
Gema Moyano, durante su intervención en el seminario sobre ordeño robotizado y salud de ubre
Gema Moyano es desde 2022 responsable de calidad de leche de la cooperativa andaluza COVAP y ha participado recientemente en el seminario organizado por la Asociación Nacional de Especialistas en Medicina Bovina (Anembe) sobre los retos y oportunidades que plantea el ordeño robotizado en este ámbito.
Uno de los miedos habituales de las ganaderías que optan por incorporar robots de ordeño es el temor a un aumento en el recuento de células somáticas de la granja pero esta veterinaria especialista en salud de ubre descarta una relación directa de causa efecto.
“El aumento de células somáticas no se tiene que dar por hecho si los ajustes en el robot son los correctos. Los problemas pueden estar provocados por otros factores en la explotación, que son los que tenemos que intentar resolver, porque de por sí el robot tiene muchas ventajas para mejorar la salud de ubre”, asegura.
En el robot debemos tratar de imitar los tiempos de preparación, limpieza y estimulación de la vaca que hacíamos en la sala de ordeño
“En el robot, la rutina será igual en todos los ordeños y los 365 días del año, pero si en el ordeño manual hacemos hincapié en la preparación, en el robot no debemos olvidarla. Debemos tratar de imitar en el robot los tiempos de limpieza y estimulación que hacíamos en la sala”, defiende.
Los robots de ordeño mejoran la salud de ubre, no la empeoran
“Tampoco podemos dejar de cambiar pezoneras o hacer mantenimiento de la sala porque vayamos a poner robots, porque eso hace que cuando nos iniciemos en el robot tengamos recuentos celulares altos que son más difíciles de revertir. El robot baja las células somáticas y mejora la salud de ubre, pero no hace tampoco milagros”, matiza.
Adaptarse a la nueva realidad: 2.000 robots funcionando en España
El número de robots de ordeño instalados en España ha aumentado exponencialmente en los últimos años y alcanza las 2.000 unidades en funcionamiento en estos momentos, de los que 800 se encuentran en Galicia, 400 en Castilla y León, 350 en Asturias y Cantabria, 275 en Cataluña, 95 en Navarra, 30 en el País Vasco y 23 en Andalucía.
“Nosotros tenemos menos robots que en otras zonas de España. El primer robot se montó en el Valle de los Pedroches en 2010 pero no fue hasta 2016 cuando llegaron 2 más. Hemos acabado 2024 con 12 ganaderías con robots de ordeño y llegaremos a las 20 este año”, explica.
El ordeño robotizado ha venido para quedarse y nos tenemos que adaptar a él
“El ordeño robotizado ha venido para quedarse por los problemas de mano de obra en las explotaciones. Nos tenemos que adaptar a él y configurar convenientemente los distintos parámetros para que la calidad de leche se mantenga o incluso mejore”, defiende.
Pros y contras del robot para la salud de ubre
El robot presenta factores positivos y negativos en cuanto a higiene en el ordeño y prevención de la mamitis. Por ejemplo, consigue buenos parámetros de preparación de ubre y un ordeño suave, saludable y eficaz, pero, sin embargo, el post-dipping en spray y la eficacia en la desinfección es menor, además de realizar una limpieza de ubre uniforme en todas las vacas, sin tener en cuenta la suciedad acumulada.
Algunas marcas de robots permiten configurar de forma individualizada los tiempos de limpieza y preparación de cada vaca. Esta opción de configuración es útil para aquellas vacas con riesgo de bimodalidad, que necesitan más tiempo de preparación.
El secado en robot puede ser personalizado y menos brusco y traumático, consiguiendo una disminución progresiva de la leche
El robot de ordeño también permite realizar un secado menos brusco y traumático, que genera menor estrés a la vaca, al poder personalizar mediante los permisos de ordeño la duración del proceso de secado en función de la producción del animal, consiguiendo de este modo una disminución progresiva de la leche.
Por eso, Gema defiende que “pasar de sala a robot no tiene por qué implicar un aumento en el recuento de células somáticas de la granja”, más bien al contrario, ya que, en su opinión, la detección rápida de mastitis y el ajuste personalizado de parámetros como frecuencia de ordeño o intervalo entre ordeños en las vacas en función de su producción favorece una reducción del recuento celular, aunque un mal ajuste de los permisos de ordeño puede provocar problemas de salud de ubre como mamitis, edema o hiperqueratosis.
Pulsación variable y vacío en función del flujo
La punta del pezón y el canal forman una barrera contra bacterias que puede destruirse por alto o bajo nivel de vacío, inapropiados ajustes de pulsación o incorrecta colocación de las pezoneras.
Algunos robots de ordeño permiten un control de pulsaciones y la variación del vacío en función del flujo de leche que tenga el animal, lo que permite reducir los tiempos de ordeño. Con el vacío variable se consigue además que en punta de pezón se mantenga un vacío siempre estable durante todo el ordeño. “Para mí eso es beneficioso para la vaca”, considera.
Reducir el tiempo de preparación para poder meter más vacas al robot puede tener consecuencias sobre la salud de ubre
«La clave está en maximizar el robot sin perjudicar la salud de las vacas, porque podemos reducir el tiempo de preparación de la vaca para poder meter más animales al robot, pero eso puede tener consecuencias sobre la salud de ubre», advierte.
Para reducir las células somáticas, Gema hace hincapié también en cuestiones de manejo y en las condiciones ambientales. “En nuestra zona se nota mucho el incremento en julio y agosto, por eso es importante implementar medidas para mitigar el estrés térmico en los establos”, defiende.
Conductividad
El listado de conductividad, que incluyen todas las marcas de robot de ordeño, es hoy la principal herramienta para trabajar calidad de leche en granjas con robot de ordeño, sobre todo por la utilidad que tiene el valor de conductividad para la detección precoz de nuevas infecciones de mamitis.
“La fiabilidad del dato de conductividad para detectar de forma precoz nuevas infecciones por mamitis es muy alta, ya que no diluimos el recuento de células de un cuarterón en el conjunto de la leche de esa vaca, como pasaba antes”, argumenta.
La fiabilidad del dato de conductividad para detectar de forma precoz nuevas infecciones por mamitis es muy alta
Las alertas de conductividad se producen por intercambio de sales minerales (el catión sodio Na+ y el anión cloruro Cl-) entre el medio externo y el medio interno cuando está empezando la infección, es decir, antes de que la propia infección provoque un aumento en el recuento de células somáticas.
Por el contrario, el recuento de células somáticas (RCS) mide el número de células por ml de leche. Éstas pueden deberse tanto a los glóbulos blancos necesarios para combatir una infección intramamaria (mamitis) como a las células epiteriales desprendidas como consecuencia de la renovación de las células productoras de leche.
Riesgo de bimodalidad
Sólo el 30% de la leche que produce la vaca está acumulada en la ubre en el momento de iniciar el ordeño, mientras que el 70% restante tiene origen alveolar. “Si no damos el tiempo suficiente para que haya conexión entre la leche cisternal y la leche alveolar es cuando se desencadena un ordeño bimodal, que es aquel en el que se produce una caída repentina de la leche tras la extracción de la leche cisternal porque no hemos estimulado bien a la vaca para la bajada de la leche”, explica Gema.
El 70% de la leche tiene origen alveolar y sólo el 30% es cisternal
Para reducir el riesgo de bimodalidad, cobra vital importancia la fase de preparación y el tiempo de espera dentro de la rutina de ordeño. “Es imprescindible realizar una estimulación correcta de la vaca para que el ordeño sea rápido, no traumático, limpio y sin sobreordeño”, indica.
“¿Por qué si hemos estimado en la sala, y así lo hemos implementado en nuestro protocolo de rutina de ordeño, que el tiempo óptimo de espera para la bajada de la leche y que actúe la oxitocina es de un minuto y medio, en el robot reducimos ese tiempo a 30 segundos?”, se pregunta.
¿Por qué si en la sala damos minuto y medio para que baje la leche, en el robot reducimos ese tiempo a 30 segundos?
“Es importante que el ordeño comience justo después de que se produzca la bajada de la leche, ya que la liberación de oxitocina de forma natural en la vaca sólo dura unos minutos, por lo que hay que evitar el estrés para no paralizar la liberación de oxitocina y, en consecuencia, dificultar la extracción de la leche”, explica.
Factor humano
Para ello, el manejo del ganado debe realizarse con suavidad, evitando los movimientos bruscos, así como los golpes y ruidos, ya que las vacas tienen mejor oído que las personas. “Escuchan ruidos imperceptibles para los humanos porque su sensibilidad al sonido es mayor que el nuestro. Nosotros estamos entre 1.000 y 3.000 Hz mientras que los bovinos se sitúan en 8.000 Hz y son más sensibles a ruidos agudos y a ruidos intermitentes más que a ruidos continuos”, explica.
Las vacas son más sensibles a los ruidos y tienen menor agudeza visual que nosotros
Por el contrario, la agudeza visual de las vacas es entre 10 y 20 veces menor que la de las personas, con dificultades para la percepción del relieve y para adaptarse a los cambios de intensidad lumínica (claroscuros), aunque su campo de visión es más amplio que el de los humanos.
Hay que evitar realizar tratamientos en el robot
Para evitar que las vacas se asusten y tengan miedo a ir al robot a ordeñarse, Gema recomienda no realizar, en la medida de lo posible, tratamientos en el robot de ordeño, siendo preferible contar con un foso o manga de manejo fuera de la zona de ordeño. “¿Cómo ponemos los tapones de secado si no tenemos una zona para hacerlo, tenemos el robot parado 20 minutos?”, se pregunta.
“Para entender bien el robot tenemos que entender primero la sala”

Público asistente al seminario organizado por Anembe en Asturias
La calidad de la cama y el número de visitas al robot son dos aspectos fundamentales para disminuir el riesgo de tener altos recuentos de células somáticas en rebaños con ordeño robotizado.
Los permisos de ordeño juegan un papel clave para garantizar el acceso al robot a las vacas que necesitan ser ordeñadas (como las vacas en pico de lactación, que son más proclives a tener mastitis, o las novillas primerizas recién paridas, que normalmente están en la parte baja de la jerarquía del establo porque no son animales dominantes) frente a las vacas poco productoras o que se encuentran cerca del secado.
Los ordeños fallidos son una causa de mastitis, porque si una vaca queda mal ordeñada y se queda con leche en la ubre puede derivar en una inflamación intramamaria. Un ordeño incompleto puede deberse a distintos motivos, bien porque el robot no ha sido capaz de colocar o porque la vaca ha dado menos leche de la esperada (ya sea por una enfermedad, porque ha dado una patada y descolgado unha pezonera, etc.).
Cuanta menos leche haya en la ubre más le costará al robot colocar y los ordeños fallidos generan mastitis
“Permitir que las vacas se ordeñen con poca leche en la ubre puede derivar también en mastitis porque cuanta menos leche haya en la ubre más le costará al robot colocar. El mínimo para dejar a una vacan entrar a ordeñarse deberían ser 8 litros”, considera Gema. «No tiene sentido ordeñar a una vaca cada cuatro horas, son tendencias erróneas, porque incluso el glóbulo graso de la leche puede no llegar a formarse correctamente», advierte.
Transición de sala a robot
“Para entender el robot tenemos que entender primero la sala”, remarca. “Cuando se hace el cambio de ala a robot hay que tener en cuenta la configuración que teníamos en la sala e intentar que se parezca lo más posible en el robot en cuanto a tiempo medio de ordeño, tiempo de preparación, vacío, retirada, etc.”, añade.
La transición es más fácil en granjas que vienen de altas producciones
Para encarar el difícil momento de la transición de sala de ordeño a robot, Gema recomienda hacerlo con menor número de vacas en lactación. “Lo importante es no arrancar con demasiados animales para no colapsar el robot al principio”, dice.
Considera además que la alimentación juega un papel fundamental. “La vaca al robot no va a ordeñarse, va a comer el pienso, por eso es importante el equilibrio entre ración en pesebre y punteo de pienso en el robot”, indica.
El papel de la puerta selectora es importante para optimizar el robot
Destaca además que “en granjas que ya vienen de altas producciones en sala la transición y la adaptación al robot es más fácil” y considera que “el papel de la puerta selectora es importante en granjas con vacas de lata producción”. Otro de los parámetros que habitualmente se manejan para descartar vacas en robot de ordeño es que los animales deben tener un flujo superior a 2 litros por minuto, aunque Gema no está de acuerdo con esta teoría.
Ejemplo de máximo aprovechamiento del robot
Todos los robots permiten personalizar los distintos parámetros de ordeño. “Si haces bien los ajustes yo no veo diferencias en eficiencia entre las distintas marcas”, asegura Gema, que ha puesto el ejemplo de una granja cordobesa que obtiene más de 3.000 kg de leche al día por robot.
Se trata de una explotación ubicada en Pozoblanco que instaló en 2026 dos robots de la marca GEA en tráfico libre y con puerta de selección previa en la sala de espera. Las medias de producción actuales en esta granja se sitúan en 47,6 kg por vaca y día y el porcentaje de mamitis es inferior al 1%.
Como mínimo, deberíamos sacar 1.800 litros al día por robot para que sea rentable
La ganadería cuenta con dos lotes de ordeño, con 72 vacas de media por robot, logrando una producción total de 2 millones de litros en 2024, obteniendo una media de 3.300 kg de leche diarios en el robot de las multíparas y de 3.000 kg en el robot que ordeña a los animales de primer y segundo parto.
“Hasta 2020 los dos robots se mantuvieron con la configuración y los parámetros de la casa fabricante, pero desde entonces hemos hecho modificaciones en los ajustes y hemos logrado optimizar los robots”, asegura Gema, que detalla los cambios realizados: “la preparación de ubre se sube de 45 a 60 segundos, el vacío se incrementa de 43 kpa a 46 kpa y se incorpora la pulsación en función del flujo”.
Yo no considero que haya que eliminar del establo animales porque tengan un flujo medio inferior a 2 litros si son buenas vacas
“Yo no considero que haya que eliminar del establo animales porque tengan un flujo medio inferior a 2 litros si son buenas vacas. Esta graja tiene 10 vacas que tardan más de 10 minutos en ordeñarse”, aclara.
Con los cambios realizados esta explotación socia de COVAP ha logrado reducir el tiempo medio de ordeño, lo que ha hecho que haya podido meter más vacas. La media es de 72 vacas por robot, con un promedio de 2,6 ordeños por vaca y día. “Los robots tienen sólo un 10% de tiempo libre y, aún así, sólo meten 2 o 3 atrasos por la mañana”, cuenta.
Una pezonera de silicona dura hasta cuatro veces más que una de caucho
Otra de las modificaciones ha consistido en cambiar la embocadura de las pezoneras por una de menor diámetro. En cuanto al tipo de material, una pezonera de silicona dura hasta cuatro veces más que una de caucho, por lo que es más rentable económicamente, pero no hay una diferencia notable en la velocidad de ordeño en función del material de la pezonera. “Las diferencias están más en la forma de la pezonera que en el material del que está hecha”, asegura Gema.