Recomiendan comenzar tratar contra la botritys en los viñedos antes de que cierren los racimos

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Recomiendan comenzar tratar contra la botritys en los viñedos antes de que cierren los racimos

Racimo con mildiu larvado

La Estación Experimental de Viticultura y Enología de Ribadumia, centro dependiente de la Consellería de Medio Rural, emitió este viernes su boletín fitosanitario para viñedo, en el que destaca la importancia de mantener la vigilancia del mildiu y del oídio y comenzar a aplicar un tratamiento contra la botritys -cuya afectación podría ser elevada esta campaña-, antes de que cierren los racimos.

En cuanto a la meteorología, para el fin de semana y días siguientes se espera un tiempo estable y temperaturas en ascenso, lo que debería favorecer el control del mildiu.

He aquí la situación de las principales patologías en el viñedo:

Mildiu:

Siguen apareciendo focos de mildiu larvado en racimo, con los síntomas típicos: las uvas se arrugan y adquieren color entre marrón y negro. El período tormentoso de los últimos días, con fuerte humedad nocturna mayor de 8 horas en muchas jornadas, y el granizo del día 19, reactivarán la sintomatología en los viñedos sin protección y, sobre todo, en las hojas más jóvenes.

Oídio:

Como se venía informando en los anteriores boletines, con las condiciones muy favorables de las últimas semanas para el desarrollo del Oídio, se está propiciando la aparición de síntomas en muchos viñedos, tanto en hoja como en racimo.

En general, aunque la sintomatología de Oídio y Mildiu está muy distribuida en los viñedos, los daños y severidad de la incidencia no es elevada, debido al buen control fitosanitario ejercido en la campaña.

Botrytis (podredumbre):

Siguen detectándose síntomas de la enfermedad en los racimos. Estos son debidos a la humedad persistente en muchos períodos del año, incluido el pasado período de floración ya que quedaron órganos florales sin desprenderse de los racimos, que se convierten en focos latentes de la podredumbre y se reactivan con los posteriores períodos de humedad.

La sensibilidad de los racimos aumenta considerablemente a partir del envero, por lo que es muy previsible que esta campaña sea de difícil control de la enfermedad si se producen precipitaciones y fuertes períodos de humedad en el momento de la maduración.

A esto hay que añadir que en los viñedos en los que se den síntomas de Oídio o de picaduras de Polilla en los racimos, los tejidos afectados son también fuente de focos de la Botrytis.

Por todo esto, esta campaña se recomienda, desde este momento de cierre del racimo hasta el envero, el control de esta enfermedad. Únicamente en los viñedos menos sensibles se puede valorar la no realización del tratamiento: en viñedos de vigor equilibrado, variedades menos sensibles, con una purga “limpia”, bien ventilados, y sin síntomas de las afecciones mencionadas.

Polilla del racimo:

En las trampas de seguimiento con feromona sexual de los vuelos de la 2ª generación continúan capturándose los machos adultos de la plaga en niveles moderados, sin apreciarse, hasta el momento, un repunte claro de la segunda generación de los vuelos. La situación actual es de vuelos que se mantienen 3 semanas con poca intensidad y sin un pico definido. También se puede ver algún daño en las bayas pertenecientes a generación de los vuelos de las semanas anteriores, aunque en uno bajo porcentaje.

Hay que continuar con la vigilancia de la evolución de las poblaciones, tanto en los vuelos, como en la ovoposición y penetración de larvas en los racimos.

Recomendaciones:

Mantener el control fitosanitario y vigilancia de Oídio y Mildiu. Los preparados para el control de Mildiu recomendados en este período son de acción penetrante o cuticular.

En los viñedos con sensibilidad potencial alta a Botrytis, en las condiciones especificadas en el apartado de la enfermedad, se recomienda, en esta campaña, la aplicación de un fungicida antibotrítico en el estado actual de cierre del racimo, ya que es un momento con especial eficacia y efecto preventivo, antes de que cierren totalmente los racimos.

Fauna auxiliar:

Siguen detectándose poblaciones de insectos beneficiosos en el viñedo. Por ejemplo: ichneumónidos, tijeretas, arañas y, sobre todo, fitoseidos (predadores específicos de ácaros y trips) y crisopas, observándose niveles altos de puestas y larvas, que son depredadoras de trips, cochinillas y huevos de polillas.

La existencia de una buena población y biodiversidad de fauna auxiliar en el viñedo puede ser suficiente, en muchos casos, para el control de determinadas plagas por debajo de los umbrales económicos de daño. Para facilitar esto se recuerda la importancia de mantener los suelos mediante cubierta vegetal, así como los lindes de las parcelas verdes y el empleo racional y de buen perfil de los fitosanitarios para el fomento y conservación de la fauna auxiliar en los viñedos.

 

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