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José Ángel Blanco Purriños es presidente de la Cooperativa Os Irmandiños desde el año 2010. En este período la cooperativa se consolidó como una de las de referencia en Galicia, tanto en número de socios, más de 1.000, como por la diversificación de sus ingresos.
Con unas ventas de en torno a los 33 millones de euros, la venta de piensos sigue representando la mayor parte de su facturación, seguida por el Centro de Alimentación de Vacuno (CAVI) y su área de distribución comercial en la que próximamente abrirán también una gasolinera.
José Ángel Blanco insiste en que la gestión de la cooperativa debe ser “como la de una empresa”, buscando beneficios que repercutan en los socios y también en nuevos proyectos para el campo, como Clesa, en la que participan en un 21% del accionariado.
Una vía, la de que las cooperativas participen en la transformación de la leche, en la que considera imprescindible avanzar, pero con estructuras cooperativas más grandes y competitivas.
La cooperativa Os Irmandiños cuenta con socios tanto en Galicia como en el occidente de Asturias. ¿Qué diferencias encontráis en la situación de los ganaderos en las dos comunidades?
La situación general es preocupante, con muchos ganaderos que cobran la leche por debajo de los costes de producción y una gran incertidumbre de cara al futuro. La principal diferencia es que los ganaderos de Asturias están integrados en Central Lechera Asturiana, una marca de prestigio que es propiedad de los ganaderos.
Esos socios, entre los cuáles también están ganaderos de algunos ayuntamientos gallegos, así como socios nuestros, están en una situación mejor, pero en el resto no hay grandes diferencias con Galicia.
Sois una cooperativa que en su momento no decidisteis dar el paso de ser primero compradora de leche a vuestros socios. ¿Cómo valoráis esa decisión a día de hoy?
Cuando la cooperativa Os Irmandiños echó a andar en el año 1976, nació como una cooperativa de subministros y servicios agropecuarios. Luego evolucionó con la creación de la tienda, para servicios a los socios, y el entorno rural en general.
Creo que ahora mismo, de entrar en la transformación de la leche, debería ser de la mano de una industria con una gestión profesional y con la dimensión idónea para desarrollarse en un comprado cada vez más exigente y competitivo. Eso fue lo que hicimos en el caso de Clesa, donde llevamos tres años y con lo que esperamos lograr ese objetivo.
En este sentido, ¿Cómo valoráis la participación de Os Irmandiños en Clesa?
Nos gustaría que Clesa fuera más grande y comprara muchos más litros, pero hay que ver el proyecto con perspectiva temporal. Estamos muy satisfechos con la decisión de entrar en el capital de Clesa porque el plan de negocio se está cumpliendo.
De momento no estamos enviando leche de nuestros socios a Clesa. Cuando constituimos ACOLAC, hace más de tres años, era un momento de alta demanda de leche en el mercado y de precios altos, por lo que las cooperativas primero compradoras que decidieron suministrar leche a Clesa lo hicieron con precios inferiores a los del mercado. El acuerdo al que llegamos fue que ya que hicieron ese esfuerzo en aquel momento deberían continuar en los momentos de precios bajos en el mercado, como este.
“Estamos muy satisfechos con la decisión de entrar en el capital de Clesa y estamos abiertos a otros proyectos”
En todo caso, que Clesa retire leche del mercado y la transforme es beneficioso tanto para los ganaderos que le venden la leche como para el conjunto del sector. Tenemos que apostar por Clesa porque nos repercute positivamente a todos.
Desde el consejo rector pensamos que la cooperativa tiene que ser una empresa y lograr un beneficio, que luego repartimos entre los socios y en la capitalización de la cooperativa, lo que nos permite hacer inversiones para darle valor a la transformación de la leche y de la carne.
¿Tiene previsto la cooperativa Os Irmandiños participar en otro proyecto de transformación de la leche?
Ahora mismo no, pero estamos abiertos a cualquier oportunidad que se nos pueda presentar, que sea asumible económicamente para nosotros y que tenga un plan de negocio detrás. De valorarlo positivamente desde el consejo rector, se lo presentaríamos a la asamblea de socios para que tomaran la decisión.
Las organizaciones de productores lácteos es una de las herramientas que defiende la administración para que los ganaderos ganen fuerza en la negociación de los precios de la leche ¿Qué futuro le veis a las OPL´s?
En teoría debería ser así: agrupando la oferta los ganaderos deberíamos tener más fuerza. Pero creo que el sector no está suficientemente preparado, ya que deberíamos partir de una organización (cooperativa, sindicato…etc) de mayor tamaño.
El problema de precios de la leche es mundial. El problema específico de Galicia es que hay ganaderos cobrando 30 céntimos por el litro y otros 18, y esta disparidad es algo que nunca ocurrió. Falta una organización fuerte de los ganaderos que consiga regular la producción y amortiguar estas caídas.
Fuisteis una de las primeras cooperativas gallegas en poner en marcha un centro de forrajes en común ¿Cómo valoráis la iniciativa?
Muchos de nuestros socios nos pedían ese servicio y decidimos ponerlo en marcha. Ante la falta de movilidad de tierras, el Centro de Alimentación de Vacuno Irmandiños (CAVI) lo que hace es gestionar el trabajo de algo más de 300 hectáreas de tierra de los socios que así lo desean. Es decir, la cooperativa realiza la siembra, cuidado y cosecha de los cultivos, fundamentalmente maíz forrajero y raigrás. Además, almacena el silo y lo reparte diariamente entre las 70 explotaciones socias que demandan en este momento el sistema de mezcla húmeda.
“El problema de Galicia es que falta una organización fuerte de los ganaderos que consiga regular la producción”
Inicialmente este servicio estaba pensado para los socios de Ribadeo y comarca, pero ahora vemos que también está siendo demandado por ganaderos socios de otros ayuntamientos de la Terra Chá, como A Pastoriza o Xermade, sobre todo a aquellos a los que les sobra maíz y prefieren vendérselo a la cooperativa.
La principal ventaja para el ganadero es una buena relación calidad precio y, sobre todo, mayor calidad de vida, más tiempo para el cuidado de la ganadería, despreocupándose de las labores agrícolas, y menos gasto en maquinaria. Por ejemplo, si un ganadero quiere aumentar su cabaña en 10 vacas, sólo nos tiene que comunicarlo para que nosotros le aumentemos la mezcla húmeda que le aportamos, siempre respetando los límites de carga ganadera.
¿Estáis buscando más superficie para el cultivo de forrajes en otras partes de Galicia?
Nos llama gente interesada en vendernos forraje de otras partes de Galicia. No descartamos tanto comprar forraje como producirlo nosotros en otras partes de Galicia, pero todo depende de la demanda que tengan nuestras explotaciones.
Ahora mismo estamos en una situación de estancamiento después de varios años de subida de la cantidad gestionada por el CAVI, y esto se debe a la situación de incertidumbre del sector lácteo.
Habéis tomado la decisión de ampliar vuestra área comercial y poner en marcha una estación de servicio en la sede de la cooperativa en Ribadeo. ¿Que os llevó a tomar estas decisiones?
Las obras de la estación de servicio ya están finalizadas y sólo estamos a la espera de resolver algunos trámites burocráticos para abrirla. Decidimos ponerla en marcha en nuestra sede porque estamos en el camino de la Playa de As Catedrais, uno de los grandes atractivos turísticos de Galicia, y pensamos que es una forma de captar recursos para la cooperativa para poder reinvertir esos beneficios en el impulso de la actividad agraria.
En Asturias tienen muy avanzado el proceso de integración cooperativa y en Galicia la Consellería está impulsando esta asignatura pendiente. ¿Cómo veis este proceso?
Es un proceso necesario. Las cooperativas, al igual que las explotaciones, tienen que tener una gestión empresarial, y vemos como ganar tamaño y volumen es imprescindible para competir en un mercado globalizado. Es imprescindible ir en las cooperativas agrarias a tamaños más grandes.
“El futuro pasa por unirse, pero a día de hoy lo único que hay son contactos”
Si le preguntamos a nuestros ganaderos si están dispuestos a invertir en proyectos industriales de transformación de la leche pienso que la mayoría diríamos que sí, pero cuando vemos las cifras de los recursos económicos que podríamos mover las cooperativas son pequeñas para estar en pie de igualdad con las grandes empresas lácteas. Es decir, necesitamos estructuras cooperativas mucho más grandes para competir en un mercado global y abierto.
¿Hay negociaciones en marcha para la integración de las mayores cooperativas gallegas?
Creo que el futuro pasa por unirse y lo que puedo decir es que a día de hoy hay contactos. El futuro pasa por grupos cooperativos de más de una comunidad autónoma, que sean propiedad de los ganaderos y gestionados por los mejores profesionales que hay en el mercado.
Por ejemplo, si lográramos agrupar las cooperativas de toda la Cornisa Cantábrica estaríamos hablando de gestionar más del 50% de la leche producida en España y ahí ya tendríamos algo que decir en el mercado.
