
Luis, Ramón y Marcos, en la nave de producción donde ya tienen instalado el primer robot de ordeño
“Yo tengo claro que si no nos hubiéramos unido en su momento, hoy no viviría de las vacas”. Esta afirmación la pronuncia Luis, uno de los socios de SAT Dorna, creada en el año 2006 gracias a la unión de tres familias de la parroquia de Santa Marta de Fixós, en Lugo.
Desde entonces multiplicaron el número de cabezas, desde las 85 iniciales a las 210 que están ordeñando en este momento, y ganaron en calidad de vida y en tranquilidad. “Aquí cuando te vas de vacaciones te vas de verdad, porque sabes que la granja queda en buenas manos. Eso es imposible en una granja de uno solo, más aún con la falta de mano de obra que hay hoy en día”, añade Marcos.
También para Ramón, el otro de los socios, la fórmula de la SAT es la mejor, porque tienes “más dinero y más tiempo libre”. Entre ellos comparten la misma idea para la explotación y, cuando surge alguna diferencia, consiguen ponerse de acuerdo en las decisiones estratégicas de la granja.
El sector lácteo en Galicia es muy fuerte gracias a que somos una cadena
Pero Marcos extiende esta colaboración necesaria más allá de la unión entre ganaderos. “El sector lácteo en Galicia es muy fuerte gracias a que somos una cadena. Los ganaderos somos especialistas, es cierto, pero dependemos también del camionero que nos trae el gasóleo o el pienso. Por eso el sector lácteo crea mucha riqueza a su alrededor”, defiende.
Robotización
SAT Dorna está a punto de cumplir 20 años y el próximo cambio será la robotización del sistema de ordeño, sustituyendo la sala de ordeño de 20 puntos por cuatro robots Lely. Uno ya lo tienen instalado y los tres restantes entrarán en funcionamiento de forma escalonada en los próximos meses, en cuanto concluyan las obras de reforma necesarias. De cara al futuro, no descartan seguir creciendo, aunque por ahora son cautos a la espera de ver si la granja tiene relevo.
De cara al futuro, es probable que sigamos ampliando si la próxima generación se incorpora
“Al principio crecimos muy rápido y triplicamos los animales en producción. Ahora estamos estancados porque de momento para nosotros es suficiente y lo que queremos es hacerlo más cómodo mediante los robots. Más adelante no se sabe, a ver qué hace la siguiente generación”, dice Luis, que tiene 49 años, igual que Ramón, mientras que Marcos tiene 43.
Los tres consideran que por ahora han llegado al tamaño idóneo para garantizar la rentabilidad y viabilidad de la explotación. “Si creces mucho y tienes que meter empleados y coger fincas lejos, todo lo que ganas por un lado lo gastas por el otro”, argumenta Luis.
Máxima producción por vaca
De cara a encarar el cambio a los robots, el hecho de que muchas de las vacas que están siendo ordeñadas en la sala hayan pasado ya antes por el robot podría facilitarles la adaptación. “Las novillas de primer parto las ordeñamos en el robot y cuando vuelven a parir pasan a la sala, por lo que todas las vacas de segundo parto que ordeñamos ahora en la sala ya pasaron por el robot”, explica Marcos.
SAT Dorna busca optimizar la producción por cabeza. “A mí lo que me gusta es producir lo máximo por animal. Hay gente que dice que cuanto más leche dan las vacas, más fallan, pero si lo tienes todo bien controlado no tiene por qué pasar eso”, afirma Marcos.
Sacan 2.500 litros diarios al robot en el que tienen las primerizas, con un total de 63 animales
La media de la sala (en ella ordeñan a las vacas multíparas dos veces al día) se sitúa actualmente en 45 litros. En el robot, donde tienen el lote de novillas primerizas, la media es de 40 litros, con 2,9 ordeños diarios. “Cuando tengamos los 4 robots funcionando entregaremos unos 10.000 litros de leche diarios”, calcula.
El robot puede ser una pieza clave para sacar buenas producciones, pero no es el único factor
“Hay gente que piensa que solo con poner los robots va a sacar más litros, pero no es solo el robot, es un cúmulo de cosas, porque tienes que tener también buenos silos, buena genética y manejar bien las vacas”, matiza. “El robot puede ser una pieza clave para sacar buenas producciones, pero no es el único elemento necesario, porque por mucho que pongas el robot, si tienes vacas rubias, el silo no tiene digestibilidad o no tienes las vacas bien controladas, no consigues la media”, argumenta.
Calidad de los forrajes
Marcos defiende que obtener altas producciones por vaca es la mejor manera de incrementar la eficiencia productiva y la rentabilidad económica de la explotación. “A más litros, el coste de producción se diluye, porque no es lo mismo tener comida para 200 vacas que para 250”, argumenta.
Yo pienso que es mejor rentabilizar las fincas que tienes, sacándole más litros a cada vaca, y no aumentar cabezas y tener que ir a buscar fincas a Guntín o a Portomarín
Trabajan en total unas 110 hectáreas, todas situadas en un radio de unos 5 km desde la granja, y este año sembrarán maíz en unas 60. No labran el maíz siempre en las mismas fincas, sino que van rotando, de manera que en la mayor parte de ellas aprovechan varios años la pradera antes de volver a meter maíz.
Hacen ellos la mayor parte del trabajo agrario, incluido arar y sembrar. Este año empezaron a hacer siembra variable para el maíz, en función de los mapas de rendimiento de cultivo de cada parcela obtenidos a través de imágenes de satélite de varios años.
Comenzaremos este año a hacer siembra variable de maíz para obtener mayor uniformidad en la cosecha
“Sembrábamos 83.000 plantas por hectárea en todas las fincas y ahora vamos a trabajar entre 75.000 y 87.000 plantas, en función de la capacidad productiva de la tierra. Yo la ventaja que le veo, que es para lo que lo queremos usar nosotros, es que con eso obtienes una calidad del forraje muy homogénea en todas las zonas. De otra manera, en las zonas peores el maíz no lograba completar su ciclo, por lo que es mejor tener menos plantas pero que las que haya tengan espiga”, justifica.

El pequeño tamaño de las fincas en la zona limita su productividad y multiplica las horas de trabajo
La media de producción en esta zona está entre los 35.000 y los 40.000 kg por hectárea. Comienzan a labrar habitualmente a mediados de abril un ciclo 450 y terminan con un 280 el último que siembran a comienzos del mes de junio en las fincas en las que sacan dos cortes de hierba.
“Para el silo de hierba cortan el raigrás tierno, de manera que logran buena calidad en proteína y digestibilidad. Es un silo que no da problemas. Nosotros tenemos una bonificación del 40% en Agroseguro, que yo pienso que habrá pocas granjas en Galicia que la tengan, porque aquí no fallan vacas ni se mueren vacas”, asegura.
En la zona hay otras explotaciones importantes y escasea la superficie agraria
Los descartes que hacen son en la mayoría de los casos voluntarios y las vacas salen hacia el matadero al finalizar la lactación, con lo que su valor de mercado también es mayor. “Nosotros facturamos unos 100.000 euros de carne al año, entre vacas de desvieje y terneros pequeños”, calculan.
La decisión de los descartes está motivada la mayoría de las veces por la falta de espacio disponible en la granja, algo que con el paso a los robots va a cobrar mayor importancia. “Si te empiezan a parir novillas tienes que vender vacas aunque estén dando leche y tendrás que mandar a las más viejas, las que tengan la ubre colgando o algún otro problema, porque es mejor tener 10 cómodas que 15 apretadas”, dice Ramón.
Una granja que trata mal a las vacas y no llegan al desvieje está perdiendo mucho dinero en litros de leche y en carne
Asegura que una de las razones del excedente de animales que tienen a veces se debe al acierto de los veterinarios de reproducción. “Antes, cuando inseminábamos nosotros, a veces gastábamos más semen que lo que valía la vaca, ahora programan para el día que vienen ellos y aciertan mucho más, porque inseminan a las que valen para inseminar; nosotros antes se lo poníamos a todas y la tasa de fertilidad era mucho más baja”, reconoce.
Pruebas genómicas

Zona de recría, con amamantadora y dos unidades de dispensación
Necesitan entre 5 y 6 animales de reemplazo cada mes y genotipan todas las terneras para saber a qué novillas les pondrán semen sexado y a cuáles cruces cárnicos. Usan mayoritariamente angus y también algo de azul belga, y venden los terneros a partir de los 15 días.
Inseminan con angus a las vacas o a las novillas que no les interesa recriar
Disponen de una amamantadora con doble cabezal para la alimentación de las terneras de recría, aunque la ubicación, en un lateral de la nave principal, no les convence del todo. “Debería estar mejor orientada y más ventilada. Es importantísimo tanto a nivel de infecciones respiratorias como en el crecimiento de las terneras”, dice Marcos.
Con todo, SAT Dorna logra una buena conversión, con ganancias de peso medias de 750 gramos/día. Destetan a los 75 días y antes de entrar en los lotes de la amamantadora las terneras están unos días en box individual.
Mano de obra

Zona de paridera de la explotación
Además de Luis, Ramón y Marcos, en la sociedad están también la madre de Luis, la de Marcos y Isabel, la mujer de Ramón. Hasta el momento no han tenido empleados contratados, pero con la próxima jubilación de Pilar y la posterior de Consuelo, son conscientes de la necesidad de incorporar al menos a un trabajador.
“Aunque montemos los robots yo pienso que una persona habrá que meter igual”, opina Marcos. SAT Dorna acoge también todos los años a alumnos y alumnas de Fonteboa que realizan su estancia de prácticas formativas en granjas lecheras para que conozcan de primera mano la realidad del sector.
A Xoel, el hijo de Marcos, que tiene 8 años, ya le gusta ayudar en la granja, igual que a los de Luis, Damián y Alonso, y a Lucía y María, las hijas de Ramón e Isabel, que también echan una mano los fines de semana que les toca a ellos.
Queremos poner cómodo y práctico lo que tenemos para poder librar más fines de semana
En el balance de estos 20 años de andadura conjunta, lo que más destacan todos es la calidad de vida que ganaron con su unión. “Yo cuando me voy, me voy de verdad”, dice Luis. Él y Marcos libran un fin de semana de cada tres, porque se ayudan el uno al otro cuando les toca trabajar, y Ramón e Isabel trabajan uno y libran dos porque se entienden solos el fin de semana que les toca a ellos.
“Nuestra idea es poder librar más fines de semana, porque pensamos que es mejor también para la organización de la explotación programar el trabajo para la semana y tener más libres los fines de semana en vez de librar más días entre semana, porque si te vas muchos días pierdes un poco el contacto con la realidad”, razonan.
Cisterna para purín de mayor capacidad
Desde que comenzaron hace 20 años, una parte importante de los ingresos que fue generando la explotación se ha reinvertido en su mejora y modernización, primero en la ampliación de las naves y ahora en el cambio del sistema de ordeño y la renovación del parque de maquinaria.
“En los últimos 3 años, sin hacer ninguna nave, debemos llevar gastados 1,8 millones de euros, contando los 4 robots, un tractor, una telescópica, un equipo de siembra compuesto por sembradora y rotovator, la cisterna de purín, la amamantadora, el empujador de comida”, enumeran.
El coste de la maquinaria se ha disparado; en los últimos 15 años ha triplicado su precio
La última adquisición fue un nuevo tractor, más rápido en los desplazamientos por carretera y pistas, y una cisterna de mayor capacidad (20.000 litros frente a la que tenían antes, de 16.000 litros) con la intención de agilizar la aplicación del purín en los momentos de siembra del maíz y la hierba.
La cisterna la compraron a través de la subvención de la Xunta para maquinaria 4.0 y está equipada con tubos colgantes. Marcos reconoce los beneficios agronómicos de este sistema, aunque también las complicaciones que conlleva. “Es el modo ideal de echar el purín porque el año pasado hicimos alguna prueba en alguna finca de hierba y si está algo crecida y metes el purín por debajo, arranca muy bien, pero también tardas más y alguna vez se nos atascó”, dice.
A eso se suma la propia estructura de las parcelas en la zona, donde no hay concentración parcelaria, por lo que algunas fincas son pequeñas. “No tenemos demasiados problemas de caminos o accesos, pero la cuba pesa algo más atrás y eso se nota en zonas con cuestas, aunque el mayor problema que yo le veo es que con los tubos lleva más tiempo vaciar”, afirma Marcos.
Agro Moure SC, un cebadero de terneros en sistema de integración gestionado por dos mujeres
Vanesa y Mercedes, la mujer y la hermana de Marcos, se incorporaron hace 3 años a la actividad agraria y optaron por montar un cebadero de terneros al que llamaron Agro Moure SC. El nombre responde al lugar barajado inicialmente para su ubicación. “La finca donde lo íbamos a poner se llama Moure, por eso le pusimos Agro Moure, pero por las distancias a las casas no nos dejaron hacerlo allí y tuvimos que acabar montándolo en un lugar diferente, que se llama Canto Vello, ya en la parroquia de al lado, San Xoán do Campo”, explican.
“Queríamos hacer algo distinto aquí en la aldea, mi marido ya tenía la granja de leche y buscábamos montar algo diferente y complementario que pudiéramos atender nosotras dos”, dice Vanesa, que estudió un ciclo de Administración.
Queríamos aprovechar los recursos de la zona y no estar sujetas a unos horarios concretos para poder conciliar mejor con la vida familiar
Le dedican una media de tres horas diarias, entre la mañana y la tarde. “El trabajo diario aquí es más de supervisión y de estar pendiente de acercar comida si hace falta o de separar y tratar algún animal si se enferma”, indica.
Las dos tienen niños pequeños y querían emprender en algo que fuese compatible con su crianza. “Yo estudié Empresariales y trabajé en contabilidad y después también en hostelería, pero tenía unos horarios poco compatibles con la conciliación familiar”, argumenta Mercedes.
A la hora de trabajar con los terneros tienes que tener más cuidado porque cuando son grandes pueden darte un golpe, pero yo prefiero esto a los pollos o a los cerdos
Cuando se incorporaron estuvieron valorando si poner una granja de pollos, de cerdos o de terneros. “Como éramos dos mujeres, parece que no nos animaban a meter terneros, sería por el tema de pelear con ellos, pero yo prefiero trabajar con terneros antes que con pollos o cerdos y también las distancias que había que dejar a las casas eran distintas”, explican.
En este sentido, se quejan de la sobrecarga burocrática, de la incongruencia de la normativa y del exceso de celo en el cumplimiento de la legislación. “Al Ayuntamiento de Lugo tuvimos que presentarle hasta el proyecto de la caseta de plástico donde guardamos las botas y la ropa de trabajo. La compramos en Leroy Merlin, de estas que se ponen en el jardín, y les mandamos el catálogo”, ejemplifican.
Alimentación y limpieza automatizada
En cuanto a las instalaciones, la nave requirió de una importante inversión, que superó los 500.000 euros por el incremento en el coste de los materiales. Cuenta con sistema de limpieza automática, mediante el paso de una barredora por debajo de las parrillas y los bebederos son de volteo para facilitar su vaciado y limpieza diaria.
Los bebederos son de volteo para que su limpieza sea rápida y sencilla
Para su alimentación, los terneros tienen paja, agua y pienso a libre disposición. El suministro del concentrado también está automatizado, por medio de un sensor, por lo que solo tienen que asegurarse de que no les falte forraje. “La alpaca de paja procuramos tenérsela cerca para que la cojan ya directamente de ella”, cuentan. “Es importante que los terneros coman fibra, porque si no pueden timpanizar e hincharse por comer mucho pienso y poca paja”, explican.
El momento crítico del reagrupamiento
El momento más delicado es el de la entrada en las instalaciones, ya que en ellas se produce un reagrupamiento de animales de distinta procedencia (de distintas granjas de destete de la empresa integradora) y el riesgo de transmisión de enfermedades se multiplica.
Nuestro trabajo consiste sobre todo en la vigilancia y control de los animales para prevenir la aparición de enfermedades, siguiendo los distintos programas de desparasitación y vacunación recomendados
“Las 2 o 3 semanas posteriores a su llegada es cuando los tenemos que tener más controlados, porque al mezclarse siempre hay alguno que puede enfermar de neumonía o diarrea. Nos metemos por medio de ellos todos los días por la mañana y por la tarde y procuramos verlos cuanto antes para tratarlos a tiempo”, dice Mercedes.
Sistema de integración
Agro Moure trabaja con una empresa cárnica gallega bajo una fórmula de integración denominada todo fuera-todo dentro, por la cual se vacía toda la nave de terneros cebados, se limpia, desinfecta y se vuelve a llenar de animales pequeños.
Vanesa y Mercedes ponen las instalaciones, la mano de obra y la paja y cobran una cantidad diaria por plaza. La empresa integradora suministra los terneros, el pienso y los medicamentos y tratamientos veterinarios necesarios.
Los terneros entran una vez destetados, normalmente con 3 meses de vida, aunque el último lote llegó con menos edad, debido a la falta de becerros y a su alto valor
Los terneros pasan una media de 6 meses en las instalaciones, a las que llegan tras el destete, con una media de entre tres y cuatro meses, aunque el último lote llegó más pequeño por la escasez de terneros de recría en los mercados suministradores.
Durante el proceso de cebo el consumo de pienso es elevado. “Al final, en las últimas semanas, viene un camión de pienso a la semana, es decir, comen 24.000 kg a la semana”, detalla Vanesa. En cuanto a la paja, los lotes más grandes comen dos pacas grandes al mes. “Ahora tiene un precio asequible, se mueve entre 98 y 100€ más IVA, pero el año pasado la picada llegó a pagarse a 232€ más IVA y la que viene menos picada a 196€ más IVA”, recuerda Mercedes. Cuando son pequeños, un camión de 14 toneladas les dura dos meses, pero cuando crecen solo les dura un mes.
Sacrificio en Novafrigsa
Ceban 500 terneros en cada tanda y es la tercera vez que se llenan las instalaciones desde su apertura. El año pasado salió el primer grupo en el mes de junio y este mes de enero se marchó el segundo. Los terneros se sacrifican entre los 10 meses y el año, dependiendo de si son de cruces marcados dentro de la IGP Ternera Gallega o terneros pintos, que permanecen más tiempo.
En octubre de 2023 entró el primer lote de terneros en las instalaciones
Reciben distintas razas, desde angus, azul belga, frisón o cruces con limusín. El manejo y la alimentación es la misma pero el crecimiento es diferente. En el lote anterior uno de los terneros de cruce industrial llegó a los 370 kg canal, mientras que los pintos rondan los 200 kg.
En la tanda actual, 244 de los 500 terneros son de Ternera Gallega, pero en la anterior eran 396
“Cuando llegan lo primero que hacemos es separarlos por lotes y tratamos de que sean lo más homogéneos posibles, por procedencia, tamaño y razas. Después ya no los cambiamos porque se habitúan al lote en el que están y socializan entre ellos”, cuentan.
“Al estar muy cerca del matadero de Novafrigsa, nuestro cebadero sirve muchas veces para regular la demanda y completar la capacidad de sacrificio que tienen las instalaciones del matadero”, explica Mercedes.
Bienestar animal

Zona da enfermería de la granja, que cuenta con cama caliente de paja
Al tratarse de una nave moderna, ya cumple con todas las medidas de bienestar animal, comenzando por un espacio de 1,8 metros cuadrados por ternero. “Cuando hicimos el establo nos cogió el cambio de normativa en cuestiones como el emparrillado o el patio para la salida al exterior y, como no estaba claro aún cómo iba a quedar, dejamos unas cancelas preparadas por si en el futuro tuviéramos que hacer alguna reforma para adaptarnos a la legislación”, indica Mercedes.
Si tenemos que cambiar las parrillas por cama caliente el trabajo y el gasto diario se dispararía
Además de un mayor gasto, si las obligan a disponer de una zona de cama sin parrillas alejada del comedero para que se echen los terneros, el trabajo en la granja se multiplicaría. “Ahora lo hacemos nosotras dos solas sin ayuda, pero si tenemos que encamar a diario y sacar el estiércol una vez cada semana o cada quince días ya no podríamos”, aseguran.
Las instalaciones cuentan también con una manga de manejo a lo largo de toda la nave que permite ser utilizada para todos los lotes. “Lo tenemos muy cómodo. Mediante cancelas móviles nos permite separar a un ternero sin tener que moverlo de su lote, por ejemplo para mirarlo o para ponerle un tratamiento, lo que reduce mucho el estrés de los terneros enfermos”, dicen.