Lalín acogió el pasado jueves la 19ª edición de los Encontros Gandeiros de la ADSG Xundeva. Contó con la presencia de diferentes expertos que abordaron temáticas como el control de la EHE, problemáticas de la fiebre Q, el bienestar animal o el impacto económico de los ectoparásitos. El encuentro estuvo presidido por el presidente de la ADSG, Arsenio Presas Campos, y fue clausurado por el presidente de la Diputación, Luis López Diéguez, y el concejal de Medio Rural del Concello de Lalín, Marcos Mariño García.
El presidente de la Diputación destacó en su intervención la importancia del sector en la provincia y, en especial, en la Comarca de Deza. Así mismo, indicó que la línea de subvenciones a cooperativas agroganaderas en 2025 se incrementa en un 40 % hasta alcanzar los 350.000 euros.
Antonio Jiménez Rodríguez “En 2024, el 60 % de explotaciones fueron positivas a la fiebre Q en Galicia”
El técnico de Vacuno en Ceva Sanidad Animal, Antonio Jiménez Rodríguez fue el encargado de abrir los encuentros con una ponencia centrada en los problemas y el control de la fiebre Q en ganado bovino. Se trata de una enfermedad infecciosa producida por Coxiella Burnetii, que afecta a muchas especies de animales y también a los humanos, “por eso hablamos de un problema de salud pública a nivel mundial”. Aunque es poco conocida, en vacuno causa problemas reproductivos importantes.
Esta enfermedad entra en las células de la vaca y la Coxiella infecta los macrófagos en el endometrio, lo que explica algunas endometritis o infertilidades. “Otra manera en la que produce problemas es a nivel de la placenta», que lleva a una placentitis, lo que explica que a veces haya un parto anormal o que pueda tener una retención de placenta o un complejo ASPW (abortos, nacidos muertos, mortalidad perinatal o terneros débiles).
Jiménez mostró un estudio realizado en 260 granjas de Pontevedra, Lugo y A Coruña. Clasificaron a las granjas positivas y negativas a ELISA en su tanque. En las granjas positivas tenían tres puntos menos de promedio en cuanto a tasa de concepción global y tasa de concepción a primera IA.
La prevalencia a nivel mundial es del 38 % a nivel de explotación (2011). En España, el 93,7 % de explotaciones tienen al menos un animal positivo en vacas de carne en sistemas de dehesa (2012). En 2024, el 60 % de explotaciones eran positivas en Galicia.
En cuanto a las medidas a tener en cuenta para saber si hay problemas de fiebre Q, destacó algunos datos: Retención de placenta >8 %; endometritis >15 %, tasa de concepción< 30 %; pérdidas tempranas de gestación >10 %; tasa de abortos >5 % y mortalidad perinatal > 5 %. “Si están esos valores fuera de lo que nos gustaría se puede incluir la fiebre Q en el panel de diagnóstico”.
En cuanto a las medidas, lo primero a tener en cuenta, aunque lo más complicado es un control de entrada de animales infectados en la explotación y valoración coste/beneficio del sacrifico de animales excretores. También disponer de locales para partos separados y fáciles de limpiar; además del uso de guantes desechables en las manipulaciones obstétricas y considerar fetos y placentas como material de riesgo. También, realizar una desinfección del local después del parto.
También puso de manifiesto la importancia de la vacuna, “que si la aplicas de manera correcta conseguirás una reducción de la enfermedad en las vacas”.
Enrique Ruiz: “Es necesario aplicar tratamiento con repelentes y medicamentos para hacer un control de los Culicoides”
Enrique Ruiz, director de I+D+i de Laboratorios Zotal, ha abordado el control de vectores de EHE en explotaciones ganaderas. Enconcreto, hablado de los culicoides, “de los cuales tenemos poca información”. Destacó que “no son moscas ni mosquitos y tienen un tamaño de 1 a 3 mm”. Están vinculados a la transmisión de enfermedades como la peste equina africana, la Lengua Azul, la EHE o la fiebre efímera bovina, entre otras muchas.
Puso el foco en la temperatura, que aguantan temperaturas que van de los 13 a los casi 40 grados centígrados, en función de la especie. “No necesitan cuerpos de agua estancada, pero pueden criar perfectamente en medios acuáticos”. Lo que buscan es humedad alta y materia orgánica en descomposición.
“Se pueden encontrar en dos áreas diferenciadas: en la nave y en su entorno o en el prado”. Aunque la creencia es que en praderas salvajes haya más posibilidad de población, “la realidad es que tienen baja”.
En cuanto a las medidas de control estructurales, es decir de diseño, es Ruiz destacó emplear materiales de construcción adecuados, ordenamiento de los parques, naves cerradas/abiertas, evacuación de residuos y localización del estiércol almacenado. En referencia a las de manejo, incidió en la separación de animales infectados, rotaciones de pasto, estabulamiento de animales por la noche, tratamiento de animales y del entorno e instalaciones. “En este sentido, hay que destacar que el estabulamiento por las noches solo es efectivo si las condiciones de limpieza y tratamientos insecticidas del establo son buenos”.
Para los tratamientos de las instalaciones, ha recomendado piretroides sintéticos, que muestran gran eficacia frente a culicoides y son persistentes. “Las moléculas como la deltametrina ofrecen capacidad de repelente por los que pueden dificultar la entrada reentrada de insectos en la instalación”. Otras moléculas de interés son la cipermetrina, la alfacipermetrina, la permetrina, el etofenprox y la flumetrina. Estos actúan en contacto y deben aplicarse en las zonas correctas. El uso de repelentes puede variar el comportamiento desde pocos minutos hasta días.
También valoró el transporte de los animales y recalcó que los “vehículos deben ser desinfectados con un insecticida registrado como plaguicida de uso ganadero o biocida con autorización específica para producción animal”.
Miker Imaz Cabanas: “No somos capaces de calcular las pérdidas que nos produce un ectoparásito en nuestra producción, pero se puede intuir”
Para abordar el impacto económico de los ectoparásitos ha intervenido Miker Imaz Cabanas, responsable de Marketing y Servicio Técnico de animales de producción en Laboratorios Virbac. “Estos parásitos normalmente afectan directamente a nuestros animales”, afirmó.
Destacó algunos de ellos como las garrapatas, las pulgas o la sarna, pero puso el foco “en los culicoides, que son los grandes protagonistas de los últimos tiempos”. Luego de hacer un repaso por las diferentes enfermedades y daños que provocan algunos de estos ectoparásitos en las ganaderías, se centró en el coste económico del cual indicó que “no somos capaces de calcular las pérdidas que nos produce un ectoparásito en nuestra producción, pero se puede intuir”.
Una clasificación del coste económico se divide en pérdidas directas, como puede ser la mortalidad y los sacrificios forzados, y pérdidas indirectas, que estarían relacionadas con la producción o pérdidas de peso en los animales. “Estas últimas pueden ser difíciles de calcular, ya que pueden estar causadas por otros problemas”.
Ha hablado de pérdidas en la cantidad y la calidad de leche. Por ejemplo, han observado que con la EHE presente, la caída puede ser de un 15-50 % durante varias semanas. Esto conlleva a que una reducción de un 30 % en una vaca que produce 25 litros diarios, podría generar una pérdida de 7,5 litros/vaca.
Para investigar como afecta a la producción, realizó un pequeño estudio en una ganadería para calcular la leche que producen en los picos durante los primeros 90 días. Cogieron una muestra de 100 novillas y las dividieron en un grupo control con 50 novillas y otro con otras tantas. “Lo que observamos es una diferencia 2 kg de leche en pico de lactación, que produjeron a mayores el grupo vacunado con deltrametina”.
Imaz detalló que se pierde mucho dinero en protocolos de producción y solo para ganar medio punto en tasa de preñez, pero, por ejemplo, no nos damos cuenta de que se gana más con tener a los animales desparasitados. En la fertilidad con la EHE es evidente, “las vacas afectadas pueden tener dificultades para volver a ciclar y el coste de un aborto o un retraso en concepción puede ser de 500 a 1.000 euros por vaca afectada; es una barbaridad”.
Isabel Blanco Penedo: “Si no tenemos en cuenta las acciones de manejo, se podrán generar reacciones negativas en el comportamiento de los animales e incluso problemas de rendimiento”
El bienestar animal también fue una de las temáticas que se abordaron en los Encuentros, en esta ocasión de la mano de la investigadora Isabel Blanco Penedo. La profesional hizo hincapié en la importancia que tiene este aspecto para las ganaderías y explico que “se puede medir a través de varios indicadores”.
Algunos de los aspectos que hay que tener en cuenta son, por ejemplo, cuidar el comportamiento grupal, “porque es importante para la inteligencia experimental de los animales; como seres sociales, necesitan una estructura de grupo”. Otro aspecto es que, si un animal está enfermo “lo más normal es separarlo”, pero eso implicará un Estrés”, por ello incidió en revisar los patógenos implicados.
“Realmente, cuando tenemos problemas de bienestar, observamos pérdidas de animales y muertes en granja. Bajamos la eficiencia técnica y podemos llegar a perder productividad y mermar la calidad de producto. También aumentamos los costes de producción, además de poner en riesgo la vida de los propios trabajadores”, subrayó la investigadora.
Durante la exposición incidió en temas como los comederos o bebederos, “que debe haber los suficientes para que no haya competitividad y se causen estrés a los animales”. También el espacio del que disponen para el descanso o la limpieza, así como los períodos de transporte. Para conseguir ofrecerles el mayor bienestar, incidió en conocer bien al animal. Tener en cuenta cómo ven o escuchan es fundamental para adaptarles los espacios a esas condiciones.
Recalcó la importancia de tener en cuenta que se está trabajando con animales “y no con máquinas”. Por ello, las condiciones a las que sean expuestos provocarán que los animales se tengan que adaptar, “por eso es necesario ofrecerles el máximo bienestar”. Concluyó afirmando que, “si no tenemos en cuenta las acciones de manejo, se podrán generar reacciones negativas en el comportamiento de los animales e incluso problemas de rendimiento”.