Cuando se habla de la lucha sindical y de las grandes reivindicaciones que se hicieron en las últimas décadas en el sector agroganadero, siempre sale un nombre y ese es el de Román Santalla. Hoy sigue con sus labores en su ganadería en Lalín, Agrosilva SC, las cuales nunca dejó al 100 %, pero a las que no le pudo dedicar todo el tiempo que le gustaría por ponerse al frente de la creación de Cobideza y también de Unións Agrarias-UPA.
Santalla puso fin a los casi 30 años, que haría ahora en abril, al frente del sindicato, pasando por grandes luchas y logros, y otros tantos en Cobideza, dándole vida y consolidándola como una de las grandes cooperativas del interior de Galicia. Charlamos con él para hacer un repaso por su trayectoria al frente de ambas entidades y también hablamos de cómo está la situación actual del sector y hacia donde se debería remar.
– Desde abril de 1995 ocupó el cargo de secretario de ganadería en UPA. ¿Qué le llevó a dejar este cargo?
Fue una decisión muy meditada, de hecho, no contaba ya seguir en la última legislatura. Cuando me incorporé a la política municipal contaba dejar UPA, pero las cosas vinieron de tal manera que tuve que repetir en esa legislatura. Mas ahora sí que tenía claro que esta etapa había llegado a su fin por dos motivos claros. El primero, el personal ya que quiero dedicarle más tiempo a la familia, a mi neto Lucas y también a mi granja. El segundo, que llevo muchos años y tengo una edad, por lo que había que dejar paso a nuevas generaciones. Preparamos la organización con gente joven, que está muy capacitada para ponerse al frente y nosotros nos retiramos.
– Desde la visión del activismo y el sindicalismo: ¿Cómo fue la evolución del sector agroganadero a lo largo de su etapa en UPA?
Ser muy optimista en el campo no cae bien, pero ahora mismo los tiempos están siendo favorables. Yo soy ganadero y lo fui siempre, ya que creo que para ser un bueno representante del sector tienes que ponerte las botas, por eso puedo discutir de esto porque sé de lo que hablo. Y esta sensación no es sólo en el sector lácteo, sino en todos (porcino, vacuno, avícola).
«En el sindicato pasamos demasiado tiempo intentando rebatir ciertas informaciones falsas o manipuladas, y ese tiempo se pierde para luchar por otros temas»
Esto se produce porque tenemos unos precios que cubren los costes de producción y tenemos margen de beneficios, algo que no tuvimos durante décadas. Hubo espacios cortos en el tiempo que se pagaban bien algunos productos, pero duraban poco. La situación en términos económicos y de precios es favorable, mucho motivada por la consolidación de la Ley de la Cadena Alimentaria.
– En la misma línea, ¿cómo fue la evolución de Unións Agrarias?
Estamos en modelos distintos. En el Deza se creó un germen por los compañeros que fundaron el sindicato en esta Comarca y le dimos continuidad a raíz de mi incorporación y de las ejecutivas que tuve ocasión de liderar. Todo esto se hizo a base de reivindicaciones y movilizaciones de masas, porque es cierto que la situación era mala. Desde que me incorporé fue una lucha permanente, desde el problema de las cuotas lácteas hasta las multas lácteas, crisis en todos los sectores y demás.
Hoy las explotaciones son de tamaño medio-alto, frente a entonces, y considero que en estos tiempos es más complejo hacer sindicalismo que antiguamente. Hoy en día hay acceso a todo tipo de información, mucha de ella manipulada y es necesario estar cerca de la gente para rebatir todo eso. Antiguamente había unas asambleas multitudinarias que hoy ya no se ven, porque les llega con tener la información en los móviles.
Hay una gran diferencia con el sindicalismo de antes y es necesario adaptarse a los nuevos tiempos y, si es preciso, reinventarse. Ahora pasamos demasiado tiempo intentando rebatir ciertas informaciones falsas o manipuladas, y ese tiempo se pierde para luchar por otros temas.
«La crisis de las vacas locas fue una de las más dolorosas para mí, junto con la del porcino de 1999 y la del lácteo de 2015»
– En estos 30 años pasó por crisis complejas, como las vacas locas, el porcino y las lácteas. ¿Cuál recuerda que fue la más difícil de salir?
Las vacas locas dejó una señal evidente. Para mí, personalmente, fue la más compleja porque me llegó a afectar anímicamente. Me costó mucho salir de ella, ya que yo también tuve un falso positivo que me amargó una temporada. Yo recuerdo esa crisis como un caso muy doloroso.
Otra fue una crisis del porcino en el año 99, que fue desalentadora. La gente estaba desesperada porque los animales valían un tercio del precio habitual. Yo no tengo cerdos, pero me ponía en la piel de esos ganaderos y sentía su frustración, que no sabían lo que iban a hacer de su vida
Estas dos son quizás los momentos más dramáticos que viví. Hubo luchas permanentes en diferentes ámbitos, que fueron duras, como cuando me acribillaron a palos en Lalín por el año 96, por temas de las supertasas. También la crisis del 2015 del lácteo. Quizás estos fueron de los momentos más duros de mi vida.
– En las crisis del sector lácteo, ¿la del 2015 fue la más dura?
Echamos cerca de un mes durmiendo fuera de la casa y con muchas reivindicaciones, hubo muchas negociaciones. Es la que recuerdo como más dura y simbólica.
«Yo siempre mantuve una profesionalidad y creo que no me fue difícil trabajar con cualquiera de los gobiernos que me tocaron»
– ¿Hacia dónde debe caminar el sector agroganadero y en concreto el vacuno de leche?
Yo creo que debe caminar hacia consolidar precios. Es preferible una estabilidad, como la que tenemos ahora, que precios de 60 céntimos que luego bajen a 40. Los que me conocen, saben que yo trabajo por una estabilidad a largo plazo; siempre fue mi objetivo. También se debe consolidar la Ley de la Cadena y mantener muy reforzada la relación con la distribución, además de las industrias. De este modo, se consolidarán los márgenes económicos para los productores, para la industria y para la distribución.
– En este período pasaste por diferentes gobiernos, y fuera de las distancias políticas, ¿cuál es la relación más fluida que recuerdas?
Tuve una relación siempre buena con cualquier gobierno. El segundo gobierno del Partido Popular quizás fue el más complejo, pero en la etapa de Mariano Rajoy tuve una relación bastante fluida, fuera de las distancias ideológicas. Yo siempre mantuve una profesionalidad desde el ámbito sindical, y también desde lo profesional, y creo que no me fue difícil trabajar con cualquiera de los gobiernos que me tocaron, que fueron muchos.
– Agrosilva SC cuenta con relevo generacional, que es su hijo Álvaro. Sin embargo, en el sector es un problema que preocupa. ¿Qué considera que está fallando?
El ganadero de Casa das Pedras dijo hace unos días que los jóvenes deberían apostar por trabajar en sus ganaderías porque manejas tu tiempo. Estoy totalmente de acuerdo porque siempre lo compartí como ganadero, el joven ganadero que se queda en la explotación, se pone al frente de un negocio que va a manejar como quiera y distribuir el tiempo como le convenga.
«Es necesario trabajar porque en el rural haya unos servicios muy similares a las ciudades para que la juventud apueste por el campo»
Nuestros tiempos pasados fueron muy complejos y muy dolorosos. No hace tanto, en el 2020, aun teníamos precios de 20 céntimos y era una ruina absoluta. Mas yo creo que la juventud de hoy piensa distinto a nosotros. En nuestros tiempos, los jóvenes teníamos unos objetivos económicos, sacrificando la calidad de vida, pero hoy en día es al revés. Un joven que quede en el rural quiere tener una calidad de vida igual que la persona que se queda en el urbano. Es lógico.
Hay un déficit de servicios en el rural, pero hay otras cosas que no se tienen en las villas. Se debe trabajar en ese sentido, para que las personas que apuestan por el campo tengan unas condiciones muy similares a las que quedan en las ciudades. Por ejemplo, en la zona de Lalín la fibra va llegando a unos puntos, pero a muchos no. Nosotros, en nuestra ganadería, necesitamos internet constantemente y nos falla mucho, lo que supone grandes complicaciones. Son servicios básicos que tienen que llegar ya y las administraciones deben hacer posible eso.
«Reconozco que trabajé por unificar todas las cooperativas del Deza, pero no fui capaz, mas considero que se debería trabajar en esa línea»
– También fueron más de tres décadas al frente de Cobideza, la cooperativa con más socios de la Comarca de Deza, entidad en la que también pasa a un segundo plano. ¿Qué balance hace de estos años?
El balance es positivo. Recuerdo que empezamos aquí en la parroquia de Cercio (Lalín), juntándonos con un grupo de ganaderos de Bodaño (Vila de Cruces). En el inicios éramos una agrupación pequeña, unos 20 ganaderos y ganaderas. En unos años, conseguimos agrupar un 95 % de las ganaderías de esta zona. Fuimos ampliando nuestra zona de expansión, llegando la Vila de Cruces, Agolada y ya en el 2015 llegamos a Silleda y ahora estamos en Antas de Ulla y Monterroso. La finalidad de la expansión siempre fue darle servicios a la gente.
Conseguimos una buena consolidación en una comarca como esta con tanta cooperativa. De hecho, en el Deza hay un minifundismo de cooperativas, que necesita un cambio. Creo que se debe trabajar por unificar en una única cooperativa, que fue un trabajo por el que luché, pero no logré. Debo reconocer que tuve algunas reuniones, pero no fui capaz.
Hoy Cobideza es una cooperativa de tipo medio, que dispone de todos los servicios que necesitan las personas socias. Esto es lo que necesitamos como ganaderos: Una cooperativa que nos brinde unos precios de la leche dignos, o como tuvimos siempre, y un área que tenga todos los servicios. Siempre fuimos una cooperativa que ofrecemos cercanía, estando disponibles para todos los socios las 24 horas del día.
«Todos los servicios que creamos en Cobideza ayudan a crear empleo y le dan vida al campo»
– Aún sigue formando parte de la directiva. ¿Cuál va a ser su papel dentro de la cooperativa?
Yo quería despedirme de todo, pero es cierto que estamos en un proceso de cambio y creo que necesitan ayuda. Estoy convencido de que Jesús Manteiga lo hará muy bien, pero yo no quería que tuvieran una sensación de abandono. Yo estaré disponible para lo que necesiten desde la directiva y también para socios y socias. Estamos en una etapa nueva, porque también incorporamos una nueva gerencia y mejoramos el sistema administrativo y contable.
– No se centró en la visión sólo de cooperativismo, sino que buscó dinamizar el rural abriendo almacenes, gasolineras e incluso supermercados en el rural. ¿Qué lo llevó a trabajar en esta visión en Cobideza?
Los proyectos fueron llevados a la Junta Directiva y, muchos de ellos, a Asambleas. La mayoría fueron ya aprobados en un primer momento y algunos, que veíamos que eran buenas ideas pero arriesgadas, tuvimos que insistir un poco. Creo que esto fue el músculo de la cooperativa, informando mucho la gente y diciéndole lo que queríamos hacer y recibir su apoyo.

Santalla ahora se dedicará a su ganadería, en la que trabajará por mejorar la calidad de vida
Cuando nos asentamos en Silleda, y no teníamos ningún socio, fue un riesgo grande, pero ahora mismo es uno de los núcleos duros de Cobideza. Es cierto que fue una apuesta grande, pero queríamos comparar nuestro modelo de proximidad con los socios, con modelos más fríos y de tipo empresarial.
– ¿Quizás se debería trabajar más en esa línea para evitar esa despoblación?
Tenemos que reinventarnos y eso buscamos en Cobideza, desde la humildad. Es cierto que todos estos servicios que fuimos incorporando, como los supermercados, fue una idea extraordinaria. Aquí en Cercio, cerca donde yo estoy, antiguamente había ultramarinos y tabernas, que llevan años cerradas. Eso se notó mucho, y pasó en muchas aldeas. Por eso, el supermercado es un servicio para esta zona, de hecho se llevó a cabo con esa visión y no como un negocio.
Todo esto ayuda a generar empleo, sobre todo de mujeres, ya que un 85 % de las trabajadoras son mujeres. Esto supone vida para el campo, a mayores de las ganaderías que son la base.
«Agrosilva SC no va a crecer, pero probablemente incorporemos otro robot de ordeño y sigamos trabajando por mejorar en calidad de vida»
– ¿Cuáles deberían ser los siguientes pasos a dar en Cobideza de la mano de Jesús Manteiga?
Yo con MAnteiga hablé mucho y siempre tuve una relación próxima. Traerá nuevas ideas y buscaremos que tengan salida, pero yo pienso que ahora se debe consolidar la cooperativa para que siga siendo fuerte, donde se presten unos buenos servicios y consolidar la quesería con una potenciación de la producción ecológica.
– ¿En Agrasilva SC seguirá estando?
Yo ahora voy a estar centrado en ayudarle a mi hijo Álvaro en todo lo que pueda, ya que en una ganadería como la nuestra se necesita mucha dedicación. Aspiro a que mi neto Lucas apueste por la ganadería, ya que creo que va a ser la mejor forma para ganarse la vida.
Ahora mismo ordeñamos en robot y 70 vacas en sala de ordeño, pero Álvaro quiere incorporar otro robot y considero que debo apoyarlo y debemos trabajar en ese sentido. No vamos a aumentar, eso lo tenemos claro, pero necesitamos estabilizarnos. Tenemos una explotación de tipo medio, que nos da para ganarnos la vida dignamente, y vamos a trabajar por tener mayor calidad de vida. Estamos en un momento bueno, en cuanto a calidad de los animales y demás, y necesitamos seguir en esta línea.