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El Ministerio de Agricultura sigue avanzando en el “Proyecto de Real Decreto por el que se establecen normas básicas de ordenación de las granjas bovinas”, un texto cuyo primer borrador suscitó una oposición unánime en el sector por la exigencia, entre otras medidas, de una distancia mínima para nuevos establos de 500 metros respecto a otras granjas o núcleos habitados.
La última versión de esta norma, a la que ha tenido acceso Campo Galego, retira esta exigencia -prácticamente imposible de cumplir en comunidades como Galicia por la elevada dispersión de la población- pero mantiene otros requisitos que siguen suscitando el rechazo del sector. “El problema de fondo es que el Ministerio sigue equiparando el riesgo zoosanitario de una granja de vacuno de leche al de una gran explotación porcina o de avicultura, cuando este riesgo es muchísimo menor en una ganadería de bovino”, apuntan fuentes del sector.
El último borrador del “Proyecto de Real Decreto por el que se establecen normas básicas de ordenación de las granjas bovinas” establece una capacidad máxima para las nuevas granjas que se construyan de 850 UGMs y clasifica las ganaderías -tanto las existentes como las que se construyan- en tres grupos:
– Grupo I: Hasta 20 UGMs
– Grupo II: De 21 a 180 UGMs
– Grupo III: De 181-850 UGMs
– Grupo IV: Más de 850 UGMs
Estas son las cuestiones que suscitan más polémica:
Obligatoriedad de un vallado perimetral:
-Obligatoriedad de delimitar perimetralmente con una valla todas las instalaciones nuevas que se construyan, independientemente de su tamaño.
En concreto, para las nuevas explotaciones del grupo I el Ministerio de Agricultura propone que “las explotaciones deberán delimitarse perimetralmente, de forma que se minimice la entrada de personas, vehículos y el contacto con animales silvestres. Esta delimitación perimetral debe mantenerse en buen estado”.
Para las ganaderías del grupo II -entre 21 y 180 UGMS, la inmensa mayoría de las existentes en Galicia y la Cornisa Cantábrica, así como para el resto de grupos, el texto establece que “la delimitación perimetral deberá ser continua y deberá abarcar todas las instalaciones y zonas con posibilidad de ser usadas por los animales y personas que trabajen en la explotación, así como el resto de instalaciones anejas y la balsa de purines o estercolero, en su caso. Además, deberán estar en buen estado de conservación en todo momento, permitiendo que todas las actividades relacionadas con la producción bovina se puedan realizar dentro de sus límite”.
Se mantiene la distancia obligatoria a otras granjas o para los establos de mayor tamaño:
Aunque el último borrador en el que está trabajando el Ministerio de Agricultura retiró la exigencia de una distancia mínima de 500 metros para los nuevos establos con respecto a los núcleos de población u a otras explotaciones ganaderas, sin embargo, se mantiene una distancia mínima de 100 metros con respecto a otras granjas para los nuevos establos del grupo 2 y de 300 metros para los del grupo 3, algo que desde el sector se pide que se retire.
Deberán contar con un registro de acceso a la granja y con un espacio para el cambio de ropa:
-Otra exigencia del decreto que propone el Gobierno es que todas las explotaciones “deberán mantener un registro actualizado de los vehículos y de las personas que accedan a la explotación, incluidos los veterinarios”.
-Las ganaderías de nueva construcción del grupo II deberán contar con un espacio adecuado para el cambio de ropa del personal que trabaja en la explotación, y en su caso, de las visitas
Se eliminará de forma obligatoria el emparrillado:
-Dentro de los requisitos de bienestar animal, para todas las ganaderías, tanto nuevas como existentes, se establecerá un periodo transitorio para la eliminación del emparrillado en la zona de descanso.
Para las ganaderías de mayor tamaño, del grupo III -de 181 a 850 UGMs- para las de nueva construcción se establecen además estos requisitos:
➢ Los accesos estarán correctamente señalizados y se mantendrán permanente cerrados, salvo cuando se utilice para la entrada o salida del personal o vehículos autorizados.
➢ Dispondrán de arcos de desinfección y/o un vado sanitario para los vehículos que entren en la explotación, o medios alternativos de eficacia equivalente. En todo caso, los medios de desinfección deberán asegurar la desinfección efectiva de las ruedas, los pasos de ruedas y bajos del vehículo, y deberán estar en correcto estado de conservación y efectividad en todo momento.
➢ Dispondrán de ducha con agua caliente, jabón y medios de secado.
– Las balsas de purín deberán tener el tamaño preciso para poder almacenar la producción de al menos tres meses.
Desde el sindicato Unións Agrarias exigen que se retire, entre otras, las exigencias de cierre perimetral para las nuevas explotaciones así como la obligatoriedad de duchas y cuartos de cambio de ropa. “En el caso del cierre perimetral obligatorio es un gasto muy elevado, máxime si se incluyen los silos y las balsas de purín, e innecesario porque en ganado bovino hay mucho menos riesgo zoosanitario que con porcino o avícola. Y en cuanto a los otros requisitos sólo incrementan los gastos y la burocracia para los ganaderos”, señalan fuentes de la organización agraria.
