Unións Agrarias está recibiendo en su oficina comarcal de Arzúa (A Coruña) numerosas quejas de sus afiliados de Boimorto por los daños que este año está produciendo el jabalí en las parcelas sembradas de maíz. Los productores se han visto obligados a volver a sembrar, hasta tres veces, para intentar sacar la cosecha adelante, con el incremento de costes que supone hacerlo en decenas de hectáreas de plantación.
«Este es un problema reiterado, pues ya el año pasado hubo quejas generalizadas ante la pasividad del tecor local, existiendo incluso reuniones con la Consellería en las que llegó a barajarse la alternativa de traer cuadrillas de caza de fuera de Boimorto», indican desde Unións. Esta opción está contemplada en la propia Ley 13/2013 de Caza de Galicia. Finalmente, el año pasado esta intervención no se llevó a cabo, tras el compromiso del Tecor de Boimorto de gestionar adecuadamente el malestar de los agricultores y reducir los daños. Según apuntan desde la organización agraria, el compromiso no se ha cumplido en la práctica durante la presente temporada de caza, «donde continuaron con las ineficaces prácticas precedentes».
Estiman que puede haber unas 80 hectáreas de maíz con daños causados por el jabalí
Los daños de la fauna salvaje no se limitan a la siembra del maíz, sino que tanto en otoño como en invierno ya se registraron cuantiosos daños en los prados, afectando a la posibilidad de ensilar hierba con rendimientos normales. En lo que llevamos de primavera, se contabilizaron daños en parcelas de maíz de gran extensión y gravedad en parroquias como Cardeiro, Andabao, Arceo, Brates, Sendelle o Boimil.
Las estimaciones manejadas por Unións apuntan a que pueden superarse las 80 hectáreas con daños causados por el jabalí en la siembra del maíz, con diferentes grados de afección.»Te encuentras impotente ante las pérdidas y no hay soluciones por parte de la Administración», indica Abelardo Seoane, de SAT Ilman, una de las ganaderías afectadas. En su caso tiene que volver a sembrar por tercera vez el maíz en algunas parcelas de Andavou. Tuvo que volver a sembrar en unas 8 hectáreas, aunque estima ya unas pérdidas de producción del 30%, puesto que también se ve afectada la densidad de la planta en otras zonas de las parcelas en las que no llegó a resembrar.
Implicación de la Consellería
Desde Unións piden una firme implicación de la Consellería de Medio Ambiente, para lograr una gestión de daños que sea eficaz, que permita terminar la presente campaña de siembra y evite la repetición de estos daños en el maíz a partir de finales de agosto, momento en que vuelve a ser objetivo para el jabalí.
En la organización agraria reiteran que existe gran preocupación entre los productores de cara a los meses de la cosecha de seguir la pasividad y la falta de medidas. Igualmente demandan del tecor una actitud seria para controlar los daños. Recuerdan que la Orden de Vedas 2020-2021, aprobada a finales de mayo, permitiría por vez primera el acecho de jabalís en control de daños, una cuestión que había sido demandada por el sector.
Esta práctica, conocida también como de recechos, se encuentra a medio camino entre las esperas y las batidas y combina las ventajas de ambos sistemas. Así, pueden llevarse a cabo por dos cazadores y en el entorno de las parcelas con daños, pero con mayor movilidad que en las esperas. «Esta modalidad de caza sería muy efectiva de existir interés en el tecor para proteger los cultivos de los que depende la economía local», apuntan.
Unións incide, además, en la importancia de dar parte de los daños al 012, con la finalidad de que exista constancia oficial de los mismos, y se puedan autorizar por la administración medidas excepcionales de control de los daños, para lo cuál estos tienen que constar oficialmente.
Recuerda que siempre existe la posibilidad de reclamar los daños en los cultivos por vía judicial a las Sociedades de Caza que actúen de manera negligente en el ejercicio de sus responsabilidades en la gestión de las poblaciones de jabalís y de los daños que producen. Unións demanda igualmente de la Xunta de Galicia un esfuerzo en la gestión de las ayudas por daños del jabalí, de manera que este año funcionen con eficacia y agilidad, y se garantice la colaboración con el personal de Medio Ambiente para que informen a los afectados y se involucren en la búsqueda de soluciones.