Recomendaciones de Calfensa para el encalado en una campaña de maíz corta

Recomendaciones de Calfensa para el encalado en una campaña de maíz corta

Calfensa incorpora este año un nuevo vehículo a su flota de equipos aplicadores con brazos de dosificación.

Las lluvias han retrasado este año el inicio de la campaña de maíz, lo que deja menos margen para planificar los trabajos. La recomendación habitual para el encalado con calizas es su aplicación al menos un mes antes de la siembra, pero este año se tendrá que hacer cuando se pueda, no cuando se debería, igual que otros trabajos de la campaña. Repasamos a continuación las opciones para encalado que tienen las ganaderías.

  • Caliza agrícola

El carbonato cálcico, la caliza agrícola tradicional, es un producto muy empleado y no caústico. El grado de finura del producto determinará su tiempo de reacción en suelo. “Cuanto más fino es un producto, tendrá un mayor número de partículas, que se descompondrán antes en el suelo. En el caso de las calizas de Calfensa, estamos hablando de un tiempo de reacción de 3 – 4 semanas, dependiendo de factores como la humedad del suelo o sus características”, explica Alberte Momán, ingeniero técnico agrícola del departamento comercial de Calfensa.

«Conviene atender al valor neutralizante real del producto, pues en el mercado hay mensajes que llevan a la confusión»

“Vale la pena valorar qué tipo de producto se está usando, pues hay en el mercado productos poco reactivos o con un mayor grado de impurezas”, valora el técnico.

Dosis
Otra cuestión a tener en cuenta es la capacidad de la caliza para corregir la acidez del suelo, que se mide por su valor neutralizante. La caliza agrícola de Calfensa presenta un valor neutralizante de 50, por lo que para la mayoría de suelos agrícolas gallegos, caracterizados por su acidez, serán precisas dosis de aplicación de 2.000 – 2.500 Kg. / hectárea. “Esta es la dosis habitual, pero siempre aconsejamos que el productor haga un análisis de tierras para hacer un encalado con mayor precisión”, señalan en Calfensa.

En el mercado de las calizas, hay mensajes que llevan a la confusión, pues existen productos que se presentan en un formato de granulado esférico con dosis de aplicación recomendadas de 400 – 600 Kg. / hectárea. “No hay explicación técnica para aconsejar una dosis tan baja, pues el valor neutralizante de estos productos es igual que el de nuestra caliza, por lo que la cantidad a aplicar tiene que ser la misma” -advierte Alberte Momán-. “Hay que prestarle atención al valor neutralizante del producto”, recomienda.

Otra situación confusa puede producirse con calizas procedentes de Portugal, país que tiene un sistema diferente para medir el valor neutralizante. Así, calizas lusas que se presentan en Galicia con un valor neutralizante de 85 son equivalentes a las calizas españolas con valor neutralizante de 40.

Por último, hay que señalar que en el mercado se ofertan también calizas a base de dolomita, con un tiempo de reacción más lento que el carbonato cálcico, si bien no es un producto con el que trabaje Calfensa.

  • Caliza magnesiana (Caliza agrícola + óxido de magnesio)

Los suelos agrícolas gallegos suelen presentar carencias de magnesio, por lo que Calfensa ofrece una caliza agrícola que incorpora un 20% de óxido de magnesio. Así se corrigen las deficiencias en calcio y magnesio, dos elementos importantes para mejorar la nutrición de los cultivos.

La incorporación del óxido de magnesio eleva el valor neutralizante del producto a 60, por lo que la dosis será ligeramente inferior a la del carbonato cálcico.

La aplicación de las calizas agrícolas es realizada por Calfensa por medio de equipos con brazos dosificadores, dotado de un sistema de pesado y dosificación programado. Este año se incorpora un tercer equipo a los dos que funcionaron la pasada campaña, lo que permitirá responder con mayor agilidad a los picos de demanda de la primavera. También se mantiene en servicio un aplicador con aire a presión, ya que es más versátil para parcelas que presentan dificultades en el uso de los equipos con brazos aplicadores.

  • Óxido de calcio y óxido de magnesio

Son los productos que presentan una mayor velocidad de reacción, si bien su coste también es más alto.

El valor neutralizante del óxido de calcio está en 92 y el del óxido magnesiano en 92,8. Esos valores determinan la aplicación de dosis medias en Galicia de 1.200 – 1.600 kg. / hectárea. El producto comercializado por Calfensa se presenta granulado, a modo de gravilla, y puede ser esparcido por el propio ganadero por medio de abonadoras. “La principal ventaja que ofrece es la comodidad en el reparto en la parcela”, señalan en la empresa.

Nuevamente hay que tener en cuenta factores como el valor neutralizante del producto o su facilidad para deshacerse en el suelo.

Consejos de aplicación

  • Incorporación al suelo

Dado que la acción del encalante es por contacto directo, es preciso un esparcido homogéneo en toda la superficie, así como una incorporación inmediata al suelo por medio de un laboreo. De este modo, se garantizará el beneficio del producto en toda la zona que ocuparán las raíces del cultivo.

  • Subida del pH

Deben usarse dosis que no suban el nivel del pH del suelo más de un punto, ya que una subida repentina mayor tendría efectos negativos en los microorganismos del suelo.

  • Aplicación de purines y abonos

En lo posible, es conveniente esperar a que el producto encalante haya reaccionado en el suelo antes de incorporar purines, estiércoles o abonos. De no hacerlo así, el encalante puede reaccionar con el abono o con abonos nitrogenados amoniacales, desprendiendo amoniaco y, por tanto, reduciendo la capacidad de fertilización del abono o del purín. También puede repercutir de forma negativa en los fosfatos.

Ventajas del encalado

Detalle de la aplicación con brazos dosificadores.

Detalle de la aplicación con brazos dosificadores.

Es conocido el efecto negativo que tiene la acidez del suelo para la nutrición de las plantas. El encalado conbribuye a corregir ese problema, generando una serie de efectos positivos, que podemos resumir de la siguiente manera:

  • Evita el bloqueo y fijación de los fosfatos, facilitando su absorción por el cultivo.

  • Bloquea parte de los iones de aluminio, hierro y manganeso, que pueden estar en concentraciones muy tóxicas para los cultivos.

  • Aumenta la accesibilidad del molibdeno para la planta, un elemento fundamental.

  • Mejora la estructura del suelo, estabiliza los humatos y aporta calcio.

  • Estimula la actividad de los microorganismos, lo que repercute en una mayor mineralización de la materia orgánica.

  • Contribuye a un mejor desarrollo del sistema radicular de las plantas, aumentando la superficie explorada por estas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información