El Sindicato Labrego Galego (SLG) le requiere a Medio Rural explicaciones después de detectar deficiencias en el informe anual de ejecución del Plan de Desarrollo Rural 2014-2020 (PDR) correspondiente al año 2019. En concreto, se trata de una serie de medidas contempladas en el PDR y que luego de un lustro, siguen prácticamente sin ejecutar.
Corresponden a acciones de formación, intercambio de conocimiento, asesoramiento de explotaciones, desarrollo de mercados de venta directa o estrategias de lucha contra el cambio climático que, en conjunto, suman un presupuesto que ascienden a cerca de 40 millones de euros, que se podrían perder si no se gestionan debidamente.
Desde el Sindicato Labrego ven difícil que en este último año se pueda gastar todo el presupuesto destinado para acciones de transferencia de conocimientos y formación, cuando apenas se invirtieron 2 millones desde el 2014, de los 11.360.000 euros con los que se contaba. Recuerdan que en el 2019 sólo se gestionaron 219.000 euros en formación profesional y adquisición de competencias, pero no se destinaron fondos para actividades de información y demostración o en intercambios y visitas formativas. «Sin formación e información, el sector primario está muerto», afirman desde la organización agraria.
Más de 15 millones por gastar en asesoramiento agroganadero
Otro de los apartados en los que el Sindicato Labrego detectó una mínima inversión fue en el caso de los servicios de asesoramiento, gestión y relevo de las explotaciones agrícolas. En este caso, de los 16.680.000 euros de presupuesto disponibles según la organización agrarias sólo se gastaron 943.822 euros, lo que supone el 3,1%. «En el Sindicato Labrego seguimos apostando por un asesoramiento público, pero en estos momentos, con las oficinas agrarias comarcales desmanteladas, quien asesora a las granjas son los mismos comerciales de las empresas que le venden insumos, con lo cual la imparcialidad no existe», critican.
La falta de apoyo a mercados locales es otra de las deficiencias que han detectado. Denuncian que no llegase a realizarse inversión en este ámbito pese a los 4.520.000 euros disponibles para desarrollar canales cortos de distribución. Critican que no se hayan incentivado estos mercados de proximidad «cuando parece que una parte importante de la sociedad está demandando este tipo de comercialización para realizar las compras de alimentos, supliendo el vacío dejado por la Xunta con iniciativas personales y la creación de grupos de consumo», valoran.
Desde el Sindicato Labrego también recriminan que tampoco se hayan aprovechado los 4,5 millones de euros destinados a acciones para frenar el cambio climático y proyectos medioambientales o los 2,2 millones de euros disponibles para planes de gestión forestal.
Falta de transparencia
La organización agraria reclama, además, mayor transparencia por parte de la Consellería de Medio Rural en la gestión de los fondos destinados a la prevención de fuegos forestales. Solicitan conocer qué parte de los 30,5 millones de euros que se destinaron durante el año 2020 al plan de prevención contra incendios forestales están financiados con fondos de este PDR y en qué tipo de acciones se han gastado.
«Un año más, la política de prevención de incendios está resultando desastrosa, por lo que vemos necesario fiscalizar en qué medidas concretas se está invirtiendo ese dinero y cuántos recursos se le están a detraer al Plan de Desarrollo Rural, con una dotación para estos fines de 160 millones de euros, de la que se gastaron 22 millones en 2019, y de la que ya se llevan gastados más de 90 millones desde 2014 con escasos resultados en materia de prevención», valoran.
Previsión de gastos
Ante este informa anual, el Sindicato Labrego también le solicitó a la Consellería que concrete los fondos que prevé queden disponibles a finales de este año, así como se habrá fondos suficientes para cubrir las ayudas temporales excepcionales, en el marco Feader, en respuesta a la pandemia del coronavirus. Al mismo tiempo, desde la organización agraria inciden en la importancia de garantizar líneas de ayudas como las dedicadas a la mejora del rendimiento global de las explotaciones, la incorporación de ganaderos jóvenes, las dirigidas a pequeñas explotaciones, a medidas agroambientales, a conversión y mantenimiento de agricultura ecológica, así como las dedicadas a zonas desfavorecidas de montaña y regiones con limitaciones naturales.