La Estación Fitopatológica de Areeiro, centro dependiente de la Diputación de Pontevedra, emitió el pasado jueves su boletín fitosanitario semanal. Este es un extracto de su evaluación del estado de los viñedos en la provincia:
Estado fenológico:
(en albariño): N. BBCH: 89
La vendimia comenzó o está a punto de hacerlo en la mayoría de predios de albariño, en los que, en general, la cosecha será abundante y sana. Con todo, aun quedarán algunas variedades más tardías en las parcelas para las que aún hará falta continuar con el seguimiento.
Además, hay algunas labores destinadas a proteger las vides de cara a el futuro que se pueden o deben hacer después de la vendimia.
Mildio:
Con este cambio de tiempo que se registró debido a la entrada de masas de aire frío, las temperaturas descendieron hasta situarse por debajo de lo normal en esta época del año, pero las mínimas aun siguen siendo, a día de hoy, compatibles con el desarrollo del patóxeno.
Por ese motivo, seguirán apareciendo manchas de aceite en las hojas más tiernas y zonas de avance en las manchas más antiguas, así como micelio nos boquiabiertos en los casos más extremos.
Segundo las diferentes previsiones meteorológicas consultadas, a medio plazo seguirá sucediéndose la entrada de frentes y de masas de aire frío marítimo, y por eso después de la vendimia y en cualquier momento antes de la caída de la hoja, en los predios con elevada presencia de síntomas habrá que valorar la posibilidad de aplicar un tratamiento cúprico para reducir el nivel del inóculo para la próxima campaña.
Oidio:
Únicamente observamos síntomas recientes en hojas nuevas y pámpanos de plantas testigo sin tratamientos. En realidad, y siempre hablando en general, esta campaña mildio y oídio causaron pocos daños en nuestra zona y fueron fácilmente controlados con los tratamientos aplicados.
Botritis (y otras podredumbres):
Por ahora las lluvias que se produjeron fueron relativamente escasas. Pero es cierto que la humedad relativa se incrementó sensiblemente para situarse por encima del 60% incluso en las horas centrales del día, y en el entorno del 80-100%, con temperaturas que apenas llegan a bajar de los 15°C, en el resto de la jornada.
Estas condiciones favorecen la actividad de los organismos causantes de las podredumbres, que de hecho están en el ambiente de los viñedos y que pueden afectar a las uvas que presenten alguna lesión, aunque sea mínima.
Alguna de las variedades de vendimia más tardía es muy sensible a estos patógenos y por eso hay que mantener la vigilancia por si las precipitaciones inscritas y/o las que están por venir generan desgarros en la piel de la uva.
Para estos casos no olviden que hay en el mercadoproductos naturales diferentes del cobre compuestos por hongos, bacterias o lévedos beneficiosos, o por terpenos de plantas, sin plazo de seguridad o solo de 7 días que aún podrían emplear.
Flavescencia dorada:
Con la llegada de la vendimia no finalizan las actuaciones dirigidas a tratar de controlar la flavescencia dorada en las zonas infestadas y a intentar de impedir que se extienda fuera de ellas y alcance otras áreas. Ahora el insecto vector, Scaphoideus titanus, ya estará poniendo los huevos que le permitirán pasar el invierno y las actuaciones ya no serán dirigidas hacia él sino hacia las plantas afectadas, que deben ser eliminadas lo antes posible.
Sabemos que con la vendimia en curso o a punto de comenzar, las medidas sanitarias suenen posponerse, pero esta es absolutamente imprescindible continuarla: si no se hace así, la enfermedad continuará su expansión.
También es muy conveniente revisar las plantas próximas a las afectadas porque, si poseen varios de los síntomas de la enfermedad, eliminarlas es una buena actuación preventiva.
Y recuerden la conveniencia de arrancar también las plantas abandonadas, pues pueden albergar a los dos parásitos aunque no muestren síntomas.
Acariosis:
Este ácaro pasa el invierno refugiado en las escamas de las yemas de la viña y en las grietas e irregularidades de la corteza.
Por eso, y pensando en evitar posibles fallos en el momento de la brotación del año próximo, en las viñas en las que hubo una presencia importante de esta plaga se puede aplicar un tratamiento con azufre después de la vendimia para reducir las poblaciones.
Patologías de la madera:
Ya deberían estar fuera de las venías pero también hay que eliminar las plantas que sucumbieron por el ataque de estos hongos (y también por patóxenos de suelo) pues con la llegada de las lluvias el ambiente es más favorable para las infecciones.
Más adelante publicaremos un boletín de actuaciones necesarias para después de la cosecha y entre ellas estarán algunas relativas a las plantas sintomáticas pero no muertas aún, pues su gestión separada del resto es muy importante para evitar su extensión por la parcela.
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