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Prómine Singular es actualmente el mejor vino tinto gallego, después de recibir esta distinción en la última edición del certamen Catas de Galicia, celebrado a finales del pasado año. Este monovarietal de Mencía procede del corazón de la Ribeira Sacra, se elabora en la bodega Petrón, situada en la subzona de Amandi, en Doade, en el ayuntamiento de Sober (Lugo).
La excelencia de las vides y el terroir, el apego a la tradición en los cuidados del viñedo y la supervisión experta son el secreto de Prómine Singular
«Pudimos hacer un buen vino y tuvimos la suerte de que nos lo valoraran», reflexiona Antonio Núñez, gerente de la bodega. La excelencia de las vides y el terroir, el apego a la tradición en los cuidados del viñedo y la supervisión experta están detrás del éxito de este vino.
El Prómine Singular no fue el único vino de esta bodega reconocido en 2020. Así, su Prómine Mencía, aunque ambos son monovarietales de esta uva, resultó distinguido con el Racimo de Oro por la Denominación de Origen Ribeira Sacra.
Los viñedos de la bodega Petrón se encuentran en las mejores parcelas de la subzona de Amandi.
Años de historia
La bodega Petrón echó a andar en el 2005 y sus vinos comenzaron a comercializarse en el 2015, sin embargo detrás hay una historia que se remonta a finales de los años 80, cuando plantaron las primeras viñas en las laderas de las montañas de Doade, en la subzona de Amandi. En aquel momento, muchas de esas parcelas que acaban bañadas por el río Sil, acusaban el minifundio característico de buena parte de Galicia.
«Hemos ido comprando pequeñas parcelas en las que ir plantando las viñas. Muchos dicen que nuestros viñedos se encuentran en las mejores tierras de Amandi, nosotros así lo creemos también», reconoce Núñez. Son viñedos asentados en tierras soleadas y ventiladas. «Las viñas tienen sol todo el día», comenta.
Este año plantarán otras 5 hectáreas de viñedo, de manera que la bodega contará con unas 15 hectáreas dedicadas al Mencía
Hoy sus viñedos abarcan unas 10 hectáreas, luego del esfuerzo por ir concentrando la tierra, lo que les ha permitido en gran medida reducir el número de parcelas iniciales. Este año tienen previsto plantar además otras 5 hectáreas de viñedo, esta vez en una misma parcela. Ultiman los detalles para en la temporada realizar la plantación de nuevas cepas de Mencía. «Aquí estamos centrados en el Mencía y vamos a continuar en esta línea», detalla el gerente. Sin embargo, también tienen una mínima parte de otras variedades como Garnacha o Sousón, entre otras. Aunque, como bien indica Núñez, «es una cantidad tan mínima lo que tenemos de otras variedades que resulta insignificante en la cosecha».
Tanto la orientación de las parcelas como contar con cepas viejas son fundamentales para obtener los vinos de calidad que elaboran en la bodega. «Tener cepas con más de 30 años nos permite tener uvas de mucha calidad, como con las que elaboramos el Prómine Singular. Estas viñas tienen una baja producción, con pocos racimos, pero son excelentes», valora. Así es que en estos viñedos más especiales la producción por hectárea estará en los 1.000 kilos, frente a los cerca de 9.000 kilos que estimarían desde el Consejo Regulador.
Con los nuevos viñedos esperan tener una producción de cerca de 100.000 kilos
Con la entrada en producción de la nueva parcela, en la bodega esperan conseguir cerca de los 100.000 kilos. Este año, debido a las inclemencias meteorológicas y a la incidencia del mildiu han tenido una producción de poco más de 40.000 botellas. «Nos ha afectado mucho los ataques de mildiu y también sufrimos una helada que mermó mucho la cosecha», explican desde la bodega.
En las parcelas más especiales, la producción se sitúa en torno a los 1.000 kilos por hectárea.
Cuando la tradición marca el compás
Otra de las claves para lograr la excelencia en sus vinos es el cuidado que hacen tanto del viñedo como de las elaboraciones en la bodega. Gustan de conservar al máximo las prácticas tradicionales y las antiguas enseñanzas y criterios para la elaboración del vino aún marcan los pasos a seguir en muchas cuestiones.
«Somos muy tradicionales y nos gusta seguir haciendo muchos procesos de una manera casi artesanal, como lo hacían antiguamente. Nosotros seguimos mirando las lunas a la hora de hacer muchos trabajos tanto en el viñedo como en la bodega», apunta Núñez. Así, tienen en cuenta la fase lunar para los trasiegos, evitando que coincidan con la luna llena y tampoco podan las cepas en esta fase.
Tienen en cuenta la fase lunar a la hora de afrontar trabajos tanto en los viñedos, como la poda, o en la bodega, a la hora de realizar el trasiego del vino
«En nuestros viñedos aún continuamos limpiándole el cuello a las cepas», detalla Núñez. Con este proceso de limpieza manual, un trabajo realizado con el legón, eliminan las malas hierbas ubicadas alrededor de la cepa, trazando un perímetro a modo de cuello.
El cuidado de las cepas o la vendimia en estas parcelas, con un gran desnivel, supone un importante esfuerzo.
La propia situación de los viñedos, muchos de ellos en parcelas en pendiente, ubicadas en socalcos en la ladera de la montaña, los obligan a incorporar sistemas como las tirolinas o los railes para el traslado de las uvas durante la vendimia. Son todo un ejemplo de la viticultura heroica de la Ribeira Sacra, donde en algunas parcelas el mero hecho de salvar la pendiente que tienen ya supone un gran esfuerzo.
«No se valora económicamente como debiera el esfuerzo que supone producir vino en la Ribeira Sacra y la calidad del vino que se logra»
«Aun no se valora económicamente como debiera la calidad de los vinos en la Denominación de Origen Ribeira Sacra y el esfuerzo que supone lograr vinos en estas condiciones, en comparación con la viticultura en parcelas en las que se pueden mecanizar la mayor parte de los procesos», reflexiona el gerente de la bodega Petrón.
En el día a día en la bodega trabajan unas 5 personas y en época de vendimia o para trabajos puntuales, como la poda, el plantel se incrementa sobre 20 trabajadores.
Gama de vinos elaborada por la bodega Petrón.
Trabajar por la excelencia
El Prómine Singular es el vino más especial de la bodega. Junto con él elaboran también un Prómine Joven, Prómine Barrica y el Prómine Rosado. «Comenzamos a elaborar el vino rosado después de que nos lo hayan pedido nuestros distribuidores. Vimos que había demanda y está teniendo una buena salida», comenta.
Desde que decidieron dar el paso para comercializar sus vinos cuentan con el asesoramiento de Pablo Estévez, considerado como uno de los mejores enólogos en España
En la bodega, parte del éxito de los vinos se debe al trabajo y a las indicaciones del enólogo Pablo Estévez, considerado por segundo año consecutivo como el mejor enólogo de vinos nuevos en España. «Comenzamos a trabajar con él desde el inicio de la bodega, cuando decidimos comercializar nuestros vinos y no podemos estar más satisfechos con su trabajo y resultados», valora Núñez.
La mayor parte de la producción de vino que se elabora en la bodega Petrón, propiedad del Grupo Campo, se distribuye en el mercado gallego. «Tenemos también algunas ventas en ciudades como Madrid, pero la mayor parte del vino se comercializa con distribuidores gallegos. La restauración es uno de los principales destinos de estos vinos, por lo que con las restricciones sanitarias por el Covid-19 también se ha visto condicionada esta campaña.
«Por el momento, pese a los parones y a la bajada de la demanda seguimos apostando por comercializar nuestros vinos de manera directa a la hostelería y restauración, en vez de otros canales de distribución como las grandes superficies comerciales», concreta.
La bodega cuenta también con un destacado restaurante.
Involucrados en el enoturismo
Desde la apertura de la bodega, tenían claro que querían apostar también por el potencial turístico de la zona de Doade. Así, en la bodega también cuentan con un restaurante, que se convierte al mismo tiempo en un canal para la comercialización de sus vinos. Además, habitualmente organizan visitas guiadas a la bodega en una apuesta clara por el enoturismo. «La Ribeira Sacra tiene el potencial para ser considerada Patrimonio de la Humanidad, nosotros esperamos que lo logre y somos optimistas sobre lo que eso puede suponer para estas tierras», valora.
Así, pese a la situación de crisis, en la bodega miran con optimismo al futuro, prueba de ellos es que han estado haciendo inversiones como la compra de maquinaria y aperos además de mejoras en las instalaciones.
