Agricultores de A Limia (Adegal).
A lo largo de dos días, productores de patata de la comarca ourensana, así como expertos gallegos en este cultivo y productores y técnicos galos intercambiaron información sobre el manejo, los condicionantes y enfermedades que les están afectando, así como los retos que se le presentan. Un intercambio entre profesionales del sector que incluso permitió abrir la puerta a una colaboración comercial futura entre los productores.
Instante del seminario celebrado en A Limia en el que participaron productores y expertos de los dos países.
Bretagne Plants, la organización de los productores
La Bretaña es una de las principales zonas productoras de patata de siembra en Francia. Solo en la Bretaña se dedicaron en el 2019 a este cultivo un total de 6.280 hectáreas, de las 23.200 hectáreas destinadas a patata en el país y los datos se mantienen semejantes en la actualidad. Francia es también uno de los principales productores de patata de siembra en Europa, solo por detrás de los Países Bajos, donde este cultivo ocupa unas 42.000 hectáreas; seguido de otros países como Alemania, con 17.000 hectáreas; o Reino Unido con 14.000 hectáreas para patata de siembra.
Francia es uno de los principales productores de patata de siembra, con unas 23.200 hectáreas destinadas a este cultivo
Las jornadas sirvieron para conocer el funcionamiento de Bretagne Plants, la organización que agrupa a todos los productores de patata de siembra en esta región gala. En concreto, cuenta con 257 productores, que producen la semilla. Además, integra a 21 colectores, que se encargan de la recogida de la patata y la venta de ella, ya que no todos los productores la venden directamente. La entidad está integrada por 2 organismos complementarios que contribuyen de manera clave al desarrollo del sector. Por una parte Bretagne Plants (BP), que realiza un control y certificación de la planta y cuentan con un laboratorio de detección. Tratan además de asegurar la organización técnica y económica de la producción y promover la semilla de patata de Bretaña a nivel internacional.
Una de las jornada de divulgación de las nuevas variedades de siembra de patata realizada por Bretagne Plants.
Realizan un control y certificación de la planta sobre el terreno y también en laboratorio, así como vigilancia del territorio, emitiendo boletines de salud del vegetal. Esta entidad también contribuye a la gestión del mercado en función de las demandas de los clientes, para lo cual elaboran un plan de producción. “Nuestro objetivo es tener patata de siembra certificada de calidad. Cuidamos la semilla durante todo el proceso, desde la producción hasta el almacenaje”: Philipe Dolo, responsable de investigación de Bretagne Plants.
“Nuestro objetivo es tener patata de siembra certificada de calidad. Todos nuestros esfuerzos se centran en trabajar y cuidar la semilla durante todo el proceso, desde la producción hasta el almacenaje”, explica el técnico Philipe Dolo
La organización de productores también dispone de una sección centrada en la innovación (Bretagne Plants Innovation BPI), donde realizan investigaciones y experimentaciones para fomentar las buenas prácticas en el cultivo y mejorar la calidad de las plantas. También están llevando a cabo producción de planta in vitro y la creación de nuevas variedades.
Campos de ensayo de nuevas variedades realizado en Bretagne Plants.
La patata de siembra producida en la Bretaña francesa
El proceso de producción de patata de siembra lo llevan a cabo en varias fases y apostando por la innovación y el control para lograr la calidad que buscan. “Toda la producción procede de esquejes producidos en los laboratorios de Bretagne Plants”, explica Dolo. Parten de un tubérculo muy sano, que hacen germinar para luego cortar el brote y colocarlo sobre una superficie de sacos, donde cada planta produce 4 o 5 tubérculos, que son los que le llaman tubérculos de primera generación. En estos túneles de germinación tienen una producción de unos 580.000 tubérculos.
Durante 3 años, esa semilla -los tubérculos de primera generación- se la entregan a sus productores especializados, que se encargan de reproducirlos solo para los propios agricultores de la región. Luego, estos agricultores la reproducen durante otros 3 años y esta semilla para planta de patata se destina ya para la venta.
Trabajan por la mejora de la semilla de la planta de patata y realizan unos 1.300 cruces por año para conseguir nuevos cruces de éxito
Además, también realizan hibridación de las siembras y hacen una media de 1.300 cruces por año, de manera que comienzan con unas 65.000 semillas. Consiguieron realizar unos 650 cruces con éxito. Sin embargo, en estos 10 años que llevan trabajando en la selección y mejora genética de la siembra de la patata inscribieron entre 1 a 3 variedades por año.
La variedad más trabajada es la Spunta, que abarca unas 1.616 hectáreas, seguidas de otras castas como la Universa, Synergy, Alaska o Charlotte que se sitúan alrededor de las 300 hectáreas. En los últimos años experimentaron un crecimiento de la superficie media de producción por explotación. Así, a comienzos de la década del 2000 la media de superficie por productor era de casi 10 hectáreas y en el 2019 se situaba ya en 24 hectáreas.
Principales variedades producidas en la Bretaña Francesa.
También han registrado un incremento de la producción en los últimos años, pasando de las 100.000 toneladas a comienzos de los 2000 a alcanzar más de 170.000 toneladas. Ha sido una evolución paulatina, con pequeñas diferencias entre las distintas cosechas y que experimentó una importante subida a partir de la cosecha del 2017. En concreto, en la campaña 2018-19, en Bretagne Plants produjeron unas 173.100 toneladas de patata certificada, de las cuales 110.940 toneladas las dedicaron a la exportación.
Evolución de la producción y las exportaciones en Bretagne Plants desde comienzos del 2000.
Este incremento de la producción de los últimos años se destinó principalmente a los mercados exteriores, ya que la venta nacional se mantuvo estable alrededor de las 60.000 toneladas durante los últimos año. El norte de Europa es el principal mercado para la patata de siembra producida en la Bretaña francesa, destinando allí unas 67.400 toneladas, mientras que en el sur de Europa venden unas 17.000 toneladas.
África está siendo otro de los principales destinos, así es que destinan unas 48.600 toneladas a países como Marruecos, Argelia, Libia o Egipto, situándose este último como uno de los compradores destacados. También en el centro de África comercializan unas 13.000 toneladas. El Oriente próximo es también uno de los mercados importantes, ya que exportan allí unas 21.200 toneladas.
Pierre-Yves Guilmoto y Rickaël Billant, productores de patata para la siembra que participaron en el seminario sobre patata en A Limia.
Productores de patata de siembra
En los seminarios también participaron dos destacados productores de patata de siembra de la Bretaña francesa, que compartieron inquietudes sobre el sector con los agricultores de A Limia. Uno de los participantes de la jornada fue Rickaël Billant, que trabaja unas 80 hectáreas, de las que planta unas 50 hectáreas con patata de siembra y el resto lo dedica al cultivo de cereales o colza.
Un tercio de la superficie que cultiva es suya y el resto la cultiva en rotación con los vecinos, lo que le permite ir haciendo una rotación de cultivo. “Hacemos rotación como mínimo de 5 años, pero intento hacerlo de 6 o 7 años”, explica el productor, una cuestión que sorprendió a los productores gallegos, donde la rotación de cultivos suele ser inferior.
Billant cultiva unas 18 variedades de patatas de siembra y comercializa en España variedades de siembra como la Kenebec. Otros de los destinos de su producción es el norte de Europa, los Países Bajos y desde hace 7 años comenzó a vender también en Egipto y Marruecos.
Otro de los productores galos que participaron en este encuentro es Pierre-Yves Guilmoto, uno de los mayores especialistas de patata de siembra en la Bretaña Francesa. Al igual que Billant, este productor combina el cultivo de la patata de siembra con otros cereales, así como con hortalizas, aunque la patata para siembra representa la mitad de su producción. Además, se encarga del almacenaje y envasado de la patata de otros productores locales, por lo que maneja un volumen de unas 4.000 toneladas de patata de siembra al año. La mayor parte de las semillas las exporta a países del Oriente Medio y del norte y Centro de África.
