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Cuando hace veinte días, alrededor de un centenar de tractores inició los bloqueos contra las cadenas de supermercados, ningún ganadero daba un duro por el éxito de las protestas. Eran pocos, “habas contadas” dicen ellos, muchos menos que los miles movilizados en septiembre, cuando las tractoradas habían finalizado en decepción y desánimo. En diciembre, sin embargo, el resultado fue otro. Tres semanas después de iniciados los bloqueos, los ganaderos tienen acuerdos cerrados con Carrefour, Dia, Vegalsa-Eroski, Lidl, Alcampo y Gadis.
La clave de los logros hay que buscarla en una lógica similar a la de los 300 de Esparta. “Es más importante tener gente concienciada, que sabe para qué sale con el tractor, cúal es la estrategia y que se mantenga firme, que una movilización de miles de personas que vienen porque también va el vecino”, resume Óscar Pose, representante de Unións Agrarias en la Plataforma en Defensa do Sector Lácteo.
Los ganaderos son conscientes de que los acuerdos con las cadenas de supermercados son sólo un primer paso, pero también ponen en valor lo ya conseguido. “Rompimos el mito de que con las protestas nunca se consigue nada o la historia esa de que nos vendieron en las negociaciones”, destacaba un ganadero de la comarca de Ordes el pasado día 24, en la última asamblea celebrada ante el centro logístico de Dia.
Valoraciones
Hablamos con Roberto García, de Unións Agrarias, y con Isabel Vilalba, del Sindicato Labrego, ambos participantes en las negociaciones con las cadenas de supermercados, para conocer su opinión sobre los acuerdos y los próximos pasos a dar en la busca de la revalorización de la leche en las granjas.
“Los acuerdos conseguidos con los supermercados hay que valorarlos como un primer paso importante” -señala Isabel Vilalba-. “En general, las cadenas van a pagar ya en diciembre 2 céntimos más por la leche que usan para sus marcas blancas, aunque también es cierto que eso representa sólo una parte de la leche que se comercializa en Galicia. Tenemos también las marcas propias de las industrias y otros usos de la leche, como la leche en polvo, que en algunas industrias tiene un gran peso en la configuración del precio”.
«Nada impide que las industrias suban la leche de forma generalizada en enero» (Roberto García, Unións)
Desde Unións Agrarias, Roberto García incide en el “hecho histórico” del acuerdo: “Es la primera vez que las cadenas de distribución se sientan a hablar con el sector y se finaliza en acuerdos, incluso con una cadena como Dia que nunca quiso participar de negociaciones. Para las industrias, era impensable que Dia renunciara a la compra de leche a través de subastas electrónicas mensuales, que ahora va a cambiar por contratos estables. Ese cambio tendrá que repercutir a su vez en las granjas”.
El próximo paso del sector pasa por la negociación con las industrias. “Nada impide que las industrias trasladen ya en enero una subida generalizada de los precios” -valora García-, “ya que lo que estaba estrangulando a las empresas lácteas era el precio de las marcas blancas. Con las marcas propias de la industria, los beneficios son mayores y hay margen de maniobra”.
Isabel Vilalba, del Sindicato Labrego, coincide en el reto: “La industria aún no demostró claramente que vaya a trasladar esa subida, por lo que habrá que abordar una negociación para que la revalorización de la leche llegue a las granjas”, destaca.
Cuestiones estructurales
La secretaria general del Sindicato Labrego incide también en la importancia de afrontar cuestiones estructurales, como el peso que tienen los primeros compradores (intermediarios) en la compra-venta de leche en Galicia. “El acuerdo con la distribución tiene un carácter paliativo, pero los bajos precios derivan en buena medida de problemas estructurales que es preciso afrontar”, advierte. “En Galicia hay una gran cantidad de leche en manos de primeros compradores, que son los que pagan precios más bajos. El Ministerio se comprometió en septiembre a publicar un decreto para regular esta figura, pero aún no tenemos ni el borrador”, critica.
«Deben afrontarse problemas como los primeros compradores o las fórmulas de pago en base a la leche en polvo» (Isabel Vilalba, SLG)
Otro problema que afecta al precio en origen de la leche es el pago de parte de la producción en función de las cotizaciones de la leche en polvo -ahora mismo a muy bajo precio a nivel internacional-, una práctica habitual en empresas como Larsa o Reny Picot., con fórmulas como 80-20 o 60-40, en las que el 20-40% de la leche se le abona a las granjas a bajos precios. “En Francia, las industrias se comprometen a pagar a precio de mercado la cantidad recogida en la anterior campaña y sólo se paga a un menor precio los aumentos de producción. Aquí en cambio no hay esas garantías. Tenemos que sentarnos con las industrias y conseguir compromisos”, concluye Vilalba, que lamenta la falta de peso de las Administraciones en las negociaciones del sector lácteo.
