Español
Los principales sentidos que utilizan las vacas para interactuar con quienes las manejan son la vista y el oído y dado que se trata de animales presa, utilizan estos sentidos para asegurarse de que su entorno es seguro.
En este sentido, es crucial para las personas que trabajan con ganado conocer como actúa la vaca para evitar la respuesta de huida o lucha y realizar un manejo eficaz y seguro en el establo cuando necesitamos que se desplacen.
Además, evitaremos estrés en el animal y convertiremos el manejo en una práctica agradable y eficiente, tanto para el animal como para el ganadero. De hecho, estudios realizados revelan que las vacas que son movidas por los operarios sin estrés producen entre 300 y 400 litros más por lactación.
En cuanto a la vista, las vacas ven en un ángulo de entre 300 y 330 grados, quedando una zona ciega de unos 80 grados detrás del rabo, que podemos aprovechar para que se muevan en la dirección que deseamos. Además, no perciben bien la profundidad, por lo que tienen que mover la cabeza para calcular la distancia.
En cuanto al sonido, las vacas no pueden localizar los sonidos tan bien como los humanos, por lo que necesitan mover su cabeza para localizarlos. Además, los gritos altos son tan molestos para ellas como los golpes o los pinchazos eléctricos.
Como punto de partida, se han descrito tres zonas a la hora de manejar el ganado:
-La zona de huida, a escasos centímetros rodeando su cuerpo. Es la zona en la que si entra el ser humano la vaca se alejará rápidamente y de una manera no controlada.
-La zona de presión: es el área más amplia alrededor de la vaca -en torno a metro y medio alrededor de su cuerpo-, en la que nos podemos situar para presionar al animal para que se mueva en una dirección, pero si salimos de esa zona la vaca se detendrá.
-La zona crítica: es la zona en la que el animal defenderá su territorio y atacará en lugar de huir.
He aquí un vídeo de la Universidad de Minnesota sobre las zonas de presión de una vaca:
¿Como mover a las vacas de forma efectiva?
El conocimiento de la zona de presión es clave para mover a las vacas de una manera efectiva. Usando la técnica de presionar y soltar, donde entramos en la zona de presión, permitiendo que el animal se aleje en la dirección deseada, y luego soltar la presión, saliendo de esa zona, se conseguirá mover a las vacas de forma lenta y controlada.
Para utilizar esta técnica de presionar y soltar, en la que nuestros brazos y manos son suficientes, debemos tener en cuenta cuatro claves:
-Debemos ser pacientes, para darle tiempo a la vaca a evaluar su entorno y verificar la seguridad del mismo. Es normal que tengan temor de los charcos, de las zonas de sombra, o de los ángulos, por lo que les debemos dar tiempo para adaptarse.
-Controlar nuestra velocidad es importante, ya que los humanos y las vacas tenemos distintas velocidades, de forma que si entramos en su zona de huida de la vaca, causaremos un movimiento no controlado.
-Nuestra posición influye en la presión que se aplica, por lo que tenemos que ser conscientes de nuestra posición cuando movamos vacas. Es decir, es necesaria una posición más cercana para iniciar el movimiento del animal de la que se requiere para continuar el movimiento.
.El ángulo en el que nos aproximemos a la vaca influye en la dirección en la que la vaca se mueve. Así:
.Si nos movemos en la misma dirección y en paralelo a la vaca tendrá como resultado que esta reduzca su velocidad.
.Si nos movemos en paralelo pero en dirección contraria a la vaca esta se moverá más rápido.
.Para mover un grupo hacia adelante podemos caminar en ziz-zag en un ángulo de 45 grados detrás de ellas para que avancen, siguiendo la regla de presionar aproximándonos a su zona de huida y alejándonos soltando presión.
Vídeo de la Universidad de Minnesota sobre las técnicas para mover a las vacas eficazmente:
