A punto de salir al mercado el primer bioestimulante gallego elaborado a partir de algas

La emplea gallega Porto Muíños prevé sacar próximamente al mercado el primer bioestimulante elaborado a partir de algas de Galicia. La firma, especializada en la transformación de algas para alimentación humana, participa en el grupo operativo Bio_Marterra, que se marca cómo objetivo precisamente el de elaborar, a partir de los descartes de las algas de las costas gallegas que emplea, productos bioestimulantes y con actividad antifungica para emplear en las huertas y en los cultivos de viña y de patatas.

Fruto de esas investigaciones, ya se está a punto de producir para el mercado el primer bioestimulante que comercializará la empresa. Más adelante prevén sacar otra línea de bioestimulantes y otra de productos fungicidas. Antonio Muiños y Manuela Buján, Gerente y miembro del departamento de I+D+i de la empresa, respectivamente, explican que los bioestimulantes son productos que promueven los procesos naturales de las plantas para mejorar la asimilación y eficiencia de los nutrientes que absorben. Además estos compuestos naturales generan tolerancias a estreses abioticos y bióticos que se presentan en el desarrollo de los cultivos, lo que hace incrementar la producción y la calidad de los vegetales que llegan los consumidores. Desde Porto Muiños explican que la investigación comenzó con el estudio de 10 variedades de alga y 7 fórmulacións diferentes de elaboración.

“El futuro de la producción de algas en Galicia pasa por su cultivo y no por la recolección directa del mar” Antonio Molinos Insua, Porto Muíños

De cara a alcanzar los objetivos fijados en Bio_Marterra, Buján señala que hay que incidir en las especies de algas, en los métodos de extracción de los componentes que serán de utilidad y los contenidos mínimos de esos componentes que habrá que incluir en cada uno de los elaborados. Y también hacer un análisis comparativo de los resultados con bioestimulantes que ya existen en el mercado pero que se elaboran de manera diferente, con otras materias primas. o con un uso de algas muy reducido.

Uno de los objetivos últimos del grupo operativo es crear una nueva fuente de riqueza para las comarcas costeras gallegas, que vendría de la mano de las algas. Actualmente hay cinco proyectos empresariales de tamaño medio que comercializan algas en diferentes formatos y para diferentes usos. Y muchas cofradías de pescadores y mariscadores incluyen ya entre sus actividades la recolección de algas para servírselas a la industria. En Porto Muíños procesan anualmente unas 400 toneladas de algas, de las cuales más del 95% proceden de la recolección directa. Pero entre esas algas recogidas vienen variedades que no tienen valor para el consumo humano y, entre las válidas, solo se aprovecha una parte. Por lo tanto, los proyectos en los que trabaja el grupo operativo Bio_Marterra servirían para dar valor económico a esos descartes y, así, ahondar en la economía circular y la sostenibilidad.

«En cuanto los modelos de bioestimulantes elaborados y probados en campo hay uno de los modelos en los que se están haciendo ya los últimos trabajos antes de salir de salir el mercado, y esperamos tener todo listo para la fecha de finalización del proyecto», avanza Manuela Buján.

Resultados prometedores en huerta y venía

En cuanto a los resultados de los ensayos realizados hasta ahora, la responsable de I+D de Porto Muiños avanza que «son prometedores. En laboratorio estamos viendo respuestas muy positivas y claras en relación a estreses que pueden sufrir los cultivos como falta de agua, exceso de calor o salinidad en el suelo, según la información facilitada por los investigadores del Campus Terra-USC. También, desde la Misión Biológica de Galicia (Grupo VIOR) detectaron respuestas positivas de algún modelo de forma muy clara sobre el control del mildiu en viñedo. En campo, los resultados de los ensayos realizados en lechuga comercial, algunas variedades de pimiento, y patatas son positivos, mejorando el rendimiento de los cultivos. Y en tomate se está observando un beneficio en los plantóns cuando estos se aplican en riego. Vamos avanzando en el conocimiento de la respuesta de los cultivos a estos productos».

En todo caso, subraya que «los bioestimulantes no son abonos, sino que ayudan las plantas a enfrentarse a estreses abióticos o bióticos, como enfermedades o mayor resistencia al calor o a la salinidad».

Una buena valoración que comparte Néstor Liñares -de Horta da Lousa-, que colabora en el proyecto, probando en sus terrenos algas como fertilizante. El horticultor explica que el uso foliar de bioestimulantes en sus bancales favoreció el aumento de producción e incluso la calidad y peso de las hortalizas (lechuga y cebolla) y que eso fue algo que notaron a simple vista, incluso antes de que se realizaran las mediciones a cargo de los técnicos del proyecto Bio_Marterra. Recordó también que los márgenes de beneficio en el sector de la huerta son de las consideradas bajas en agricultura -con entre un 5% y un 10%- por lo que contar con herramientas como los bioestimulantes a base de algas y los resultados que están obteniendo puede significar la diferencia entre beneficio y pérdida.

Financiación

El Grupo Operativo BIO_MARTERRA está financiado por las ayudas para la ejecución de proyectos innovadores de los grupos operativos de la Asociación Europea de la Innovación (AEI), cofinanciadas en un 80% con el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) en el marco del Plan estratégico de la política agraria común (PEPAC) 2023-2027 con fondos propios de la Xunta de Galicia en un 14% y con fondos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en un 6%. La Consellería de Medio Rural es el órgano de la Administración gallega a la que le corresponde proponer y ejecutar las directrices generales en el ámbito rural, y engloba las competencias en materia de agricultura, ganadería, desarrollo rural y ordenación comarcal, estructuras rurales, industrias agroalimentarias y forestales, montes, prevención y defensa de los incendios forestales. Presupuesto total BIO_MARTERRA: 179.634,83 euros (100% subvencionado).