Español
En un país como Galicia donde el sector primario representa una fuente de riqueza clave para el futuro, y sobre todo con una gran potencialidad de creación de más puestos de trabajo y de valor añadido, la formación en ingenierías técnica forestal y agrícola, y agronómica representan un gran nicho laboral y juegan un papel clave para la economía gallega. Analizamos a continuación cuál es la radiografía de la formación en Galicia en estas disciplinas y cuál es su grado de inserción laboral.
¿Hay más o menos estudiantes en estas ingenierías? La evolución del número de nuevas matrículas en el primer año de los grados de ingeniería agrícola y forestal mantuvieron tendencias diferentes en la Escuela Politécnica Superior de Lugo y en la Escuela de Ingeniería Forestal de Pontevedra. Descensos y estabilidades relativas son las dos formas predominantes que adoptan las tendencias en cada uno de los casos.
Las líneas de la gráfica reflejan la evolución de matrículas de la rama de agrónomas y forestales desde el 2010 a la actualidad
La gráfica hace referencia a la evolución de matrículas de primer año en la Escola de Enxeñería Forestal de Pontevedra desde el 2010 a la actualidad
En el caso de Pontevedra, se observan picos de aumento y descenso en ciertos cursos académicos, hibridando una etapa de descenso de las matrículas con una recuperación de las tasas iniciales en los últimos años. Mientras, en el caso lucense se registra un ligero descenso, más marcado en la ingeniería agrícola, y períodos de cierta estabilidad. Tomás Cuesta, director de la Escuela de Lugo, justificar en parte esta bajada con la demografía, haciendo alusión “a un menor número de chavales y chavalas en los ámbitos rurales, que repercute en un menor número de estudiantes en cualquier nivel educativo dentro de los espacios de interior”.
Bajo estos hechos, Juan Picos, director de la Escuela de Ingeniería Forestal de Pontevedra, explica que “en general, las ingenierías percibieron una reducción del número de matrículas, debido al descenso de demanda del alumnado de ABAU”. A esta afirmación, Picos le suma que “existe un dominio de las ingenierías más tecnológicas y de la información, en detrimento de aquellas más tradicionales o incluso civiles, donde se encajan tanto la forestal como la agraria”. Ante esta inclinación “parece existir una connotación de antigüedad hacia este tipo de titulaciones”, comenta Juan Picos.
El punto de vista en torno a las perspectivas de futuro de Cuesta, Picos y Fernando Enjamio, decano do Colexio Oficial de Enxeñeiros Técnicos Forestais de Galicia, siguen una misma hoja de ruta. Los tres profesionales concuerdan en que cada uno de sus ámbitos de pertenencia tienen amplia potencialidad a nivel laboral, y la tendencia que siguen es de un fortalecimiento debido a la evolución de las políticas medioambientales a nivel mundial y de gestión del territorio. Igualmente, Juan Picos hace referencia al ‘Informe de los sectores estratégicos para la inversión en Galicia’, por el cual el sector forestal se posicionaba en los cinco primeros con mayor importancia.
Mercado laboral
Las ingenierías agraria y forestal tienen altas tasas de empleo en Galicia. Según los datos ofrecidos por José Antonio Rivas, secretario técnico del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos, del total de personas colegiadas actualmente en Galicia, tan sólo un 2,45% figuran como desempleados. Este porcentaje es muy reducido, y dejaría casi un 98% de ocupación en el sector.
En el ámbito forestal, la absorción de profesionales en el mercado es alta. Según detalla Juan Picos, “la demanda de profesionales técnicos forestales para el ámbito laboral, en nuestro caso, es alta, e incluso hay muchas veces que no conseguimos localizar la gente para determinados puestos de trabajo que nos llegan de empresas”. Además, Picos agrega que, en un proyecto de impulso forestal con el que está colaborando a nivel gallego, las empresas tienen “cierta preocupación por acceder la gente formada”.
Fernando Enjamio avanza que “las perspectivas de futuro son muy buenas para las titulaciones que envuelven el medio rural y, en general, aquellas que procuran una gestión del territorio y de en medio ambiente”. Una realidad que transmite Tomás Cuesta es que “alumnos y alumnas de la Escuela de Lugo se colocan aproximadamente un 90%”.
El sector agroforestal está atravesado por nuevas tendencias y nuevos retos que implican cambios importantes a nivel laboral. “Una rama con cada vez más importancia en el mercado laboral es gestión medioambiental; la mitigación del cambio climático y gestión del co2 son dos paradigmas que hacen que la figura del profesional de la ingeniería técnica forestal sea cada vez más necesaria en el ámbito laboral”, detalla Fernando Enjamio. Las cuestiones de sostenibilidad y medio ambiente afectan de la misma manera al ámbito agrícola, por lo que, “es necesario que estas ramas de la ingeniería continúen estando presentes en producir y transformar”, avanza Cuesta.
Salidas laborales y camino a la especialización
A Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura publicó el estudio ‘Regional assessment of forest education in Europe’ sobre las titulaciones forestales y el cambio social cara lo virtual y tecnológico que se está produciendo a nivel mundial. Juan Picos, colaborador de esta investigación, manifiesta que “una de las conclusiones que se extrae es que este tipo de ingenierías son imprescindibles para un correcto desarrollo del territorio”, y afirma que “es necesario un esfuerzo para que recuperen terreno”.
Según Tomás Cuesta, “puede que haya cierta desvirtuación del ámbito rural y que afecte en cierto modo a las titulaciones técnicas agrarias y forestales, pero la demanda laboral de profesionales del sector es más alta que la oferta”. “El campo de trabajo es muy amplio, va desde las cosas más habituales, a las nuevas tecnologías y nuevos subproductos derivados de la madera”, destaca Enjamio. Por este motivo, Picos reivindica que “es el momento de apostar por este tipo de titulaciones porque cada vez hay más empresas que reclaman personas formadas en estas ramas”.
En el ámbito de la ingeniería agrónoma, los datos que ofrece el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Galicia reflejan altas tasas de ocupación entre las personas colegiadas. A pesar de que un 18% de los profesionales no tienen una información completamente actualizada en las bases de datos de la entidad, los profesionales autónomos, junto al personal de las administraciones públicas, y a los profesionales libres suponen la mayor parte de las actividades que ocupan el personal del ámbito. La docencia sería el siguiente puesto que más profesionales agrónomos colegiados ocupa, llegando a un 9,65%.
Porcentaje de ocupaciones por actividad de profesionales colegiados en Galicia
Las ingenierías forestales tienen unas salidas laborales muy amplias. Según Fernando Enjamio, “estas salidas fueron cambiando, afrontando nuevos caminos, nuevos retos, y nuevas salidas”. Dentro de estas nuevas tendencias, el director del Colegio de Ingenieros Forestales destaca la huella “de la gestión forestal y la ordenación territorial, con principal importancia de la gestión medioambiental, del co2, del impacto ambiental, del paisaje y de las energías renovables”. Las nuevas tecnologías están cada vez más presentes, y cada vez tiene mayor protagonismo “como, por ejemplo, el uso de drones en inventarios madereros o incluso en el sector de la construcción en madera”, detalla Enjamio.
“Tenemos un futuro interesante en un mercado que está exigiendo nuevos productos más acordes al medio” (F. Enjamio)
Necesidades para avanzar
Los Planes de Estudio de cualquier grado universitario del territorio requieren de una intervención del Ministerio de Educación para una modificación. Partiendo de esta premisa, Juan Picos aporta que “es necesario saber aprovechar la oportunidad del entorno para aplicar en la docencia, y adaptarse a las nuevas necesidades existentes del ámbito laboral”. Para esto, Picos hace hincapié en la “iniciativa que debe tener la docencia para saber adaptarse a la situación, y en las actividades complementarias que se realizan para conseguir acercar más el profesional al ámbito”.
Otra de las cuestiones que se formuló fue la necesidad de apego de estas ramas de las ingenierías técnicas a la sociedad. Enjamio anuncia que “hay que tratar de llevar a la sociedad de una manera atractiva estas formaciones”, y asimismo, “acercar la profesión a los diferentes niveles educativos para concienciar, en cierto modo, de su importancia para la evolución de la sociedad”.
Tomás Cuesta determina que “Galicia tiene una potencia en materia prima por lo que es importante transformarla con un valor añadido”. Para proceder, Cuesta hace referencia a que su ‘campo de batalla’ va a ser la “calidad y la digitalización, de cara a procurar una agricultura inteligente en base a automatismos, mecanización, y demás, para intentar transformar el producto”.
