La resistencia de las “malas hierbas” a los herbicidas es un problema creciente en la agricultura a nivel mundial por el mal uso de las materias activas, la falta de rotación de cultivos o la substitución de los laboreos profundos por el mínimo laboreo o siembras directas.
Para analizar esta problemática entrevistamos a una de las mayores expertas en el tema: Irache Garnica Hermoso, responsable de la experimentación con herbicidas y manejo de malas hierbas en cultivos extensivos, hortícolas y frutales del INTIA, el Instituto de Tecnologías e Infraestructuras Agrarias dependiente del Gobierno de Navarra.
¿Cual es tu trabajo de investigación dentro del INTIA y en que proyectos de investigación estás embarcada en este momento?
Soy responsable de la experimentación con herbicidas y manejo de malas hierbas en cultivos extensivos, hortícolas y frutales. Actualmente, estamos con el proyecto LIFE AGROINTEGRA cuyo objetivo es reducir el uso de fitosanitarios y con el que queremos demostrar la utilidad de las alternativas a la lucha química.
¿Por que el control de las malas hierbas se está convirtiendo en un problema para la agricultura en todo el mundo?
Por el abuso de los herbicidas. Es la forma “más cómoda” de controlar malas hierbas. Hasta que se seleccionan las poblaciones resistentes, claro.
¿Es un problema debido a que las industrias químicas no invierten en herbicidas más avanzados?
No lo creo. Si saliesen al mercado herbicidas nuevos (modos de acción diferentes), se seguiría abusando de ellos igualmente.
¿Cuales son las principales resistencias de malas hierbas a herbicidas que se están detectando?
En España, se están detectando gramíneas (Lolium rigidum, Alopecurus myosuroides, Echinochloa crus-galli, etc.) resistentes a varios grupos de herbicidas en cultivos extensivos de invierno y primavera principalmente.
“La rotación de cultivos es la práctica más eficiente contra las malas hierbas”
¿Que prácticas culturales y de uso de herbicidas recomendarías al agricultor frente a las malas hierbas?
La diversificación es la solución. Ahora bien, no todas las explotaciones pueden permitirse ciertos cambios. Sin embargo, cualquier modificación que se introduzca puede ayudar en mayor o menor medida. La rotación de cultivos con distintos ciclos de cultivo es la práctica que más nos puede ayudar a gestionar de forma eficiente las malas hierbas. Pero es la más difícil de ejecutar ya que no todas las zonas agrícolas admiten cualquier cultivo, y la mayor limitación es la disponibilidad de agua.
El laboreo es otra técnica que influye enormemente en algunas de las especies más difíciles de controlar actualmente. De los laboreos profundos se ha pasado al mínimos laboreo o siembras directas. Se ha pasado de un extremo al otro. La solución no es volver a la vertedera pero utilizarla de vez en cuando ayudaría a disminuir la densidad de algunas especies gramíneas. La falsa siembra y el retraso de la siembra, son técnicas muy sencillas de aplicar en cualquier explotación pero muy dependientes de la climatología, de la lluvia.
Ahora bien, el año en el que hay lluvia suficiente para hacer germinar gran parte de las malas hierbas antes de la siembra, puede suponer el éxito o fracaso de una aplicación herbicida posterior. Como ejemplo, no es lo mismo controlar 1000 que 500 plantas por metro cuadrado.
En ganadería de vacuno, es muy frecuente repetir cultivos de maíz forrajero año tras año en las mismas parcelas, por falta de base territorial en muchos casos, precisando de la utilización de herbicidas contra las malas hierbas, ¿Que recomendaciones daría al agricultor para estos casos?
La primera recomendación es que intente meter otro cultivo en la rotación y si es posible con un ciclo diferente. Si esto no es posible, tiene que tratar de alternar los modos de acción de los herbicidas. En función de las especies de malas hierbas que tenga en la explotación, esto será más o menos difícil. Hay que estudiar cada caso. El agricultor/ganadero tiene que estar bien informado o asesorado sobre la naturaleza de los herbicidas que está utilizando. El retraso de la siembra si hay humedad, también le puede quitar parte de las malas hierbas que tendrá que controlar después.
En viticultura también se suelen utilizar herbicidas, por ser una alternativa más barata al control mecánico de las malas hierbas. ¿Que problemas de resistencias se están detectando y cuales serían las prácticas recomendables?
En viticultura, los mayores problemas de resistencias que están apareciendo son con especies de hoja ancha, por ejemplo Conyza canadensis, resistente al glifosato. La opción más cómoda es cambiar de herbicida (modo de acción). Pero lo más recomendable sería tratar de alternar la lucha química con otros métodos: mecánico o por calor.
La juncia y la grama son de las más hierbas que más se están expandiendo en las tierras de cultivo, ¿Que medidas recomendaría para su control?
Son dos especies muy difíciles de controlar y su biología no facilita nada su gestión. La juncia, en cultivos como maíz puede ser controlada a día de hoy con herbicida, pero con un alto coste. Existe una materia activa muy eficaz pero todavía está en proceso de registro. La grama, puede frenarse en maíz con cierto herbicida, pero siempre que no alcance grandes densidades. De forma alternativa a los herbicidas, si hay parcelas con problemas de grama y juncia, la mejor recomendación es no sembrar o plantar y gestionar el barbecho de forma mecánica o química. Esta solución no gusta a nadie, pero creo que no es rentable invertir en herbicidas que no van a controlar de forma eficaz esas especies y además obtener producciones mermadas por la competencia.
“Las materias activas no se debe utilizar más de dos campañas seguidas, hay que alternar”
En resumen, ¿Se está abusando o realizando un mal uso de los herbicidas?
Si. Cada vez que ha salido una materia activa nueva al mercado, ha supuesto una mejora en el control de las malas hierbas. El agricultor estaba encantado con el resultado y cuando se le recomendaba no utilizarlo más de dos campañas seguidas, respondía que con lo bien que funciona, ¿cómo no lo va a utilizar?. Y no sólo agricultores han actuado así, cualquier técnico ha podido preferir dar una recomendación eficaz a corto plazo que pensando en el futuro. Y ahora nos encontramos en una situación en que los herbicidas “se han gastado” y no funcionan. Un ejemplo es el diclofop-metil, que era un herbicida muy bueno para controlar gramíneas en cereales de invierno, pero se abusó de él y en muchas zonas ya no funciona hace años. Esto supuso que cualquier materia activa que saliese al mercado después con el mismo modo de acción (tralkoxidim, clodinafop-metil, pinoxaden, etc.) no iba a controlar tampoco esas poblaciones resistentes.
La Comisión Europea reduce cada vez más la capacidad de los agricultores para utilizar fitosanitarios y herbicidas.¿Como valora la decisión de la Comisión en relación al uso del glifosato y que cree que va a pasar después de su moratoria?
Creo que no es objetiva en absoluto. Esta materia activa tiene “mala fama” porque en otros continentes su uso está descontrolado (es mi opinión personal). Están apareciendo muchos problemas de resistencias a pasos agigantados por el mal uso que se está haciendo. No se puede comparar el uso que se hace de este herbicida en Europa con respecto a otros continentes.
“Sería un error prescindir del uso racional del glifosato en Europa”
Estoy de acuerdo en la revisión que Europa hace de las materias activas y en descartar aquellas que no cumplan cierto perfil. Pero me resulta bastante contradictorio que se centren en esta materia activa, cuando hay otras sustancias de uso cotidiano más peligrosas a nivel medioambiental y de salud humana. No sé lo que va a pasar en el futuro, pero sería un error prescindir de esta materia activa.
¿Como cree que será la agricultura del futuro en lo relativo al control de las malas hierbas y al uso de herbicidas?
No lo sé. Pero a medio plazo tenemos que convencer al agricultor y a nosotros mismos que es necesario cambiar algo, por poco que sea. Aprendamos de los errores.
¿En que situación se encuentra el desarrollo de herbicidas ecológicos o estos no son una alternativa viable?
Va muy lento. En mi opinión pueden ser una alternativa para ciertos sectores. Pero que nadie se engañe. No va a haber (espero equivocarme) un herbicida ecológico que haga “lo mismo” que otro de síntesis química. A día de hoy, existen algunos formulados no selectivos, socarrantes y sin ninguna residualidad. Ello supone que se tengan que realizar varias pasadas con el consecuente gasto de gas-oil lo que se contrapone a las bases de la agricultura ecológica. Caemos otra vez en el error de intentar controlar las malas hierbas de una sola forma.
¿Algo más que quiera añadir?
Hay que abrir la mente y adaptarse a los tiempos que vienen.