Recomendaciones para tratar el viñedo dañado por las heladas

Francisco Rego, técnico jubilado de la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (Evega), explica como se debe actuar en los viñedos dañados estos días por las heladas

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Recomendaciones para tratar el viñedo dañado por las heladas

Vid dañada por la helada que ha sido repodada. El corte es a ras y de lo que se trata es de que brote el cono secundario, cuya yema ya se observa a la izquierda. Foto: Paco Rego

Lo primero que aconsejaría hacer es esperar un días a que pasen las lluvias anunciadas para este domingo y para próxima semana comenzar a podar o a repodar las cepas dañadas por las heladas.

Lo que vamos a intentar con la poda o con la repoda es reconstruir el esquema de poda invernal, evitar que se propaguen las nietas y tratar de que broten los conos secundarios que están latentes, con lo que incluso podríamos obtener algo de producción de uva para esta campaña.

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En este caso en el que la mayor parte de los racimos no han sido afectados, es suficiente con podar las puntas. Foto: Paco Rego

La poda o repoda de los pámpanos quemados será ante todo una medida higiénica para que los brotes que salgan de nuevo no se vean obstaculizados.

El punto de partida debe ser evaluar si en la viña están afectados la mayoría de los racimos de los pámpanos o no. Si sólo están quemadas las puntas de los pámpanos pero la base sigue verde y los racimos no están en su mayor parte quemados por la helada, lo que debemos es podar las puntas.

A continuación se recomienda aplicar abono foliar con aminoácidos y, sobre todo, un producto de acción cicatrizante antibotritis como el Folpet.

Pasadas unas semanas, saldrá en esa zona una escoba de nietas, de las que sólo dejaremos una para que sirva de guía, sustituyendo al ápice.

Si prácticamente todos los racimos de los pámpanos están afectados, entonces tendremos que proceder a realizar una repoda. Procederemos a podar casi a ras para que se desarrollen los conos secundarios que están latentes. De ahí, la recomendación de esperar unos días para que estos conos también se aprecien mejor.

Hay que proceder con mucho cuidado para no dañar las yemas, incluso podemos hacer una primera poda a ras y luego repasar. De no realizar esta poda lo normal es que broten muchas nietas.

En definitiva, con esta repoda de lo que se trata es de recuperar el esquema de poda invernal, evitar que salgan nietas y que sí broten los conos secundarios, con lo que, a parte de tener poda para el año que viene -algo fundamental-, incluso podríamos obtener algo de cosecha de uva este año, pues estos conos secundarios sí generarán racimos.

De hecho, en un ensayo realizado en la Evega en el año 1997 en la variedad Godello, que también había sido quemada por la helada, brotaron los conos secundarios y posibilitaron tener alrededor del 50% de la producción de uva de un año normal.

A continuación, se recomienda aplicar abono foliar con aminoácidos y, sobre todo, un producto de acción cicatrizante como el Folpet.

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Viña repodada en O Ribeiro tras la helada. Se trata de recuperar el esquema de poda invernal. Foto: Paco Rego

Por último, recordar que en Suiza, en la Borgoña o en Alemania, donde también existen estos problemas de heladas tardías, han resuelto este problema con la instalación de ventiladores y de riego por aspersión o mediante nebulizadores, esta última una medida muy eficaz.

En Galicia, el hecho de que las heladas tardías sean cada vez más escasas , quizás explique la dejadez a la hora de instalar estos sistemas de protección del viñedo contra las heladas.

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