¿Qué enfermedades están amenazando la cría de cerdos?

La peste porcina africana está cada vez más presente en Europa, pero no es la única que pone en riesgo a estos animales. Existen enfermedades emergentes de las que se comienzan a observar casos, y por el momento, la solución está en la observación y en la bioseguridad

¿Qué enfermedades están amenazando la cría de cerdos?

Los cerdos domésticos se desarrollan en un ecosistema en el que aparecen nuevas amenazas constantemente. La peste porcina africana es una de las más conocidas por su avance mundial, pero también existen otras emergentes como el virus del síndrome respiratorio y reproductivo porcino o el fallo de crecimiento en el peridestete, la última emergente del mundo. Aunque razas minoritarias como el porco celta pueden tener ventajas por el tipo de manejo, siguen siendo cerdos y, por lo tanto, no son inmunes a estas enfermedades. ¿Qué riesgos existen y que la que síntomas se les debe prestar atención? Varios expertos respondieron a estas cuestiones en la última jornada técnica organizada por ASOPORCEL, a asociación de Criadores da Raza Porco Celta. 

Cuadro clínico de la peste porcina africana (PPA) y diferencias con la clásica (PPC)

Se trata de una enfermedad hemorrágica contagiosa que afecta a cerdos domésticos y silvestres ocasionando altos índices de mortalidad. “En España por el momento bien, pero puede aparecen en cualquier momento puesto que somos los terceros productores mundiales de cerdos. En el caso del porco celta, al igual que en el resto de razas criadas en España, existe la desventaja de la producción en extensivo, un factor de riesgo debido al potencial contacto con el jabalí”, explica el veterinario y profesor del departamento de producción animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia (UM), Guillermo Ramis.

El cuadro clínico general de esta enfermedad manifiesta una fiebre alta, por lo que los animales tienen frío -puede observarse como se juntan unos contra otros-, están muy débiles y apáticos e incluso dejan de comer, con lo que pierden peso. “Otro rasgo distintivo típico es la aparición de cianosis sobretodo en la cola y las orejas. También podremos apreciar problemas digestivos, como diarrea y vómitos, generalmente con sangre; inflamaciones articulares y problemas respiratorios: tos, disnea…”, señala el investigador del Departamento de Sanidad y Anatomía Animales de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Francesc Accensi.

Muestra de lesiones cutáneas que pueden aparecer en orejas. Fuente: Francesc Accensi

Muestra de lesiones cutáneas que pueden aparecer en orejas. Fuente: Francesc Accensi

“En la necropsia de los animales infectados, ¿qué vemos? observamos típicamente un agrandamiento del bazo (esplenomegalia), linfonodos hemorrágicos y aumentados de tamaño, hemorragias y edemas, contenido gastrointestinal hemorrágico, etc. En las realizadas en jabalíes, las lesiones son básicamente las mismas”, muestra el investigador.

Las diferencias clínicas y patológicas de la peste porcina africana con la peste porcina clásica no son perceptibles a simple vista, por lo que para saber de qué enfermedad se trata hay detectar el genoma del virus vía PCR a partir de una muestra. Actualmente, ante la emergencia que supone, muchos equipos de investigación están trabajando en la obtención de una vacuna contra la PPA, aunque, dada la complejidad del virus y nuestro desconocimiento de este, tardaremos aun en tener una vacuna (atenuada) en el mercado. Así pues, la bioseguridad y la vigilancia siguen siendo las medidas más efectivas en la lucha contra la PPA.

Una radiografía del virus

¿Cómo es el virus? “Es virus ADN bicatenario, envuelto e icosaédrico, del género Asfivirus. Es un virus ‘grande’ ya que expresa más de 150 proteínas, de las cuales, se desconoce una gran parte. De él se han descrito hasta 24 genotipos diferentes y la mayoría de las vacunas experimentales que hoy en día existen sólo protegen contra la cepa parental homóloga. Su célula diana son los macrófagos/monocitos, y una vez en fases avanzadas, infecta a las células epiteliales generando mayores problemas hemorrágicos”, describe Francesc Accensi.

Es un virus resistente a bajas temperaturas, incluso durante años en carnes congeladas. Afecta a cerdos salvajes propios de África, como los facóqueros, que pueden pasar la vida infectados, pero no se ponen enfermos, actuando, junto con las garrapatas blandas del género Ornithodoros, como reservorio del virus. Sin embargo, cuando el virus de la peste porcina africana (VPPA) infecta a jabalís o cerdos domésticos europeos, estos sí que enferman.

¿Cómo se producen los contagios? El VPPA se transmite por vía oro-nasal -contacto directo entre animales, ingestión de material contaminado, como restos de un animal muerto, etc.- o mediante la picadura de garrapata. “Está pensado para transmitirse por picadura de este parasito, así que, siempre que haya sangre infectada de por medio, tendremos una situación de riesgo; 1ml de sangre de un cerdo infectado puede contener 100 millones de partículas del virus”, señala Accensi. Cabe destacar que, el ser humano no se infecta con el VPPA pero puede actuar como un ‘portador’ puramente mecánico -transportar cerdos infectados de aquí a allá, botas contaminadas de sangre tras una cacería, etc.- del virus.

¿Es posible controlar la PPA? Por el momento, no existe ni tratamiento ni vacuna y las únicas medidas que hay -ratificadas por la Organización Mundial de la Salud Animal (OMSA)- son el diagnóstico rápido del foco, el sacrificio de esos animales y el vaciado de las explotaciones colindantes. “La única arma efectiva de la que disponemos en estos momentos es la bioseguridad”, insiste el investigador de la UAB.

Enfermedades emergentes en razas minoritarias

En su intervención durante las Jornadas Técnicas del Porco Celta, el profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia (UM), Guillermo Ramis, destacó tres enfermedades emergentes en el ámbito porcino: el fallo de crecimiento en el peridestete (PFTS) -la última emergente del mundo-, el virus del síndrome respiratorio y reproductivo porcino (PRSS), y el virus de la diarrea porcina epidémica.

La primera de ellas, a PFTS, “es una enfermedad que afecta a lechones que se destetan perfectamente sanos, los sacas a la transición y no comen, y empiezan a perder peso con síntomas añadidos”, define el veterinario de la UM. Esta patología ya se considera una enfermedad emergente descrita en diversos países como Estados Unidos, España, Portugal o Italia. Los animales afectados manifiestan un cuadro clínico caracterizado por la pérdida de condición física o incluso comportamientos atípicos.

¿Existe alguna influencia de la genética? En una investigación realizada por Ramis y otros compañeros se determinó una influencia de la genética en la proliferación de la enfermedad. A pesar de esto, “la probabilidad de que esta enfermedad llegue a razas minoritarias es reducida porque las poblaciones de estos animales son pequeñas, tienen poca posibilidad de reposición y sufren poca presión productiva”, detalla Guillermo Ramis. Cabe añadir que la PFTS es propia de animales con crecimiento rápido, una cuestión impropia de las minoritarias.

En cuanto a la diarrea vírica epidémica (PEDV) es un tipo de coronavirus que afecta al intestino delgados de los cerdos neonatos generando una diarrea severa y ocasionando la muerte por deshidratación. “Sabemos que ciertas modificaciones sobre el genoma del virus afectan sobre su virulencia por lo que también contiene una influencia genética”, afirma Ramis.

Por otra parte, la PRRS es un virus ARN conocido como el virus del síndrome respiratorio y reproductivo porcino que “está ocasionando una tasa de abortos que no me los conocía desde el año 96 y una mortalidad de cerdas del 50%, y que tiene la mayor tasa de mutación vista en la naturaleza”, señala el veterinario. Esto ocasiona que diferentes animales tengan diferente respuesta a la enfermedad, diferente carga vírica, o incluso una dinámica vírica diferente. “Una vez más, el ADN influye sobre cuestiones como la producción de anticuerpos” añade.

¿Es probable que aparezcan la PEDV o la PRRS aparezcan en una raza minoritaria? “Sí que es probable porque seguramente tienen los mismos receptores que el resto de cerdos. Igualmente, la rusticidad es una ventaja importante en estas razas: generalmente, al no estar sometidas la tanta presión de selección tienen mayor capacidad de adaptación al medio. Además, al tratarse de explotaciones de tamaño reducido la presión de infección es menor”, sintetiza Guillermo Ramis. Hace falta añadir que las herramientas de control y prevención en cerdos de razas minoritarias son más efectivas debido al volumen de las explotaciones.

En este punto, hay que tener en cuenta que casi todas las enfermedades infecciosas van a depender de un receptor, y en el caso de los cerdos, “hasta donde se sabe, las razas minoritarias tienen los mismos receptores para patógenos que las blancas, aunque existen ciertas excepciones, como algunas razas minoritarias chinas que no tienen receptor de E.coli con el que no pueden contagiarse de esta enfermedad. Este es el ejemplo por el cual, puede haber excepciones que no sabemos y que tienen nuestras razas minoritarias”, añade el profesor de la Universidad de Murcia.

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