“Si el eucalipto se planta por rentabilidad, donde no sea rentable, quizás no debamos tenerlo”

Entrevistamos a Jacobo Aboal, director de la Axencia Galega da Industria Forestal, XERA, con quien hablamos sobre cuestiones como el Inventario Forestal Continuo, la situación de mercado de la madera o el futuro Registro autonómico de carbono

“Si el eucalipto se planta por rentabilidad, donde no sea rentable, quizás no debamos tenerlo”

Jacobo Aboal, director de XERA, Axencia Galega da Industria Forestal.

Jacobo Aboal cumple estos días 10 meses al frente de la Axencia Galega da Industria Forestal, XERA. Hablamos con él sobre las cuestiones más candentes que tiene sobre la mesa la Xunta en materia forestal – madera, como la moratoria del eucalipto, y Aboal insiste en una idea clara: “Para tomar decisiones, tenemos que saber de dónde partimos, y en ese sentido serán claves los datos que nos aporte el Inventario Forestal Continuo de Galicia, del que esperamos contar con un avance de superficies este primer semestre”.

– En el último año y medio se vivió una situación de precios disparados y alta demanda en el mercado de la madera, especialmente en el pino, si bien esta tendencia se aminoró en los últimos meses. ¿Cómo cree que evolucionará el mercado?
– Sabíamos que la demanda de madera estaba creciendo a nivel internacional y llegamos a una situación en la que se dispararon los precios. Son precios que, estando yo en la Consellería, nunca había visto. Hablando del pino, los precios siempre habían estado en los 25-30 euros la tonelada en verde en turno final, y de repente se comenzó a incrementar a 45-50 euros y siguieron subiendo hasta alcanzar precios de 70-80 euros, como nunca habíamos visto antes.

La sensación que tenemos ahora es que los precios de la madera están estancados, pero en líneas generales, si haces una gráfica, aunque haya picos de sierra bajando un poquito, la tendencia va a ser ascendente.

La sensación es que los precios de la madera están estancados, pero aunque haya picos de sierra, bajando un poquito, la tendencia va a ser ascendente

Tengo clarísimo que todo lo que nos están dando los informes, tanto a nivel internacional como a nivel europeo, es que va a haber una demanda elevada de madera por la eco-sustitución de otros materiales con mayor huella de carbono y ambiental. Desde envases y embalajes hasta textil o usos estructurales en la construcción, las posibilidades son amplias. El hecho de construir en altura en España no es lo más habitual, aunque sí en otros países, por lo que hay un nicho importante de mercado ahí.

– ¿Qué falta para avanzar en la construcción estructural de altura en Galicia?. Si miramos las ayudas que concede XERA para construcción en madera, en la mayoría de los casos se trata de proyectos de viviendas unifamiliares, rehabilitaciones en madera o complejos turísticos…
– Es preciso un liderazgo inicial, como aconteció en otros sitios. Estoy hablando de Francia o de Cataluña y Euskadi, donde el impulso inicial de la construcción en altura llegó por el lado de las Administraciones públicas. En Galicia, creo que eso lo estamos consiguiendo. El Sergas ya inició ese camino, con una serie de centros de salud hechos en madera, y la Consellería de Medio Rural también va a predicar con el ejemplo. Las bases operativas de prevención contra incendios van a ir en madera.

Por parte de XERA, nuestro objetivo es llegar a nivel transversal a toda la Xunta de Galicia, para que cuando menos un porcentaje de las nuevas construcciones introduzcan la madera en usos estructurales, y ahí tenemos determinados departamentos que pueden dar ese salto cualitativo y comenzar a trabajar en la construcción en altura, con materiales como la madera laminada o el CLT (Cross Laminated Timber).

El objetivo de XERA es que cuando menos un porcentaje de las nuevas construcciones públicas introduzcan la madera en usos estructurales

– Pasemos a la cadena del eucalipto, con la planta de Ence en Pontevedra aparentemente consolidada y con proyectos sobre la mesa de Altri, para elaborar fibras textiles en Palas, y de la propia Ence, en As Pontes, con la idea de elaborar producto reciclado. ¿Cómo ve el escenario?
– Tengo claro que uno de los objetivos que debe tener el Gobierno, y que tiene que tener Galicia, es intentar que el número de exportaciones que hagamos de madera en rollo, sin ningún tipo de transformación, sean las mínimas posibles. La única manera de generar productos de alto valor que generen empleo y que dejen ingresos en Galicia es por esa vía. Por tanto, cualquier proceso de desindustrialización es negativo para Galicia.

Las exportaciones de madera en rollo, sin ninguna transformación, deben ser las mínimas posibles. Tenemos que crear empleo y generar valor en Galicia

En cuanto a la iniciativa de la fábrica de fibras textiles, que supone todo el proceso productivo, desde la elaboración de la pasta de celulosa hasta la obtención de fibras textiles, va en la línea de obtener un producto finalizado o semi-finalizado de alto valor.

– Para complementar a la cadena del eucalipto, faltan quizás más proyectos industriales. ¿Pueden ser buenas opciones una biorrefinería de lignina y una segunda transformación de la celulosa, al margen del proyecto de Altri, para obtener producto final en papel?
– En cuanto a la biorrefinería, todo lo que sea trabajar por procesos químicos, me da igual la especie, sean frondosas o coníferas, tratando de otorgar valor por esa vía, yo creo que tenemos que intentarlo. Sobre la segunda transformación de la celulosa, es cierto que en Galicia siempre trabajamos con la pasta de celulosa y nunca obtuvimos producto final. Todo lo que sea cerrar ciclos productivos, tiene que ser un objetivo a nivel de Galicia.

En definitiva, si producimos y cortamos cerca de 6 millones de metros cúbicos de eucalipto al año, el objetivo tiene que ser transformarlos y darles valor dentro del territorio.

– Los proyectos de Altri y de Ence en As Pontes están ahora mismo a la espera de fondos públicos Next Generation. ¿Qué perspectivas hay de que se confirmen esos fondos?
– Esta cuestión se está llevando desde la Vicepresidencia Primeira e Consellería de Economía e Industria. Como director de la Axencia, yo insisto en que todo lo que sean procesos de industrialización son fundamentales para Galicia. Generarán puestos de trabajo, aportarán mejores precios de la madera en monte y eso va a hacer que la gente siga apostando por plantar, por hacer silvicultura y, sobre todo, por no abandonar el monte.

– El último inventario forestal nacional hecho en Galicia data de hace 15 años. De aquella, en la comunidad había alrededor de 1,4 millones de hectáreas arboladas, de las que más de 550.000 correspondían a pinos, alrededor de 480.000 a frondosas y unas 368.000 a eucaliptos, teniendo en cuenta las masas mixtas. La tendencia de los últimos años parece ser la de aumento de las plantaciones de eucalipto y también de las frondosas caducifolias espontáneas, en zonas en abandono, así como la merma de los pinares. ¿Tenéis ya unos primeros datos del Inventario Forestal Continuo de Galicia que confirmen estas tendencias?
– Lo primero que voy a decir del Inventario es que se trata de una demanda histórica del sector. Teníamos un inventario nacional que era muy apropiado para un determinado tipo de masas -grandes pinares, montes públicos, etc.-, pero por el carácter que tiene Galicia,no era muy idóneo.

Por ejemplo, cuando en Galicia se marca una determinada extensión circular del territorio para inventariar, es frecuente que aparezcan varios tipos de especies -pino del país, insigne, una zona de frondosas, etc.-, pero eso no es una masa mixta, son tres masas monoespecíficas de pequeña superficie en distintas parcelas catastrales. Con el Inventario Forestal Continuo de Galicia vamos a obtener datos más precisos, gracias tanto al trabajo de la Universidad de Santiago de Compostela como de la Universidad de Vigo, con el respaldo de la Consellería.

Se acerca el momento de sentar otra vez a todos los agentes de la cadena monte – industria y, a la vista de los datos que tengamos, tomar decisiones sobre la Galicia que queremos

Los resultados a nivel de superficies los iremos obteniendo, yo creo, a lo largo de este primer semestre, seguramente separando los tres pinos y las frondosas caducifolias. A partir de ahí, buscaremos lograr información de volúmenes de madera, pero también llegará el momento de sentar otra vez a todos los agentes de la cadena monte-industria y, a la vista de estos datos, tomar decisiones acerca del modelo que se quiere para Galicia.

El Inventario va a poner cuestiones encima de la mesa que después tendremos que desarrollar en el Plan Estratégico de la Industria forestal, así como aspectos que se podrían establecer en el Plan Forestal de Galicia, puesto que está sometido a revisiones cada quinquenio.

Para poder tomar decisiones, primero es fundamental saber de donde partes, luego sabrás a dónde quieres ir, pero difícilmente puedes saber a dónde ir si no sabes donde estás. El Inventario Forestal Continuo de Galicia nos va a dar un fiel reflejo de donde nos encontramos.

– Por los avances de datos que manejan del Inventario, ¿hasta qué punto creció la superficie de eucalipto en Galicia?
– Para mí sería muy precipitado porque en este momento justo están elaborando en la Universidad de Vigo todos los informes y los últimos mapas para tener claro cuáles son las superficies. Lo que sí que nos transmiten es un elevado incremento de la superficie de frondosas caducifolias, y respecto a pinos y eucaliptos, están trabajando para afinar bien esos datos porque sabemos que son datos muy importantes para tomar decisiones.

La verdad es que el desafío por la parte de las Universidades es muy importante. Pensemos que los datos no dejan de cambiar porque se hacen 40.000 o 50.000 solicitudes de tala al año en Galicia, con repoblaciones constantes tras tala. Todo eso se está monitoreando con información satelital y se trata de afinar en la interpretación, pero no es sencillo, ya que necesitas que el árbol tenga una edad mínima para identificar la especie. En cualquier caso, dentro de unos meses, podremos tener ya algunos resultados.

– Una vez que tengan los datos del Inventario, hablaba de tomar decisiones. A ese respecto, ¿qué piensa que va a pasar con la moratoria la nuevas plantaciones de eucalipto, establecida hasta el 2025?
– Tenemos una moratoria que, al final, yo tengo que estar de acuerdo en apoyarla. Cuando estás viendo que se están produciendo unos cambios rápidos en el territorio, yo creo que lo más apropiado es parar, saber dónde te encuentras -repito, Inventario Forestal Continuo de Galicia-, y una vez sepas donde te encuentras, es el momento de tomar decisiones. Una de ellas va a ser esta, el tema de la moratoria del eucalipto.

Debemos buscar un balance entre las distintas demandas industriales, e incluso las demandas sociales

Y para mí, al respecto de esto, el punto es buscar el balance para que puedan existir y abastecerse las distintas demandas industriales, e incluso las demandas sociales. Por eso, creo que hay puntos intermedios, y poner los huevos en una única cesta es un riesgo, un riesgo incluso empresarial: hay que intentar diversificar. Si hay un problema fitosanitario y tienes todo apostado a una única especie, tienes un problema enorme.

Por tanto, hay que saber diversificar. Tenemos una industria grande fundamentada en el pino que, desde luego, tiene sus requerimientos, y no podemos dejar atrás esta situación, sino todo lo contrario. Creo que tenemos que trabajar por varias vías: una de ellas, así lo pone el Plan Forestal de Galicia, es plantearse que determinadas superficies de eucalipto aquí en Galicia tienen escasa salida industrial. Pienso que además va a ser una de las cosas que se pondrán de manifiesto en el Inventario Forestal

Si uno de los motivos de la apuesta del propietario forestal por el eucalipto es el rendimiento económico, ¿qué sentido tiene que haya superficies de eucalipto en determinadas zonas, donde por su situación, no va a haber una salida industrial?. Estoy pensando en zonas elevadas, rocosas, con extracciones difíciles, lejos de cualquier salida a través de carreteras… En algunos casos, son zonas que se queman recurrentemente y que están llenas de brotes, pero no hay nadie detrás de ellas, gestionando. Mi pregunta es si esas superficies valen la pena.

En eucalipto, más que pensar en aumentar superficies, soy partidario de centrarse en ponerlas donde tienen que estar, es decir, hacer ordenación del territorio

A lo mejor, una de las posibilidades es ir por la vía de la compensación, es decir, no centrarse tanto en pensar en aumentar superficies como en poner las superficies donde tienen que estar, y hacer ordenación del territorio.

Si al final tiene que haber una superficie mínima de eucalipto para destino industrial, por su demanda, pongámosla en un sitio donde realmente sea rentable, pero tener miles de hectáreas en eucalipto donde no existe ningún tipo de gestión o salida industrial, y no va a haber interés industrial, yo no le veo ningún sentido.

Como decía, si el eucalipto es una elección del propietario por la rentabilidad económica, donde no sea rentable, no tengamos eucalipto. Esta podría ser una de las propuestas. En cualquier caso, la decisión tiene que ser fruto de un proceso de reflexión de los agentes de la cadena monte-industria e incluso de la sociedad civil, para ver qué quiere Galicia para los siguientes 15-20 años.

– La ordenación del territorio que propone, ¿podría ir por la vía de planes de gestión por Distritos Forestales?
– Siempre acabamos en lo mismo, la vía es la planificación del territorio, que es un debate que va más allá del debate simplemente forestal: por los núcleos habitados, por la calidad agronómica del suelo, por la presencia de explotaciones agroganaderas, que son fundamentales… Y luego existe una superficie arbolada, muy interesante a nivel industrial, pero también ambiental, social y como sumidero de carbono, que tiene que estar donde tiene que estar.

Dentro de la superficie arbolada, por cuestiones industriales y ambientales, tendremos que decidir qué porcentajes de las distintas especies queremos. Al respecto de esto, se están elaborando unos mapas de usos de la tierra, a raíz de la Lei de Recuperación da Terra Agraria, y servirán para definir qué queremos tener y dónde.

– En relación a los aprovechamientos forestales, tenéis también en marcha un plan de valorización sostenible de la madera de las frondosas caducifolias, que son masas con un escaso aprovechamiento industrial en Galicia. ¿Les veis posibilidades de mayor uso industrial?
– En las frondosas caducifolias tenemos una ventana de oportunidad. Podemos obtener madera de estas masas con un alto valor añadido. La idea es preparar las masas de frondosas actuales para que de aquí a 20 o 30 años tengan madera de calidad, que se pueda aprovechar de manera sostenible, con talas puntuales en entresaca, no con talas a hecho.

Para preparar esas masas, hay que hacer una serie de rareos y tratamientos silvícolas, que tienen unos costes. Desde el CIS Madera estamos buscando cualquier tipo de salida, ya sea por procesos químicos o de valorización energética, para satisfacer los costes de estos trabajos silvícolas.

Conviene también recordar que en las ayudas silvícolas de la Consellería ya hay una línea de tratamientos, podas y claras para masas de frondosas caducifolias.

“El Registro autonómico de carbono primará que se haga una gestión forestal activa y sostenible”

– Otro aspecto en el que estáis trabajando es en una regulación autonómica de la comercialización de créditos del carbono almacenado en los montes. Ya sacasteis a finales del 2022 una normativa para darle más transparencia a la compra – venta de carbono, y estáis trabajando en la creación de un Registro autonómico, alternativo al del Ministerio de Transición Ecológica, con la idea de que se pueda vender carbono de montes que demuestren una captura adicional de carbono por medio de una silvicultura activa. ¿Cómo está este proceso?
– Estamos trabajando y dando pasos. Queremos componer un sistema de créditos de carbono propio de la Xunta de Galicia que ponga el acento en la gestión forestal activa y sostenible, incluso estableciendo una diferenciación de aquellos créditos de carbono que procedan de superficies que aporten a nivel medioambiental o social, por ejemplo, a nivel de servicios ecosistémicos.

Nosotros lo que queremos primar es que cuando se haga una gestión forestal activa y sostenible, se pueda acceder a un sistema de créditos de carbono. Eso nos obliga a establecer una línea base de captura de carbono para las diferentes especies, y esa línea base saldrá del Inventario Forestal Continuo de Galicia.

Digo línea base porque para tú poder poner en el mercado tus créditos, tienes que poner una base, esto es, lo que captura tu masa de manera usual y a partir de ahí, establecer que actuación estás haciendo, medir cuál es tu carbono adicional después de esa actuación, y con ese diferencial con la línea base usual, ir al sistema de transacción de créditos de carbono.

– ¿En qué plazos calculáis que estará el Registro autonómico y el sistema en marcha?
– Yo creo que a lo largo de este año y del siguiente estaremos en condiciones. Tenemos que hacer un trabajo acompasado entre tener el conocimiento de estos créditos de carbono adicionales, a través del Inventario Forestal Continuo de Galicia, y montar la plataforma de venta de los mismos.

– El otoño pasado, la Consellería anunció la puesta en marcha de un plan estratégico de la cadena forestal – madera. ¿Están ya trabajando en este plan?
– La idea de lanzar este plan estratégico es el resultado de una demanda histórica de diversas entidades del sector monte-industria. Por mi experiencia, la única manera de que este tipo de planes tengan éxito pasa por involucrar al conjunto de los agentes del sector desde el inicio, y no aparecer con un documento casi finalizado para aportaciones. Por tanto, ese será el enfoque, estamos comenzando a trabajar con la idea de que sea un trabajo conjunto de todo el sector.

Desde luego, ese plan estratégico tiene que estar perfectamente engranado en el Plan Forestal de Galicia. Difícilmente un plan que establece una política con respecto al recurso puede estar al margen de un plan del lado de la transformación de ese recurso.

– En cuanto a la hoja de ruta de la Axencia Galega da Industria Forestal, XERA, ¿la previsión es la de continuar con la línea de trabajo y de ayudas de los últimos años?
– La línea de trabajo de la Axencia está marcada en la Agenda de Impulso de la Industria Forestal, que tiene el foco en el fomento de la innovación y de la formación y reclutamiento, específicamente a través de la formación reglada, como puede ser la Formación Profesional.

Sobre innovación, todo lo que sea trabajar en nuevos nichos que están saliendo, estaremos ahí. Pongo el ejemplo del apoyo al uso de la madera estructural en la construcción. Nosotros vamos a seguir trabajando con el cliente, es decir, dando apoyos al consumidor, dando mucha formación a profesionales de la arquitectura y también a instaladores y otras empresas contratistas, para que sus operarios se formen en estas cuestiones o por lo menos sepan a quién pueden acudir.

Por otro lado, seguiremos dando ayudas al conjunto de los los eslabones de la cadena a nivel de maquinaria y de transición digital. Este año es de mencionar que abrimos una línea a maquinaria de menos peso, de cara a facilitar la mecanización de los tratamientos silvícolas.

– Si hablamos de innovación en el sector, una de las referencias en Galicia en los últimos años fue el contract, con empresas especializadas en el suministro internacional a cadenas comerciales y corporativas. ¿Qué perspectivas le ve?
– El segmento del contract es un ejemplo de crecimiento del sector de la madera en Galicia. Hay 4 o 5 empresas a nivel internacional que están abriendo el mercado por diferentes puntos, como Miami, México o Dubai, y eso es por su excelencia.

El patrón de negocio del contract es un ejemplo para todo el sector. Dedicaron mucho tiempo y esfuerzo a grandes departamentos técnicos y aportan soluciones llave en mano

Este segmento cuenta con un patrón de negocio que yo creo que se podría trasladar a otros segmentos de la cadena: dedican mucho tiempo y esfuerzo a grandes departamentos técnicos, tanto en materia de diseño como de fabricación; y luego aportan una solución llave en mano para todo el conjunto de productos que trabajan. Ese modelo, acompañado de la excelencia, pues el resultado es el que es.

– Hablabas de reclutamiento de personal y de formación, que es una de los problemas que preocupan al sector. ¿Qué perspectivas le ves?
– Es cierto que es un tema preocupante, sobre todo en las partes de la cadena más próximas al monte, pues a medida que vamos hacia el producto final, el problema no es tan significativo.

La cuestión es que el personal que sale de los ciclos de formación no es suficiente para cubrir la demanda que está habiendo del sector. La formación dual puede ser una de las posibles soluciones, y además la Dirección General de Formación Profesional acaba de lanzar un plan, el Plan Conecta, para impulsar esa vía, y el primero de los sectores que se presentó a este plan fue el forestal-madera.

Una tarea importante es prestigiar las profesiones ligadas a la madera, de cara a atraer gente joven. También tenemos que hacer llegar al sector a las mujeres, pues el cuadro de profesionales del sector está muy masculinizado

La falta de personal y de personal cualificado es un problema, pero también se tiene que presentar como una oportunidad para atraer capital humano. Vemos también que el forestal es un sector masculinizado, por lo que hay que prestigiar la profesión y hacer llegar este sector a las mujeres. En este sentido, tenemos previsto continuar con la iniciativa Elas Xeran Sector, que hemos desarrollado en los últimos años para visibilizar a las mujeres en la cadena forestal – madera.

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