Recomiendan retirar de los árboles la fruta podrida para evitar la propagación de la Monilia

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Recomiendan retirar de los árboles la fruta podrida para evitar la propagación de la Monilia

Recomiendan retirar de los árboles la fruta podrida para evitar la propagación de la Monilia. Foto: Estación Fitopatolóxica do Areeiro

La Estación Fitopatológca do Areeiro, dependiente de la Diputación de Pontevedra, recomienda en su último aviso fitosanitario retirar las manzanas, peras y cítricos podridos del suelo y de los árboles, para evitar el contagio por Monilia, una enfermedad fúngica clásica en los frutales, cuyo efecto principal es la producción de podredumbres.

«Se recuerda que se debe retirar la fruta con podredumbres y la que pudo caer al suelo estos días, pues con la humedad generada por las escasas lluvias que se registraron desde el viernes o sábado, según la zona, se puede instalar con facilidad Monilia u otros hongos oportunistas que hagan pudrir los frutos que quedan en los árboles además de incrementar el riesgo de ataque de estos patógenos para la próxima campaña», subrayan desde Areeiro.

La infección de las flores sucede en primavera extendiéndose a continuación a ramas, donde se difunde tanto en cuanto los mecanismos de defensa del árbol se lo permitan.

El parásito penetra en los frutos a través de alguna herida y causa unos daños progresivos fáciles de detectar por sus típicos síntomas. Aparecen unas manchas blandas de color marrón sobre las que se disponen masas de color blanca sucia que corresponden a las fructificaciones del hongo. Las manzanas pudren, se arrugan, «momifcan», y de ahí deriva el nombre de la enfermedad, y pueden permanecer así en el árbol durante el invierno.

Recomendaciones

Como medida preventiva se recomienda la poda de las ramas parasitadas y la recogida y destrucción de los frutos afectados, ya que serán la fuente de contagio y dispersión de gérmenes en la siguiente primavera.

El control químico se basa en la protección de los pétalos de flor, que son los primeros órganos atacados, y así evitar la infección de flores, la formación de chancros y las reinfecciones por emisión de conidias. La infección de las flores se puede controlar por medio de un tratamiento con fugxicidas, a la caída de los primeros pétalos. La lucha química para control del moteado suele ser suficiente para controlar, a su vez, la monilia.

En variedades sensibles se puede realizar, en verano, un tratamiento para proteger los frutos; y la misma medida se debe aplicar en caso de granizada.

Marcar las cepas con síntomas de enfermedades de la madera

En cuanto al viñedo, una vez más desde la Estación Fitopatológica de Areeiro recuerdan que es muy conveniente marcar las plantas que muestran síntomas de alteraciones de madera para podarlas de manera separada.

«Esta recomendación no implica que no se extiendan estas enfermedades por las viñas, pero sí puede ayudar a que la dispersión sea menor», aseguran.

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