Pulpa de remolacha como alternativa en la ración de las vacas de leche

Medio centenar de explotaciones gallegas emplean este subproducto de la industria azucarera para alimentación del ganado. Su difícil conservación en los silos hizo desistir en los últimos años de su uso a algunas ganaderías y cooperativas. Conocemos sus experiencias

Camión cargando pulpa de remolacha nunha das plantas de Azucarera para trasladar a unha explotación

Camión cargando pulpa de remolacha en una de las fábricas de Azucarera para trasladar a una explotación

Las 69.500 hectáreas de maíz forrajero que se cultivan en Galicia, según los datos del 2019 de la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivo (ESYRCE), publicada por el Ministerio de Agricultura, con una producción de más de dos millones de toneladas, suponen el verdadero sustento para la mayoría de las explotaciones de leche gallegas, en las que el maíz equivale a entre el 30 y el 50% de la materia seca de la ración de las vacas en producción.

Pero la falta de terreno disponible que acompañe el crecimiento de la cabaña ganadera en las explotaciones que amplían cabezas, los importantísimos daños causados año tras año por el jabalí o los bajos rendimientos en años secos en zonas del interior reducen en muchos casos las producciones, que no llegan para cubrir las necesidades de la granja.

Por eso, muchas de ellas buscan alternativas para completar sus raciones diarias de alimentación del ganado. Entre otras posibilidades se encuentra la pulpa de remolacha, un subproducto de la industria azucarera al que ya recurren más de medio centenar de ganaderías de leche gallegas.

La disponibilidad durante todo el año, la uniformidad del producto, la garantía en el suministro y el precio asequible en comparación con otros insumos son los principales factores que juegan a favor de la introducción de este material. En el lado contrario, las dificultades para el ensilado en las explotaciones y el limitado aporte nutricional una vez extraído el azúcar a la remolacha (la principal diferencia con respeto a la remolacha forrajera).

Suministro continuo

Proceso de encintado de rolos de pulpa de remolacha

Proceso de encintado de bolas de pulpa de remolacha

La empresa que suministra a las explotaciones gallegas la pulpa de remolacha es Betalia, la división de productos para el agro perteneciente a Azucarera Española, con fábricas en La Bañeza y Toro, desde las que se transporta el producto a las ganaderías de la comunidad gallega.

«A partir de la remolacha azucarera se obtiene la pulpa que, tras ser sometida a un proceso de prensado, se comercializa como pienso para ganado. Una vez prensada alcanza un contenido en materia seca superior al 27%, que puede consumirse como producto fresco o bien conservarse ensilada durante meses», explican desde Betalia, donde destacan factores como la «disponibilidad durante todo el año de producto, que se suministra en fresco a granel o ensilado en microsilos de 500 o 1.000 quilos».

«Nuestro mercado en Galicia de pulpa prensada, es decir, nuestra pulpa húmeda, un recuento que no incluye otros productos como pellets, pulpa en rama seca o melaza, está formado a día de hoy por unos 40 clientes activos de microsilos de pulpa prensada y otros 15 de pulpa prensada a granel que los ganaderos ensilan en sus granjas. Las ventas suponen entre 10.000 y 12.000 toneladas de pulpa prensada al año entre ambos formatos», indican desde la empresa.

Sobre las características de la pulpa prensada, en Betalia destacan que «a nivel productivo, con la incorporación de pulpa de remolacha en las dietas de vacuno se obtiene un aumento de producción de leche y grasa» y consideran que «su digestibilidad y su concentración en energía hacen de la pulpa de remolacha un alimento ideal como substituto de otros forrajes fibrosos como el ensilado de maíz».

Reducción de problemas metabólicos y estrés por calor

Desde la empresa subministradora afirman además que «su bajo nivel de lignina (indigestible en rumen) y la presencia de fibras de alta digestibilidad, mejoran el consumo de materia seca diario en vacas de leche de alta producción. El menor efecto de llenado del rumen por parte de la pulpa de remolacha respecto al ensilado de maíz y su mayor digestibilidad, favorecen un incremento en la ingesta de materia seca, destacando su inclusión en épocas de estrés por calor».

«Otra de las grandes ventajas de substituir parcialmente el ensilado de maíz por pulpa de remolacha prensada es la reducción de los problemas metabólicos. Su contenido en fibra soluble favorece la formación de ácidos grasos volátiles, reduciendo el riesgo de acidosis con respecto a otro tipo de alimentos con alto contenido en almidones y/o azúcares, ya que su alta concentración en pectinas reduce la producción de ácido láctico, siendo su excesiva producción la principal causa de acidosis ruminal. Por eso, a nivel metabólico, la substitución del ensilado de maíz por pulpa de remolacha prensada aumenta los niveles de glucosa y reduce el riesgo de enfermedades metabólicas en post-parto como las cetosis subclínicas», aseguran.

pulpa de remolacha

«A nivel nutricional es más pobre, no se compara con el maíz»

No comparte del todo los distintos aspectos positivos destacados por la empresa el investigador César Resch, responsable del sector lechero en el CIAM de Mabegondo, que aprecia carencias en la pulpa de remolacha como producto de alimentación y riesgos en su manejo.

«La remolacha forrajera entera es relativamente parecida al maíz, pero el valor energético de la pulpa de remolacha es muy inferior, 6-7% de proteína y fibra, porque es sin azúcar. Es un producto bastante pobre para alimentación animal, no se compara con el maíz», afirma César.

Además, dice, «manejar un producto húmedo es un factor riesgo importante». «La pulpa ensilada en trinchera en las explotaciones ensila bastante mal porque tiene pocos azúcares, y los pocos que tiene los pierde en el proceso de ensilado y en los efluentes que emite», relata.

«Yo no la veo, sinceramente, para las raciones en Galicia. Puedo verla en Castilla, donde la tienes a la puerta de casa casi regalada, pero aquí tenemos unos portes y el producto aporta lo que aporta», concluye.

Pulpa de remolacha ensilada en rolos

Pulpa de remolacha ensilada en microsilos individuales

«Es un alimento que me encaja en el precio, estoy contento»

Antonio Pérez, de la ganadería O Cantón SC, de Viana do Bolo, usa la pulpa de remolacha en microsilos desde hace tres años. Tiene 96 cabezas y unas 100 hectáreas de terreno pero no echa maíz. «Antes aquí en esta zona se echaba mucho maíz, pero nosotros ahora no lo sembramos por culpa del jabalí. La última vez sembré 7 hectáreas y me lo destrozaron, porque solo estaba mi finca con maíz. En esta parte de Ourense la ganadería está en decadencia, cada vez hay menos fincas a maíz porque los productores de ganado de carne no echan», explica.

Al no disponer de silo de maíz propio, O Cantón compraba maíz picado en La Bañeza para ensilar en la explotación. «Pero una vez que se abre el silo si tienes poco consumo, como era mi caso, se estropeaba», cuenta. Por eso dejó de usarlo.

Llegué a ella un año por necesidad, porque me encajaba en el precio, y hoy no la cambio por nada

Pero en el año 2017 hubo sequía y recurrió a la pulpa de remolacha para suplementar el forraje de hierba de la explotación. «Llegué a ella un año por necesidad, porque me encajaba en el precio, y hoy no la cambio por nada. Ahora tengo silo de hierba bastante pero lo que me aporta la pulpa no me lo aporta el silo de hierba, y no encarece la ración. Veo un alimento calidad-precio interesante y asequible. Está claro que no es un alimento como el maíz, pero fuera de lo que es el maíz, dentro del resto de forrajes, aporta proteína y energía. Yo estoy contento con ella», dice.

Un coste de 6,3 céntimos/kilo

«Yo la traigo en bolas de 1.000 kilos. Tengo la suerte de que me entra el tráiler a la nave, pero en muchos establos de las zonas de montaña es difícil que te llegue el camión a la puerta. A granel sale más económica, pero yo no me animo a hacerlo en trinchera por la conservación. En el microsilo no se desperdicia ni un kilo, se aprovecha todo. Me van trayendo según necesidad, un camión me dura para mes y medio o dos meses. Una bola me dura tres días, no saco la pulpa del envoltorio, voy abriendo lo que voy comiendo. Yo no uso carro y pongo la pulpa mezclada con el pienso una vez al día», explica Antonio.

El tráiler que le trae la pulpa hasta Viana viene con 24 bolas. Le sale a 63 euros cada una, es decir, unos 6,3 centimos el kilo. «Doy entre 8 y 10 kilos por animal y día dependiendo del nivel de producción, pero lo ahorro en pienso, porque le sacas 2 kilos de concentrado la cada vaca, que está a 30 céntimos», argumenta.

Doy entre 8 y 10 kilos por animal y día dependiendo del nivel de producción, pero lo ahorro en pienso, porque le sacas 2 kilos de concentrado a cada vaca, que está a 30 céntimos

En cuanto al estado de los animales, Antonio destaca que «las vacas están bien y empreñan bien. En microsilos es un alimento muy estable que viene siempre en las mismas condiciones y no provoca problemas nutricionales en el ganado ni de ningún otro tipo, ni siquiera de engrasamiento».

O Cantón también da pulpa de remolacha a las vacas secas. «Cuando se secan van para el prado porque hay pasto de sobra, pero cuando el tiempo no permite mandarlas al prado, darles solo silo de hierba es una alimentación bastante pobre y la suplementamos con pulpa de remolacha. Creo que para dar antes del parto es mejor que el maíz, porque el maíz es más fuerte y hay que tener mucho más cuidado», considera. En su opinión, la pulpa sería también un alimento interesante para el ganado vacuno de carne. «Sería útil en vez de la paja, porque estás aportando algo más y lo ahorras en el pienso», dice.

Pulpa de remolacha ensilada en trincheira

Pulpa de remolacha ensilada en silo de trinchera

«Es muy inestable, tienes que andar muy rápido los frentes»

SAT Herbón Núñez, en el ayuntamiento lucense de Baralla, tiene casi 200 vacas en producción. Durante dos años usó en la ración pulpa de remolacha ensilada en trinchera en la propia explotación. En este momento ya no la emplean porque han comprado 30 hectáreas más de tierra que tienen ya produciendo maíz (echan un total de 70) y ahora son autosuficientes.

Pero cuando solo disponían de 45 hectáreas de maíz no les llegaban y recurrían a la pulpa de remolacha. «Tiene ventajas, porque aporta fibra y buena calidad-precio. La pulpa a granel es mas barata que el maíz comprado, sale entre 12 y 14 euros más barata la tonelada que el maíz comprado. Pero también tiene desventajas, porque el silo de maíz tiene una estabilidad mayor y de este modo tienes que tener tres silos abiertos al mismo tiempo, el de hierba, el de maíz y el de pulpa, que en el silo tiene una estabilidad muy justa y tienes que andar muy rápido los frentes para no tener problemas», recuerda José Manuel, que junto a su hermano Marcos gestionan esta SAT familiar.

A pesar de esa inestabilidad en el almacenaje, José Manuel reconoce que, de volver a hacerles falta forraje algún año posiblemente recurrirían de nuevo a la pulpa de remolacha. «Nada es perfecto, es como si tienes una vaca que sabes que te da problemas para empreñar pero la aguantas porque te da mucha leche», compara.

Dificultades para el ensilado

Herbón Núñez compró pulpa durante dos campañas anuales ensilándola en dos épocas distintas del año, en noviembre y en marzo. José Manuel destaca no solo las dificultades para la conservación una vez abierto el silo, sino también los problemas a la hora de hacer el silo. «Ya es un producto demasiado inestable cuando viene para aquí. Son partículas muy pequeñas, de un centímetro de diámetro por 4 o 5 milímetros y hay camiones que no vienen del día. Nosotros controlábamos la humedad y hacíamos análisis. Según el contrato firmado la materia seca no podía bajar del 27%, pero había camiones que bajaban hasta el 24%. Pagabas a los 8 días y tenías que mandar las contraanalíticas para que después te lo compensaran», explica.

«Desde el año pasado no la hemos vuelto a traer. Invertimos en comprar más tierra. Hay un poco más de trabajo pero también hay ganancias mucho mayores. El silo hecho por nosotros nos sale a 3 pesetas kilo y si lo vas a comprar anda entre 8 y 10 pesetas en función de cómo compres y cómo esté de almidón, porque el que te vende el maíz no entiende mucho de eso, lo que quiere es kilos y si pueden te lo meten húmedo para que pese más», se queja.

Vacas en produción na gandería Lebón SC de Samos, que emprega a mestura húmida de Aira

Vacas en producción en la ganadería Lebón SC de Samos, que emplea la mezcla húmeda de Aira

«En Aira usamos la pulpa de remolacha fresca durante tres años en la mezcla húmeda que servimos a las granjas»

José Manuel López Pardo, es técnico en la planta de mezcla húmeda que la cooperativa Aira tiene en Sarria, donde lleva la producción forrajera y el día a día de una planta que sirve la ración diaria en unas 40 explotaciones socias. «Usamos pulpa de remolacha durante dos o tres años porque andábamos justos de silo de maíz. Se traía una bañera cada 3 días de una azucarera de Palencia, la descargábamos en el suelo e íbamos metiéndola en la ración así en fresco. Se repartía la bañera de 25 toneladas para 2 o 3 días, que es lo que aguanta sin fermentar. Era un producto delicado si no lo consumías en ese tiempo, porque es un producto húmedo con un 25-26% de materia seca que fermenta, por lo que hay que tener cuidado con el manejo, pero nosotros no la ensilábamos para no meterle más gastos. De este modo nos salía a unos 45 euros la tonelada puesta aquí», cuenta.

La trajimos tres años porque andábamos justos de maíz y gastábamos una bañera de 25 toneladas cada dos o tres días

Para José Manuel, es un producto que «en la ración funcionaba bien, porque es apetecible y la comen bien, y en las vacas iba también bien». Considera que la pulpa de remolacha «encaja bien en precio y para una explotación pequeña puede ser una buena solución ensilándola». Para una planta como la de Aira tenía también otra ventaja: «ofrecían suministro todo el año, que para nosotros e importante para no tener que andar variando la ración. Puede haber algún otro ingrediente que te encaje tanto en precio como nutricionalmente pero nosotros necesitamos constancia para no tener que estar modificando tanto la ración», justifica.

No la ensilábamos para no meterle más gastos, la consumíamos directamente, pero hay que tener cuidado porque es un producto húmedo que fermenta

En la planta de mezcla húmeda de Aira hacen en este momento dos raciones para vacas de leche, otra para preparto y una para secas, a mayores de una mezcla seca para recría. Hacen dos mezclas estándar de alimentación para vacas en producción: una para ganaderías con sala de ordeño y otra para explotaciones con robot, que lleva menos concentrado, dado que los robots suplementan el pienso durante el ordeño.

La pulpa es un producto que funciona bien en las vacas, es apetecible y la comen bien

La ración actual está formada por 23 kilos de silo de maíz, 8 de silo de hierba, 2,3 kilos de melaza, una mezcla energética a base de harina de maíz y luego los compuestos proteicos (soja, colza y cascarilla), además de medio kilo de paja en ocasiones puntuales. Cuando empleaban la pulpa de remolacha ahorraban 5 kilos de silo de maíz en la ración, pues estaba formada por 18 kilos de silo de maíz, 7,5 de silo de hierba, 1 de paja, 3 de pulpa de remolacha, 3 de harina de colza, 2,4 de harina de soja, 1,8 de cascarilla de soja y 1,5 de melaza de caña.

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