El sistema de ordeño es el corazón de una granja de leche. De él depende el manejo del ganado, las necesidades de personal, los turnos de trabajo o la propia estructura del rebaño. El veterinario Javier Liste dio en las Jornadas Técnicas de Vacuno Lechero organizadas por Seragro algunos consejos para decantarse por un sistema u otro.
“No existe un sistema de ordeño universal válido para todas las explotaciones, porque cada ganadería y cada ganadero es diferente, y para decidir qué sistema de ordeño utilizar debemos analizar la granja en su conjunto, tanto los animales e instalaciones como al ganadero y la mano de obra disponible”, afirma.
No existe un sistema de ordeño universal válido para todas las granjas
La elección del sistema de ordeño es un aspecto crucial y crítico en una granja, que va mucho más allá del número de animales a ordeñar, ya que va a condicionar toda la organización del trabajo en la explotación.
“Hay ganaderías que apuestan por ordeños cortos, para que esos trabajadores puedan realizar después otras tareas o labores en la granja, pero también otras explotaciones que optan por ordeños largos, más coincidentes con los turnos de trabajo, para poder hacer equipos sólo de ordeño”, ejemplifica.
La organización de una granja gira siempre alrededor del ordeño
También hay que tener en cuenta las expectativas de crecimiento de la explotación para dimensionar el sistema de ordeño acorde a esas previsiones. El nivel de endeudamiento de la
granja y otras inversiones previstas a corto y medio plazo, como ampliaciones previstas en las naves o compras de maquinaria, van a condicionar asimismo la decisión de adquisición o modernización del sistema de ordeño.
La disponibilidad o ausencia de mano de obra, así como de relevo generacional también tiene un peso decisivo a la hora de optar por un sistema de ordeño u otro. El hecho de que existan personas jóvenes en la granja predispone a elegir sistemas de ordeño de última generación, normalmente sistemas robotizados, mientras que personas de mayor edad en la plantilla y falta de relevo son factores que hacen que las explotaciones sean más conservadoras y más propensas a optar por sistemas de ordeño tradicionales más simples.
Las vacas son impredecibles, por lo que cualquier sistema de ordeño nunca va a ser libre 100% de asistencia humana
“Nunca se había dado en la historia del ordeño una revolución tecnológica tan grande en un período de tiempo tan corto y está claro que la automatización y robotización están cambiando el modo de ordeñar vacas, pero por mucho que avance la tecnología, no dejan de ser máquinas trabajando con animales que son impredecibles, por lo que cualquier sistema de ordeño nunca va a ser libre de asistencia humana por completo”, reconoce.
Analizamos a continuación las principales ventajas e inconvenientes de cada uno de los principales sistemas de ordeño. En todo caso, insiste Javier, “elijamos el sistema que elijamos la vaca siempre debe ser la prioridad, respetando sus tiempos, descansos y necesidades”.
Salas de ordeño paralelas
El ordeño trasero es hoy el más implantado en las salas instaladas en ganaderías lácteas. Es el sistema más económico, tanto en el momento de la adquisición como en su posterior mantenimiento, por lo que la amortización de la inversión es rápida. Es también el sistema que ocupa menos espacio en el establo.
Su otra gran ventaja es que las salas paralelas son fácilmente ampliables, sobre todo si esa ampliación queda prevista en el momento de su construcción, lo que evita tener que volver a hacer obras.
Si el rebaño crece, la sala no es un factor limitante ya que es capaz de asumir más vacas con más horas de ordeño o una ampliación de su capacidad
De este modo, es posible adaptar el tamaño de la sala de ordeño al número de vacas en producción, ampliándola a medida que el rebaño va creciendo, sin necesidad de invertir todo el dinero en la compra inicial.
Sin embargo, la ampliación de una sala paralela tiene un límite, ya que a partir de los 40 puntos (2×20) es más eficiente una sala de ordeño rotativa, asegura Javier. “En salas de ordeño paralelas muy largas los tiempos de carga y descarga del ganado son elevados y se pierde mucho tiempo en eso, mientras que en las rotativas los tiempos de carga y descarga se reducen a cero porque están entrando y saliendo vacas continuamente”, explica.
A partir de 40 puntos (2×20) es más eficiente una sala rotativa
Es fácil implantar rutinas de ordeño en salas paralelas, pero su cumplimiento depende del personal. En cuanto a los rendimientos de una sala paralela, va a depender, entre otros factores, del número de operarios que haya en el foso. Se considera habitualmente un máximo de 16 puntos por operario y existen grandes diferencias entre explotaciones, pudiendo ordeñar entre 4 y 5 vueltas de vacas por hora en función de factores como la destreza y rapidez del operario en las labores de preparación, colocación y retirada o el flujo de leche de los animales.
«La eficiencia del ordeño no depende únicamente del tamaño de la sala. Flujos de leche bajos no son rentables en ningún sistema, porque mientras ordeñas una vaca dura no puedes meter otra y puede estar retrasando todo el ordeño. El flujo de leche tiene una componente genética muy importante, por lo que no se debe recriar de los animales más lentos de la granja para evitar estar transmitiendo esos factores hereditables a las novillas de reemplazo», recomienda Javier.
Salas de ordeño rotativas
El número de salas rotativas instaladas en Galicia ha aumentado en los últimos años a medida que las explotaciones han incrementado su tamaño. Las más habituales hoy en día son salas rotativas de 40 o 50 puntos, que ocupan mayor espacio en las instalaciones con respecto a una sala paralela y tienen un coste también mayor.
Frente a las salas paralelas, una sala rotativa tiene que ser dimensionada de inicio teniendo en cuenta el tamaño futuro de la granja y el crecimiento previsto, ya que no es ampliable y su incremento de capacidad vendrá marcado únicamente por el tiempo de trabajo.
En ordeños muy largos hay que dar relevos a los operarios debido al cansancio que supone el trabajo, que es continuo y repetitivo
A diferencia de las salas paralelas, que obligan al operario a moverse por el foso, en las rotativas es la vaca la que va al operario, lo que otorga mayor comodidad a los trabajadores. Es más fácil también cumplir con las rutinas de ordeño, ya que cada operador tiene su zona de trabajo definida, pero en ordeños muy largos Javier recomienda dar relevos a los operarios por el mayor desgaste que supone el trabajo, que es continuo y repetitivo.
En cuanto al número de vacas ordeñadas por hora, existe la creencia de que cuanto más grande es la sala mayor rendimiento se obtiene, aunque “esto no es siempre así”, matiza. “El objetivo de la rotativa es evitar que se detenga, por lo que a veces introduciendo un operario más logramos mayor eficacia en una sala pequeña que en una grande con menor personal”, aclara.
El rendimiento de las salas rotativas no depende de su tamaño, sino de ajustar bien el número de trabajadores para que no se detenga
La velocidad de giro dependerá de la producción y dureza de los animales, pero se estima un tiempo mínimo necesario de ordeño por vaca de 6 minutos. De este modo, en una rotativa de 50 plazas con 3 operarios en el foso el tiempo de entrada y salida de animales estará situado en intervalos de 14 segundos.
Robots de ordeño
La demanda de robots de ordeño en granjas de tamaño medio o pequeño ha crecido de manera exponencial en los últimos años, impulsada por la falta de mano de obra y la búsqueda de mayor calidad de vida por parte de los ganaderos.
En el mercado existen distintos modelos en función de por dónde se coloquen las pezoneras a la vaca (brazo lateral o brazo trasero) y del número de puestos de ordeño por brazo robotizado (box individual y box doble).
Tradicionalmente los robots de ordeño se colocan dentro del establo, insertados en los diferentes lotes de animales en producción, existiendo diferentes sistemas de circulación del ganado que va a ordeñarse (tráfico libre, tráfico forzado, con preselección, etc.).
Lo habitual es trabajar con lotes de alrededor de 60 vacas por robot para minimizar los rechazos
Lo habitual es trabajar con lotes de alrededor de 60 vacas por robot para minimizar los rechazos. En las explotaciones de mayor tamaño que optan por instalar robots se clona el sistema multiplicando el número de lotes y unidades de ordeño instaladas. “Se necesita personal entrenado y atención 24/7 porque en cualquier momento puede parar el robot”, advierte Javier.
El rendimiento por robot, en todo caso, está condicionado al tipo de vacas que tengamos. “Pasando de 2,5 litros por minuto de flujo de leche a 3,5 podré ordeñar 14 vacas más en el mismo robot, pasando de 55 vacas a 69”, explica, por lo que, concluye, “si tengo vacas más blandas podré ordeñar más animales”.
Para lograr un buen ordeño voluntario es crítico el descanso del ganado y la salud podal
Entre las principales ventajas de los robots está la reducción de los tiempos de ordeño individual de la vaca y del tiempo muerto que pasa el animal en la sala de espera. Además, a través de los permisos que otorga el ganadero, es fácil llegar a los tres ordeños en vacas de alta producción, mejorando su bienestar y salud de ubre.
Los sistemas robotizados disponen además de distintos softwares que permiten al ganadero la obtención de datos individualizados de cada vaca, permitiendo a través del punteo una alimentación de precisión que maximiza la nutrición individualizada.
El robot permite maximizar la nutrición individualizada de la vaca y aumentar sus tiempos de descanso
Debido al tráfico continuado de vacas que van a ordeñarse durante el día, se evita la acumulación de animales en el comedero, habitual a la salida del ordeño en sala, por lo que es necesario un menor número de cornadizas en el establo. Por el contrario, precisamente porque en ningún momento el establo está vacío de animales, ciertas tareas como el encamado ser ven dificultadas.
Ciertas tareas como el encamado se ven dificultadas porque el establo nunca está vacío
Una de las desventajas que se achaca a los robots es su mayor coste de mantenimiento. “Un año de ordeño de un robot equivale a 15 años de trabajo de una sala, por lo que son necesarios mantenimientos más exhaustivos”, defiende Javier. Estas revisiones preventivas son más necesarias si tenemos en cuenta que el objetivo es no tener paradas del robot por averías y que no existen momentos de inactividad (como por ejemplo entre ordeño y ordeño en una sala) para llevar a cabo las reparaciones.
Un año de funcionamiento de un robot equivale a 15 de una sala, por lo que el desgaste es mayor y las necesidades de mantenimiento también
La vida útil de un robot es normalmente más corta que la de una sala, por lo que el coste y tiempo de amortización se elevan. Pero, sobre todo, el principal hándicap de los robots son su limitada flexibilidad a la hora de aumentar el número de vacas en ordeño, lo que condiciona el crecimiento escalonado y con recría propia de las explotaciones que están aumentando su rebaño. Si el robot está al límite de su capacidad, aumenta la competencia alrededor del robot y las vacas no dominantes tienen mayores dificultades para entrar.
Batch milking
El batch milking es un sistema de ordeño robotizado en grupo pensado para explotaciones grandes, donde el área de ordeño (compuesta por una sala de espera y varias unidades de robot colocadas en línea) se encuentran en una zona separada del establo y da servicio a los distintos lotes de animales en producción, que se van acercando a esta zona.
Se trata de un sistema reciente que está evolucionando y son pocas todavía las experiencias de batch milking en granjas en Galicia pero es una nueva alternativa a tener en cuenta sobre todo para grandes rebaños. En cuanto al rendimiento, se estima entre 7 y 9 vacas/hora por robot.
Este sistema minimiza la necesidad de operarios para ordeñar grandes rebaños
La gran ventaja del batch milking es que reduce al mínimo las necesidades de personal dedicado al ordeño con respecto a un sistema convencional. Con una persona dedicada a mover los distintos lotes de vacas a la sala de espera y asistir a algún robot de forma puntual se pueden ordeñar 700 vacas, algo impensable en cualquier otro sistema de ordeño.
Además, las rutinas de trabajo en el establo no se alteran, ya que las vacas siguen asistiendo en grupo a la zona de ordeño, facilitando en ese momento la preparación de los cubículos sin molestar a los animales. Además, al trasladar a los animales a la sala de espera, se garantiza que todas las vacas son ordeñadas, no habiendo retrasos como en el caso de los robots individuales.
El batch milking mejora la circulación de animales, aumentando el número de vacas ordeñadas por hora con respecto al robot individual
Se puede hacer el mantenimiento de los robots entre ordeños y no supone un gran problema que una unidad averíe durante el ordeño, ya que las demás siguen normalmente operativas, por lo que la reparación puede realizarse sin necesidad de detener el ordeño del lote completo.
Es un sistema fácilmente ampliable que admite el crecimiento del rebaño, aunque su mayor coste con respecto al resto de sistemas de ordeño disponibles es su principal inconveniente. Además, reduce la disponibilidad horaria con respecto a los robots de ordeño, ya que sin una persona presente no hay ordeño pero, a cambio, una vez finalizado, no hay avisos por paradas, como ocurre en los robots autónomos convencionales.
“El futuro pasa por sistemas híbridos, como son el batch milking y las salas de ordeño robotizadas”
¿Hacia dónde evoluciona el ordeño en los próximos años? Javier considera que “la robotización será el futuro” pero apuesta por sistemas “híbridos”. “Hasta ahora había dos sistemas de ordeño disponibles: sala o robot. Pero ahora existen ya mezclas como son el batch milking robotizado y las salas de ordeño robotizadas. En el futuro tenderán a converger y a ser lo mismo, aunque en estos momentos existen diferencias entre ellos”, explica.
“Ya existen robots de sellado para salas rotativas y es sólo cuestión de tiempo que haya también robots de preparación y de colocación. Y en las salas paralelas habrá también robots para realizar las tereas repetitivas que hoy hacen los operarios”, pronostica.
La robotización y la inteligencia artificial están en auge y han venido para evolucionar y revolucionar el ordeño
“La robotización y la inteligencia artificial están en auge y han venido para evolucionar y revolucionar el ordeño”, asegura, tanto en automatización de las tareas a realizar como en sistemas de apoyo a la toma de decisiones en materia de detección de enfermedades y patologías, secado, descartes, etc.
Se observan, avanza, dos tendencias a corto plazo en cuanto a la introducción y mejora de tecnología de ordeño:
- Robotización de salas rotativas convencionales
Ya existen robots de sellado o de predipping, pero el futuro pasa por automatizar la preparación y colocación de pezoneras a través de brazos robotizados, tanto en salas paralelas convencionales como en las salas rotativas, que se convertirán así en una especie de cadena de montaje, con una serie de tareas repetitivas a realizar en puestos fijos a medida que la vaca avanza.
- Avances en los robots de ordeño
La inteligencia artificial está llamada a jugar un papel muy importante en la mejora tecnológica de los robots de ordeño, ya sea en unidades individuales o en nuevos sistemas de batch milking. Con la mejora en la toma de decisiones, los robots de ordeño se volverán más autónomos y menos dependientes de supervisión humana, reduciendo sus fallos. Las mejoras en los software, con nuevas aplicaciones y sensores, facilitará la además toma de decisiones al ganadero en la gestión del rebaño.