Recomendaciones para la poda de los frutales

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Recomendaciones para la poda de los frutales

La Estación Fitopatolóxica de Areeiro (EFA) acaba de publicar un aviso fitosanitario de cara a la entrada del invierno este viernes día 21 en el que da consejos a los agricultores de como hacer las podas y también advierte de que es preciso iniciar los tratamientos con fungicidas de cobre en los cítricos, frutales de pepita y hueso, así como en el kiwi.

Según señala la técnica Rosa Pérez Otero, dado que este otoño está siendo especialmente lluvioso están empezando a aparecer algunos síntomas de patologías en los cítricos (Phytophthora hibernalis y Phytophthora cinnamomi).

Aplicar un tratamiento a base de cobre

Por este motivo, es necesario evitar dentro de lo posible acumulaciones de agua en la zonas de las raíces, sobre todo si en verano rebajaron el nivel del suelo haciendo un espacio cóncavo para retener el agua de riego. También se debe retirar periódicamente de los árboles los frutos que muestren podredumbres, que estén excesivamente blandos y los que caigan al terreno; y aplicar fungicidas de cobre a las plantas cuando las condiciones de lluvias lo permitan, renovándolos en varias ocasión para que con las lluvias no pierdan su efectividad.

Estos tratamientos cúpricos también deben aplicarse o otros frutales, de pepita, de hueso o al kiwi a dosis altas (pero siempre dentro del rango recomendado en la etiqueta) y también deben ser renovados alguna vez más a lo largo del invierno siempre que las temperaturas no sean excesivamente bajas y no exista tampoco previsión de heladas para los días sucesivos.

Recomendaciones para la poda

En el caso de las podas, aunque a estas alturas del año ya hay agricultores que las empezaron, aun queda margen de tiempo suficiente para practicarlas, por lo que es preciso recordar una serie de recomendaciones que conviene considerar:

-Las podas deben hacerse siempre en tiempo seco y mejor sin viento, por ejemplo en días de helada. Los cortes son vías de entrada para diferentes hongos patógenos (entre ellos algunos de los responsables de las enfermedades de la madera), y la sensibilidad de estos cortes es mayor en las primeras horas.

-Los cortes deben ser siempre limpios, sin desgarros, y lo más verticales posible (nunca horizontales).

-Las tijeras de poda deberían desinfectarse por lo menos entre plantas. De no ser posible, hay que hacerlo todas las veces que sea posible y siempre después de hacer un corte en una rama enferma, cuya sección no tendrá el tono normal ni la consistencia de la madera.

-Siempre que sea posible hay que sanear las plantas eliminando los brazos o ramas afectados por cánceres o alteraciones de la madera hasta alcanzar una zona limpia y sana. Algunas plantas enfermas pueden renovarse o recuperarse a partir de un brote chupón (ladrón) que salga del propio tronco por debajo de la madera afectada. También existe la opción de limpiar o vaciar las ramas afectadas (o incluso el tronco), eliminando la madera podrida y manteniendo solamente la parte externa de la madera (cambium).

-Si la enfermedad afectara al conjunto de la planta y no hay posibilidad de recuperación, conviene retirarla y destruirla: siempre es mejor perder una planta y su producción que tener una fuente de contaminación en la parcela.

-Hay que retirar, quemar o destruir por otros medios los restos de la poda -sobre todo aquellos de mayor diámetro-, pues muchos hongos patógenos pueden sobrevivir en la madera muerta de las plantas y en los restos de poda abandonados.

-Las plantas enfermas deben ser las últimas en ser podadas.

-Especialmente sobre los cortes mayores hay que aplicar una pasta con fungicida sobre la superficie del corte, llegando hasta los mismos bordes, que suenen quedar sin proteger.

Es preciso recordar que muchos hongos patógenos (también del suelo) son oportunistas y por lo tanto es muy importante que las plantas estén lo más fuertes posible para que puedan hacer frente a una posible infección. Por eso no hay que olvidar que las condiciones del suelo deben ser las adecuadas, desde la estructura física hasta la disponibilidad de nutrientes.

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