Casa Carballo es una SAT familiar ubicada en As Veigas, en la parroquia de Torneiros, perteneciente al ayuntamiento de Pol, que suma ya la tercera generación de ganaderos. Al frente están los hermanos Jose e Iago Villamide. Forman parte también de la SAT sus padres, José y María, aunque ya están jubilados.
Están ordeñando en este momento 360 vacas y cuentan con unas 700 cabezas totales, pero quieren seguir creciendo. “Vamos a ver cómo nos podemos adaptar a la normativa, porque el nuevo Real Decreto limita el crecimiento de granjas como la nuestra”, reconoce Jose.
Están preparando una ampliación para situarse en dos años en 450 animales en producción. El proyecto incluye hacer otra nave con capacidad para 180 animales para incrementar el número de vacas en ordeño y tener más cómodas a las vacas secas y a las novillas. “Queremos seguir mejorando también otras infraestructuras; vamos a hacer otra fosa de purín y un nuevo silo”, explica Jose.
Biocélula para poder seguir creciendo
Jose se incorporó en el año 1999 y su hermano Iago en el 2007. Desde entonces no han parado de crecer, aunque desde el 2014 la ganadería estaba estabilizada entre 250 y 260 vacas en ordeño.
“Al pasar de las 300 cabezas adultas no nos daban licencia por carga ganadera, estábamos limitados”, explica Jose. Para poder seguir creciendo se vieron obligados a instalar una biocélula para tratamiento del purín. “Al poner el separador ya cumplimos con el estudio ambiental y pudimos seguir incrementando el número de cabezas y en los últimos dos años hemos aumentado en 80 vacas en producción”, cuenta.
El coste del sistema se acerca al medio millón de euros
El sistema, de fabricación alemana, se acerca al medio millón de euros de inversión para una granja del tamaño de esta explotación y para su instalación recibieron una subvención del 35% por tratarse de un modelo innovador.
Incremento de la recría
Casa Carballo está aumentando la recría con la intención de crecer sin tener que comprar animales. “Estamos poniendo semen sexado en todas las primerizas y también en vacas de primer y segundo parto que nos interesan”, detallan.
El resto de las vacas llevan semen convencional y a partir de la cuarta inseminación pasan al toro. “Tenemos dos, uno con las vacas repetidoras y otro con las novillas inseminadas. Es una buena cosa, porque siempre salvan alguna vaca”, asegura Jose, aunque a día de hoy están logrando un índice de fertilidad muy alto.
Tienen dos toros, uno para las vacas repetidoras y otro para las novillas que no se quedan preñadas
“En este momento nos están empreñando muy bien las vacas. Yo lo achaco un poco a todo, a una suma de distintos factores que hemos ido mejorando: por un lado, las camas están funcionando muy bien; por otro lado, hacemos ración de preparto, que antes no hacíamos y las vacas están pariendo bien; y en el establo de arriba, que es el más bajo, hemos cortado la pared y metido una lona perforada para que ventile más en verano”, enumera.
El semen que usan es tanto de Xenética Fontao como de ABS, que les hace también los acoplamientos, mientras que los machos para sementales se los compran de pequeños a la ganadería Mantoño Holstein.
Preferimos meterlas un poco más tarde a la amamantadora, no nos convence para terneras de 10 días
Cuentan con amamantadora pero los primeros 20 días las terneras están en boxes individuales y las alimentan con un taxi-milk pasteurizador. “Preferimos meterlas más tarde a la amamantadora, no nos acaba de convencer para terneras pequeñas, de 10 días”, dice Jose.
Tras la reagrupación en la amamantadora, permanecen en su lote (tienen tres en función de la edad) hasta que cumplen con las condiciones para ser destetadas. “Vamos destetando por peso y condición corporal, si van muy bien y comen ya pienso, que tienen disponible desde que nacen, las destetamos entre los 60 y los 70 días de vida pero si vemos que van retrasadas las tenemos un poco más, como máximo hasta los 3 meses”, explican.
Se nota mucho en el crecimiento la diferencia de estar en cama caliente o en parrillas
En este momento están logrando terneras de buena talla y las están inseminando con 12 y 13 meses. “Se nota mucho la diferencia de estar en parrillas a estar en cama caliente, en las parrillas frenan el crecimiento”, asegura Jose.
Tienen un establo alquilado en Fonfría, perteneciente a la antigua SAT Os Picos, donde les caben unas 120 cabezas y que destinan a la etapa intermedia de recría, a partir de los 7 meses. Una vez preñadas y confirmadas, vuelven para las instalaciones de Torneiros, donde tienen salida al pasto.
Mano de obra y relevo generacional
La granja funciona habitualmente con 6 personas, 4 empleados y ellos dos, aunque en algún momento pueden contar con algún refuerzo puntual para cubrir libranzas o vacaciones.
Jose e Iago se encargan de todo el trabajo agrario, de hacer las raciones para el ganado y de la inseminación, mientras que el trabajo de los empleados se centra en ordeñar y atender a las terneras de recría.
Si no tuviésemos relevo por detrás seguramente no nos meteríamos a nuevas inversiones y ampliaciones
Aunque los dos hermanos son personas aún jóvenes, están ya pensando en dar entrada a sus hijos en la explotación para garantizar su continuidad. “Yo pienso que uno de los problemas que se da muchas veces para el relevo en las granjas es que los padres no permiten que sus hijos entren a tomar decisiones mientras que están ellos y eso es un error, porque si los hijos se acaban apartando porque sienten que no son tenidos en cuenta y acaban buscándose otra cosa en la que trabajar fuera de la explotación, eso después lleva a que cuando el padre se jubila ya no tenga quien coja la granja”, razona José.
Sala de 28 puntos
Ordeñan tres veces al día, a las 6 y media de la mañana, a las 2 y media de la tarde y a las 9 y media de la noche. Hace 10 años que se pasaron a los tres ordeños para aumentar producción y mejorar el bienestar del ganado. Están ordeñando en este momento unas 360 vacas, con medias de producción de 39 litros por vaca y día, con un 3,90% de grasa y un 3,35% de proteína.
Habitualmente hay tres personas en cada turno de ordeño, dos en la sala y una más metiendo vacas y haciendo camas. “Antes teníamos solo dos personas, una en la sala y otra metiendo los lotes, pero se hacía algo justo para la persona que estaba ordeñando, porque tenemos una sala de 28 puntos”, detalla Jose.
Hace año y medio sustituyeron los podómetros por collares en todos los animales para tener más datos y mejorar la detección de celos
Los animales en producción están repartidos en 5 lotes: uno de primer parto; otro de vacas adultas; un tercer lote de vacas preñadas que están para secar y vacas retrasadas que no han empreñado, donde tienen uno de los toros; el cuarto de vacas paridas de menos de 2 meses; y el último de vacas que es necesario tratar.
Secado selectivo
Las limitaciones crecientes al uso de antibióticos los han llevado a introducir el secado selectivo. “Antes poníamos antibiótico y tapón a todas las vacas y ahora solo ponemos el sellador interno. El antibiótico solo lo llevan los casos problemáticos, que representan alrededor del 1% de las vacas”, explica Jose.
Para favorecer el descenso en la producción de leche un par de días antes del secado las separan para una zona aparte en la que les reducen la alimentación, pasándolas a la ración de secas. Luego hacen ordeños alternos, uno sí y uno no.
“Es algo más complejo de llevar a cabo y no tienes tantas garantías. Nosotros antes, cuando poníamos antibiótico, nunca perdíamos una vaca por problemas en el secado; ahora hay veces que sí, porque en el cambio las vacas sufren estrés y si tienen una pequeña infección les da mamitis y fiebre y ya no logras recuperar a esa vaca”, dicen.
El Centro Veterinario de Meira es quien les lleva tanto la parte de calidad de la leche como la parte de reproducción
Por eso Jose considera que las restricciones en el uso de medicamentos en muchas ocasiones están llevando a las ganaderías a mandar prematuramente al matadero vacas que de otro modo se tratarían para intentar curarlas.
“Como cada vez tienes menos alternativas para darles, muchas veces cuando surge un problema ya no te arriesgas a gastar en ellas. Cuando nosotros podíamos tener un pequeño botiquín, nada más detectar un caso ya lo tratábamos, ahora hay que esperar a hacer un antibiograma y que vengan los resultados y se pierde un tiempo que es fundamental para atajar la enfermedad, tanto en el caso de mamitis en vacas como en el de diarreas en terneras pequeñas”, afirma Jose.
Bajada de 7 céntimos en abril
Casa Carballo entrega desde hace cuatro años la leche al Grupo Lence, después de estar muchos años en Lactalis y un año en Reny Picot. Renovaron contrato con la empresa lucense en abril, por 3 meses, con una bajada de 7 céntimos, y esperan que no se produzcan nuevas bajadas en julio.
“A ver cómo se presenta la segunda mitad del año pero no hay razones para que la leche siga bajando, porque en el resto de España está habiendo muy poca producción por la sequía. Es necesario que el precio suba algo porque los márgenes son muy ajustados y no animan a hacer inversiones. Para eso necesitamos también estabilidad, pero en este momento no hay garantía de lo que va a pasar”, dice Jose.
Compost en los cubículos, en la recría y en las vacas secas
Hasta hace tres años utilizaban como material de relleno de los cubículos una mezcla de paja y carbonato pero en este momento usan el compost higienizado que obtienen del separador y la biocélula.
Inicialmente instalaron un sistema con capacidad para 400 cabezas pero no les daba abasto y el material no salía con las condiciones idóneas para echarlo en los cubículos, lo que les generó muchos problemas de mamitis. “Perdimos unas 150 vacas y el resto quedaron tocadas. Son animales a los que les cuesta empreñar y ya no se recuperan del todo para las siguientes lactaciones”, asegura Iago.
Las camas de compost ahora nos están funcionando muy bien, estamos entre 100.000 y 120.000 células, pero al principio tuvimos muchos problemas de mamitis
Reconoce que los problemas iniciales les hicieron dudar del uso del compost como material para las camas del ganado, pero sustituyeron la biocélula por una de mayor capacidad y en este momento están muy satisfechos con el resultado. Tanto que están empleando el compost en los cubículos de las vacas en producción y también en la cama libre de la recría o de las vacas secas.
“El material echa entre 24 y 26 horas dentro del tambor a más de 60 grados de temperatura y sale completamente higienizado. De esta manera logramos un producto inerte que no apelmaza y que hace muy buena cama”, afirma Iago.
De la planta el compost sale a una temperatura de 60 grados, con una humedad del 40% y lo que hacen es extenderlo para que acabe de secar. Después lo mezclan con carbonato de calcio para darle un poco más de peso y que no tiren tanto con los pies las vacas. Al echarlo con la encamadora la mezcla aún se seca más. “Rellenamos los cubículos cada 4 días y ya no tenemos que hacerle más nada, ni siquiera hay que moverlo, las vacas con los pies ya se encargan de eso. La paja con el carbonato teníamos que mojarla y apelmazaba mucho más”, cuentan.
Ventajas a nivel agronómico
El material compostado puede usarse como abono orgánico en las fincas, con un alto poder fertilizante y mayor nivel de asimilación que el purín sin tratar, pero el hecho de que, por normativa medioambiental, no se pueda almacenar ese material compostado sobrante al aire libre en las fincas hace que en este momento no estén empleando esos excedentes como abono.
Pero Jose asegura que incluso la parte líquida resultante del proceso de separación y compostado contiene un poder fertilizante mayor que el del purín en sí. “Lo vemos en la hierba, que crece mucho más, la planta asimila mucho mejor ese nitrógeno una vez que el purín ha pasado varias veces por la biocélula”, dice.
Las plantas asimilan mucho mejor el purín tras pasar por el separador; la hierba crece mucho más
La capacidad de almacenamiento de purín de la ganadería se aproxima a los 4 millones de litros en este momento, pero han previsto ya la construcción de otra fosa para ampliarla en 2 millones de litros más para de este modo poder guardar el purín para los momentos de demanda de los cultivos.
Mezclarle carbonato cálcico al compost responde también al interés de mejorar el pH de las tierras sin tener que encalar después a la hora de hacer los cultivos. “Hace más de 20 años que no encalamos, antes porque usábamos carbonato en las camas y ahora porque se lo echamos al compost. Usamos una bañera cada mes y medio y tenemos un pH de 7 en las tierras”, explica Iago.
Placas solares
Al no usar el compost como abono, en este momento han adaptado el funcionamiento del sistema de tratamiento del purín a las necesidades de compost de la granja, con paradas de 10 minutos cada 10 minutos. De este modo logran reducir también el consumo eléctrico del sistema, que está la mitad del tiempo en stand by.
Para abaratar la factura de la luz, Casa Carballo cuenta con 60 kilowatios de potencia instalada, que montaron en dos fases. La primera, de 25 Kwh, está destinada a venta de energía, mediante un contrato firmado en el año 2007 a precio fijo y con una vigencia de 25 años. “Te hacen falta unos 14 años para amortizar la inversión y después cada tres meses de facturación uno va para pagar impuestos”, explica Jose. La otra instalación, de casi 40 Kwh, fue montada hace 5 años y está destinada a autoconsumo de la granja.
“Tenemos reservas extra de comida para 10 meses; eso nos da muchísima tranquilidad”
Casa Carballo trabaja una superficie de 170 hectáreas. Una parte de ellas son en propiedad y otra parte arrendadas, de ganaderías que van cerrando. De este modo han conseguido ampliar en los últimos años la superficie agraria a medida que iban creciendo en número de cabezas incluso a un ritmo superior al que iban precisando.
“Disponemos en este momento de comida extra para 10 meses. Acabamos de abrir el silo de maíz del año pasado y lo que estamos gastando de hierba es de hace dos años. Esas reservas que tenemos almacenadas nos dan mucha tranquilidad para poder crecer y son una garantía en caso de que venga una cosecha mala”, dicen.
En unas 135-140 hectáreas hacen rotación maíz-raigrás y las restantes están centradas de la producción de hierba. “Hay fincas en las que no compensa echar maíz porque te dan solo treinta y pico mil kilos de maíz y si las dejas a hierba te van a dar otros dos cortes y a esos dos cortes les vas a sacar otros veinte y pico mil kilos de hierba sin tener el gasto que tiene el maíz.
Hay fincas en las que no compensa echar maíz porque si las dejas a hierba vas a tener casi la misma producción con mucho menos gasto
Hacen ellos todo el trabajo agrícola, excepto cosechar y picar el maíz para el silo. Disponen de un amplio parque de maquinaria completamente equipado. Tienen segadoras rotativas, hileradoras y remolques para recoger la hierba; grada rotativa, grada rápida y sembradora para echar el maíz; cisternas con inyectores para echar el purín, telescópicas, carro mezclador, etc.
Están apostando por máquinas de última generación, como tractores con sistema de autoguiado o una sulfatadora equipada con sistema GPS que permite optimizar las pasadas y reducir el volumen de fitosanitarios utilizado.
Adelantar la siembra a causa de la sequía
Disponer de parque de maquinaria propio les permite recoger el raigrás en su momento óptimo, mejorando de este modo la calidad del silo. “El de hierba nos está dando un 30% de materia seca y un 15% de proteína. El silo de maíz nos salió el año pasado bastante seco, con un 38% de materia seca y un 36% de almidón”, detalla Jose.
La campaña de ensilado de hierba de este año fue “muy buena” en esta ganadería, que hace 2 cortes en las fincas que rotan con maíz, e incluso 3 en las parcelas que son mejores. “Siempre hacíamos tres cortes en todas, pero este año preferimos echar el maíz un poco antes. Aquí en esta zona es bastante seco y hay poco suelo, por lo que necesitamos que cuándo viene el calor en verano el maíz esté ya bien criado”, explica Jose.
Este año preferimos hacer un corte menos de hierba y echar más temprano el maíz por si viene la sequía
Comenzaron la siembra alrededor del 20 de abril en las primeras parcelas que labran y finalizaron un mes después en las 30 hectáreas en las que hicieron un tercer corte de hierba, en las que acabaron de echarlo en la semana de 20 de mayo.
“El maíz quiere abono”
El primer corte de hierba lo hacen a principios de marzo, aunque este año lo adelantaron a finales de febrero. Después cada 40 días hacen otro. Para los primeros cortes abonan solo con purín y para el tercero utilizan un NAC 27.
El consumo de abono es, sin embargo, mucho mayor en la siembra del maíz. “El maíz necesita abono. La planta para dar 50.000 kilos tiene un consumo para ese crecimiento y hay que aportarle esas necesidades. Como el precio del abono está siendo muy alto, hubo muchas ganaderías que este año compraron abonadoras para aplicación localizada para echar menos kilos, pero yo pienso que eso no funciona del todo. Quizás para que arranque y enraíce al principio sí, pero después la raíz tiene que buscar para que cuando llegue la sequía tenga más superficie”, razona Jose.
Empleamos unos 600 kilos de abono por hectárea y logramos unos 50.000 kilos de producción
Casa Carballo lo que hace antes de arar es abonar con purín y después complementar con un abono químico nitrogenado de liberación lenta 25-9-9. En las fincas que no llevan purín echan un abono NPK 8-24-16 o 8-24-8 y aportan algo a mayores también de liberación lenta. “Hasta hace pocos años echábamos entre 800 y 1.000 kilos de abono por hectárea, pero ahora bajamos a unos 600 kilos y esa cantidad le hace falta”, asegura.
“Llevábamos 4 años muy buenos de producción, logrando entre 48.000 y 50.000 kilos por hectárea, pero el año pasado sacamos sobre 10.000 kilos menos por hectárea con respeto a lo habitual. Aquí apretó mucho la sequía”, recuerda Jose.
Pesan los rendimientos para tener control de la producción de las fincas
Casa Carballo tiene instalada una báscula a la entrada de la granja por la que pasan todos los insumos que entran en la ganadería. También los forrajes que ellos mismos producen. “Es una manera de llevar control de la productividad de las tierras. Es algo que te ayuda a tomar decisiones porque a veces te llevas sorpresas”, reconoce Jose.
La báscula la montaron ya hace bastantes años después de una visita a varias explotaciones en Cataluña. “Me dijeron éste es el aparato más rentable de la granja, pero solo se lo vas a notar los tres primeros meses. Y aquí pasó eso”, dice.
Compra directa de las materias primas en puerto
Esta ganadería de Pol fue de las primeras en comprar directamente los cereales y elaborar sus propios concentrados. “Comenzamos teniendo molino hace más de 20 años pero nos daba algo de alergia el polvo. Ahora seguimos trayendo directo del puerto la soja y la colza, pero la harina de maíz la traemos ya molida y mezclada con los correctores”, cuenta Jose.
Siempre compran con un año de antelación, tratando de cerrar precios que les permitan un ahorro económico. Pero, además del abaratamiento logrado, uno de los principales aspectos que destacan es el de “saber lo que estás metiendo en la ración”.
Disponen de carro mezclador propio y elaboran hasta 5 raciones diferentes para el ganado. Aunque elaboran solo una para los distintos lotes de producción, la hacen dos veces al día para suministrarla fresca a los animales. Lleva 30 kilos de silo de maíz, 15 de silo de hierba, 6,5 kg de harina de maíz y correctores, 2,5 kg de colza y 3 kg de soja.
Hacen una ración única para las vacas en ordeño dos veces al día
A mayores hacen una ración para vacas secas, otra de preparto, y dos para la recría, una para terneras hasta 12 meses y otra para novillas ya preñadas. Este año van a hacer también hierba seca en las fincas en las que no echan maíz para sustituir a la paja en las raciones de las vacas secas y novillas.
“En la ración de las secas ahora mismo ya estamos a un 50% de paja y otro 50% de hierba seca y en las novillas ya no estamos metiendo paja. Nosotros compramos la paja a 90€ pero ya subió mucho porque hay mucha escasez”, admite.